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Rastreadora de perros ha ayudado a cientos de familias a reunirse con sus mascotas fugitivas

Babs Fry plays with dogs in a socializing room at her ranch in Jamul, Calif.
Babs Fry juega con perros en una sala de socialización en su rancho en Jamul, California. Ella lleva años ayudando a la gente a encontrar a sus mascotas fugitivas después de que la suya se escapara. Recientemente lanzó una organización sin fines de lucro llamada A Way Home For Dogs.
(Ana Ramírez / CalMatters)

La especialista en recuperación de perros Babs Fry dice que para encontrar a un canino perdido, hay que pensar como un canino

Hace siete años, Babs Fry quedó devastada cuando una perra preñada, mezcla de terrier, que estaba acogiendo en su rancho de Jamul, al este del condado de San Diego, desapareció sin dejar rastro.

Entonces recibió un correo electrónico de un rastreador profesional de mascotas que le ofrecía algunos consejos inusuales para la recuperación de perros que dejaron a Fry boquiabierta.

“Perdí una perra y estaba muy asustada y pensaba que nadie sería capaz de atraparla. Entonces recibí una llamada de esta mujer y pensé que estaba loca. Pero efectivamente, 10 días después ese animal estaba en una jaula trampa en mi camino de entrada”.

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Ese fue el comienzo de un gran cambio en la vida de Fry, una agente inmobiliaria retirada que ahora dedica todas sus energías a su nueva organización sin fines de lucro, A Way Home for Dogs. Ofrece asesoramiento y servicios gratuitos de rastreo y recuperación para encontrar perros de familia perdidos, así como canes callejeros.

Runaway dog tracker and trapper Babs Fry stands with her dog Lady Bug at her ranch in Jamul.
La rastreadora de perros Babs Fry está con su perra ‘Lady Bug’ en su rancho en Jamul, California.
(Ana Ramírez / San Diego Union-Tribune)

Desde que empezó a formarse como rastreadora y trampera hace siete años, Fry calcula que ha ayudado en la recuperación de cientos, si no miles, de perros en todo el sur de California y más allá. Sus consejos de rescate poco convencionales han aparecido también en el sitio web del “Encantador de perros” de la televisión, César Millán, y en el New York Post.

Fry bromea diciendo que dedica “48 horas al día” a la recuperación de perros, y que recibe hasta 50 llamadas diarias de propietarios de mascotas que buscan consejo desde lugares tan lejanos como Canadá, Australia e Inglaterra. Dice que suele atender unos seis casos a la vez.

En su página de Facebook publica videos e historias de rescates exitosos al menos dos o tres veces por semana. Los periodos de máxima labor son después de las festividades del 4 de julio y la víspera de Año Nuevo, cuando los fuegos artificiales asustan a muchos canes y los hacen huir.

Rita Rodríguez, de Point Loma, es voluntaria de Fry desde hace cuatro años. Ayuda a cuidar a los animales callejeros y rescatados que Babs rehabilita y realoja, y a veces la acompaña en misiones de búsqueda. Dijo que la rastreadora va más allá para ayudar a la gente, sin importar las horas o el costo financiero para ella.

“No es un trabajo para ella, es algo que hace las 24 horas del día. Atiende llamadas a media noche”, comentó Rodríguez. “Está muy comprometida con ayudar a estos animales. Babs tiene un gran y hermoso corazón. Su corazón es real. Eso es lo que me gusta de ella”.

En el 90% de los casos de los que se ocupa, Fry habla con los dueños de las mascotas solo por teléfono para crear un plan de recuperación personalizado para su perro, basado en su raza, temperamento, comportamiento anterior y cómo se perdió.

En el otro 10%, sale al campo ella misma, a menudo durmiendo durante días en su camioneta y utilizando cámaras de campo, pollos asados, ropa con olores familiares y jaulas de captura humanitaria para recuperar a los canes. La mayoría de sus misiones de rescate dura entre tres y cinco días, pero algunas pueden durar un mes o más.

Babs Fry acaricia a ‘Don Juan’, uno de los perros que cuida en su rancho de Jamul.
(Ana Ramírez / San Diego Union-Tribune)

Éste fue el caso, hace un año de que una vizsla de un año llamada ‘Penny’ se escapó de un centro de acogida en Valley Center mientras sus propietarios, Mike y Mandy Colafrancesco, de San Marcos, estaban de vacaciones fuera de la ciudad.

La pareja estaba asombrada por los incansables esfuerzos de Fry en su nombre y por su habilidad para localizar a su perrita después de que estuviera desaparecida durante 34 días. También se sintieron frustrados porque la rastreadora se negó a aceptar cualquier pago, incluso una lata de bebida o dinero para gasolina, por sus servicios.

Así que los Colafrancesco (Mike es capitán del Departamento de Bomberos de San Diego y Mandy es enfermera de urgencias en Palomar Health) recompensaron a la rescatadora de ‘Penny’ sufragando el costo y presentando la documentación de la nueva organización sin fines de lucro de Fry (awayhomefordogs.com).

