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California extiende el mandato de uso de mascarilla para interiores a medida que aumenta Ómicron

Trabajador dirige a estudiantes y personal en centro de pruebas COVID
Un trabajador de apoyo dirige a los estudiantes y al personal del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en un sitio de pruebas de coronavirus en El Sereno Middle School el martes.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

California extenderá su mandato de uso de cubrebocas para espacios públicos interiores por otro mes, ya que una ola sin precedentes de infecciones por coronavirus, generadas por la variante Ómicron altamente transmisible, continúa invadiendo el estado.

La cantidad de casos sin precedentes también está generando nuevas preocupaciones sobre los hospitales estatales, que están lidiando con una avalancha de nuevos pacientes y con el aumento de infecciones entre su personal tan necesitado.

Si bien las hospitalizaciones por COVID-19 son una fracción de lo que fueron el año pasado, las cifras en general son bastante altas. Muchos hospitales en todo el sur de California informan estar presionados, en parte porque hay pocos empleados disponibles debido a las infecciones por coronavirus y porque la demanda de atención que no está relacionada con el COVID es mucho mayor este invierno.

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En el condado de Los Ángeles, los tiempos de respuesta del 911 han decaído y, en toda la región, varios hospitales se han visto obligados a suspender o reprogramar ciertas cirugías. Algunos en el condado de San Diego consideran que la escasez de personal es peor que durante el aumento repentino del invierno pasado.

Dado que Ómicron se puede propagar tan fácilmente, los funcionarios enfatizan que usar cubrebocas agrega una capa de protección muy necesaria. Pero la calidad de la mascarilla también es importante, y los funcionarios han estado advirtiendo que las cubiertas faciales de tela vieja y holgada, con espacios alrededor de la boca, son demasiado riesgosos para usarlos en la era de esta variante.

El miércoles, los funcionarios del condado de Los Ángeles anunciaron que los empleadores deberán proporcionar cubrebocas de grado médico, mascarillas quirúrgicas o respiradores que se ajusten bien (como los N95 o KN95) al personal que trabaje en interiores y en estrecho contacto con otras personas.

Los empleadores deben hacerlo lo antes posible, pero a más tardar el 17 de enero, subrayaron los funcionarios.

“Dada la propagación explosiva del virus, las actividades que nos ponen en contacto cercano con muchas otras personas ahora tienen un mayor riesgo”, explicó la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer. “Por lo tanto, todo el mundo debe ser sensato sobre cómo protegerse a sí mismos y a sus seres queridos mediante el uso de capas de protección, siempre que estén cerca de individuos que no sean miembros del hogar”.

La disposición de uso de mascarilla en todo el estado se restableció a mediados de diciembre y originalmente estaba programada para ser reevaluada el 15 de enero. Pero dado el fuerte aumento de infecciones y hospitalizaciones, estará vigente al menos hasta el 15 de febrero, detalló el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California.

El mandato se aplica a los residentes independientemente de su estado de vacunación. Existen exenciones para los menores de 2 años, para quienes tienen ciertas afecciones médicas o problemas de audición, y “para quienes el uso de un cubrebocas crearía un riesgo con relación a su trabajo, según lo determinen los reguladores locales, estatales o federales, o por pautas de seguridad en el espacio laboral”.

Varios condados de California, incluidos Los Ángeles, Ventura, Sacramento y la mayor parte del Área de la Bahía de San Francisco, tienen sus propios mandatos de uso de mascarilla para interiores que, a diferencia de las disposiciones del estado, no tienen fechas de conclusión especificadas. La orden estatal se aplicó a los condados que aún no tenían mandatos locales de uso de cubrebocas para interiores, como San Diego, Orange, Riverside y San Bernardino.

Durante una conferencia telefónica con los periodistas, Ghaly expresó tanto cautela sobre las tendencias recientes de la pandemia como confianza en la capacidad del estado para abordar la nueva ola.

“Nuestro nivel de preparación y las herramientas que tenemos son mucho más sustanciales que antes”, subrayó el miércoles.

California ha informado un promedio de 54.695 nuevos casos de coronavirus por día durante la última semana, el total más alto en la pandemia que se ha extendido por casi dos años, según datos compilados por el Times. Durante el aumento repentino del invierno pasado, la entidad alcanzó su punto máximo con aproximadamente 46.000 casos nuevos por día.

Esa métrica pudo haber sido alterada por retrasos en los datos durante el fin de semana festivo de Año Nuevo y el siguiente grupo de cifras, que abarcaban varios días, informados hasta el martes. Pero la línea de tendencia ha sido casi vertical últimamente, lo que ilustra cuán repentina y crudamente ha incrementado la transmisión en todo el estado.

More than 1,000 police officers, firefighters and paramedics in the Los Angeles region were ill or at home quarantining on Tuesday after testing positive for COVID-19.

La proporción de pruebas de coronavirus que dieron positivo también se disparó a niveles récord, alcanzando una tasa de siete días del 21.3% a partir del miércoles, según el Departamento de Salud Pública de California.

A pesar del empeoramiento de las cifras, Ghaly señaló que el estado no está considerando volver a imponer el tipo de restricciones económicas aplicadas al comienzo de la pandemia. Herramientas como el uso de cubrebocas, pruebas y vacunaciones, agregó, aún brindan una amplia protección.

“No estamos analizando cierres de compañías o limitaciones adicionales en empresas u otros sectores de nuestra economía, ni para las escuelas”, señaló Ghaly.