“Es una persona increíble, pero le cuesta aceptar la generosidad de la gente”, dijo Mike Colafrancesco. “Nuestra esperanza es que, al tener una organización oficial sin fines de lucro, ella pueda obtener donaciones y conseguir algo con lo que construir para poder ayudar a otros”.

Fry dijo que se siente impulsada a rastrear perros debido a su amor de toda la vida por los animales.

“A decir verdad, siempre me he llevado mejor con los animales que con las personas”, dijo Fry. “Me involucré en el rescate de perros en cuanto tuve la edad suficiente, y cuando descubrí el rastreo me di cuenta que tengo un don, una pasión y un talento”.

Atribuye su experiencia en la recuperación de perros a dos expertos locales en el campo que se ofrecieron como mentores y le permitieron seguirlos en sus misiones: Laura Ann Bidinger, quien fue la detective de mascotas que localizó a la mezcla de terrier de Fry, y Mike Noon.

Fry dijo que el consejo más importante que tiene para los propietarios de mascotas angustiados es luchar contra su impulso de salir a buscarlas. Ponerse en contacto con refugios, publicar volantes y compartir fotos e información en las redes sociales puede alertar a toda una comunidad sobre avistamientos de caninos. Además, conducir en busca de un perro difunde el olor de los dueños y puede confundirlo.

RJ waits for a treat at the Jamul home of Babs Fry, a volunteer tracker and tracker of lost dogs.
‘RJ’ espera una golosina en casa de Babs Fry en Jamul, una rastreadora voluntaria de perros perdidos. Dirige la organización sin fines de lucro A Way Home For Dogs.
(Ana Ramírez / San Diego Union-Tribune)

Fry también desaconseja a la gente a utilizar técnicas que leen en línea para encontrar y capturar a sus mascotas. Dijo que perseguir o gritarle a un can asustado que se ha escapado puede desviarlo de su viaje a casa, y que no usar correctamente una jaula trampa suele garantizar que no entre en ella por segunda vez.

“Por lo general, si es una idea humana, es una mala idea”, afirma Fry. “Tememos por la vida de nuestro perro y nos sentimos culpables de que les haya pasado algo. Y, por cierto, nada de eso favorece la seguridad del can”.

Fry dijo que para rastrear y atrapar a un perro con éxito, ha aprendido a pensar como uno. Los domésticos intentan naturalmente volver a casa siguiendo un olor, pero viajan a vuelo de pájaro, no por carreteras o aceras, por lo que la búsqueda en automóvil no funciona. Además, los canes perdidos tienen una mentalidad de “lucha o huida”, por lo que es probable que huyan de todos los que vean, incluidos sus dueños.

También recomienda a los propietarios de perros a no perder la esperanza. Los canes son animales y poseen el instinto de supervivencia, incluso en tormentas feroces, calor del desierto, condiciones de hielo y sin acceso fácil a la comida y el agua.

Los depredadores, como los coyotes, pueden ser peligrosos, pero Fry afirma que cuanto más tiempo esté un can perdido en la naturaleza, más habilidades de supervivencia aprenderá.

“No se morirán de hambre. Cazarán, buscarán comida y comerán animales atropellados”, dijo. “No están diseñados biológicamente para estirar la pata o morir de deshidratación”.

Colafrancesco dijo que él y su esposa empezaban a perder la esperanza de volver a ver a ‘Penny’ cuando Fry, que había estado colocando volantes, siguiendo pistas y durmiendo por las noches en su camioneta en el Valley Center, captó un video de la perra en una cámara de campo, 28 días después de su desaparición.

Cinco días después, Babs consiguió atraerla a una jaula trampa con una manta en su interior que llevaba el olor del otro perro de la familia, ‘Truman’, el hermano de ‘Penny’; ella perdió casi la mitad de su peso corporal durante su odisea de 34 días, pero por lo demás estaba sana.

“Babs tiene un sexto sentido con los animales que es asombroso”, comentó Colafrancesco. “Lo que hace es increíble. Llámenlo milagro o buena suerte, pero sin su intervención, hoy no tendríamos a nuestra perra”.

Aunque Babs generalmente trabaja sola atendiendo llamadas y realizando las recuperaciones, cuenta con un equipo de alrededor de 10 voluntarios, incluido Rodríguez.

También tiene el apoyo de su esposo, Derek Fry, un ejecutivo de una empresa de alquiler de helicópteros con sede en el área de Dallas-Fort Worth. Los Fry son propietarios de un rancho de 22 acres en Texas donde algún día esperan abrir un santuario de animales. Pero por ahora, su atención se centra por completo en A Way Home for Dogs.

Está agradecida a los Colafrancescos por haber creado la organización sin fines de lucro porque prácticamente todos sus gastos de recuperación, incluyendo la gasolina, los pollos cocinados y el equipo, así como la comida y el entrenamiento profesional de los perros callejeros que han sufrido un trauma, salen de su propio bolsillo. Con las donaciones, podrá rastrear y recuperar aún más animales.

“Nunca tuve el deseo de embarcarme en mi propia organización de rescate de forma independiente”, dijo. “Solo quería ayudar a estos perros y a todas las personas que los extrañan”.

Kragen escribe para el San Diego Union-Tribune.

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