“También sabemos que el nivel de inmunidad que hemos creado principalmente debido a las vacunas nos ha permitido tratar a la variante Ómicron como, francamente, un elemento un poco menos virulento, un poco menos propenso a causar una enfermedad grave, porque tenemos altos niveles de inmunidad de tantos californianos que se han inoculado y de aquellos que ya han contraído una infección”, detalló Ghaly. “Podemos manejar la carga de la enfermedad que estamos viendo de una manera que no podíamos hace un año”.

A ‘flurona’ case was detected at a testing site in Brentwood in a teenager who had just returned from a family vacation in Mexico.

Si bien algunos de los casos recientes son probablemente el trabajo de la variante Delta que aún circula, los funcionarios de todo el estado y la nación han dicho que parece que Ómicron ha superado rápidamente a la otra variante que alguna vez fue dominante.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) ahora estiman que Ómicron representa alrededor del 95% de los casos en todo el país, y Delta el resto.

“Las próximas semanas serán un desafío. Veremos que los casos continúan aumentando porque Ómicron es una variante muy transmisible”, explicó Jeff Zients, coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca.

Sin embargo, hasta ahora, la cantidad de personas hospitalizadas con COVID-19 no ha aumentado al mismo ritmo asombroso que los casos.

California has reported a massive backlog of 237,084 new coronavirus cases, pushing the seven-day average of new infections to 50,267, a record high.

Si bien las hospitalizaciones tienden a retrasarse unas dos semanas con respecto al incremento de las infecciones, la desconexión reciente puede ser el resultado de que Ómicron causa síntomas menos graves, en promedio, que la variante Delta.

Eso no quiere decir que los sistemas de salud de California hayan estado completamente apartados del aumento en los casos.

El martes, 8.032 de estos pacientes fueron hospitalizados en todo el estado. Ese total ha incrementado un 69% en la última semana y ahora amenaza con superar la cantidad de pacientes más alta que fue registrada durante el aumento del verano pasado: 8.353 el 31 de agosto.

Algunos condados, incluidos Los Ángeles, San Bernardino, San Diego, Riverside, Orange, Santa Clara y Ventura, ya han informado cantidades de pacientes positivos al coronavirus más altas que durante la ola de la variante Delta.

En toda la entidad, las hospitalizaciones aún se mantienen muy por debajo de los niveles observados el invierno pasado, cuando cerca de 22.000 personas positivas al coronavirus fueron atendidas algunos días.

With Omicron spreading with unprecedented speed across California, public and private institutions return to remote work and close some offices.

Sin embargo, Ghaly señaló que los hospitales están atendiendo a muchos más individuos que su padecimiento no es relacionado al COVID-19. La demanda general es mucho mayor.

Alrededor de esta época el año pasado, aproximadamente 53.000 personas fueron hospitalizadas en todo el estado, afectadas por diferentes enfermedades, desde COVID-19 hasta enfermedades cardíacas y lesiones. El recuento total de pacientes del estado se acercaba a los 51.000 el miércoles por la mañana.

“Estamos preocupados por el censo total de hospitales. Nos encontramos consternados por el nivel de infecciones del personal, así como la necesidad de aislamiento y cuarentena entre los trabajadores de salud”, comentó Ghaly.

Los funcionarios también señalan que es posible que una proporción de aquellos que dieron positivo por el virus en un hospital, no hayan sido admitidos específicamente por COVID-19. Sin embargo, el alcance de tales infecciones incidentales sigue sin estar claro.

Una tendencia que se ha vuelto preocupante son las hospitalizaciones pediátricas. “Están ingresando más jóvenes con COVID” en hospitales, detalló Ghaly. “En California, hemos admitido a más [de estos] pacientes diariamente durante los últimos días, en comparación, incluso, con el punto más alto del aumento del invierno pasado y, como pediatra, cada vez que se admite a un niño pequeño al hospital, hay preocupación”.

Sin embargo, la buena noticia es que los hospitales pediátricos en todo el estado todavía tienen la capacidad para tratar la cantidad de pacientes con COVID que necesitan ese nivel de atención. Y muchos de esos niños no necesitan cuidados intensivos ni un tubo respiratorio, explicó Ghaly.

Los aumentos en la transmisión tienen repercusiones que van más allá del recuento en bruto de pacientes.

Algunos sistemas de salud y hospitales han informado de un incremento en el número de empleados infectados con el coronavirus, lo que agrava los desafíos de falta de personal.

“Hemos estado en esto durante dos años y los trabajadores de la salud están fatigados, agotados”, explicó Adam Blackstone, vicepresidente de asuntos externos y comunicaciones estratégicas de la Asociación de Hospitales del Sur de California.

Hospital workers and other healthcare employees have been getting infected with the coronavirus in rising numbers as cases skyrocket in Los Angeles County, compounding staff shortages at medical centers.

Si bien los crecientes indicios de la disminución de la gravedad de Ómicron son un desarrollo prometedor, “la gran advertencia es que no debemos ser complacientes, ya que esto puede ser anulado por la mayor transmisibilidad de Ómicron y por el gran volumen de casos”, enfatizó el Dr. Anthony Fauci, asesor médico en jefe del presidente Biden.

“Una cierta proporción de un gran volumen de casos, sin importar qué, van a ser graves”, agregó durante una sesión informativa el miércoles. “Así que no tome esto como una señal de que podemos dar marcha atrás a las recomendaciones”.

Estas se pueden dividir en cuatro pasos, según la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky: “Vacúnese y reciba un refuerzo si es elegible. Use una mascarilla. Quédese en casa cuando esté enfermo y hágase una prueba si tiene síntomas o busca una mayor tranquilidad antes de reunirse con los demás”.

El miércoles por la noche, los CDC recomendaron que los adolescentes vacunados, de hasta 12 años, recibieran una dosis de refuerzo.

“Ahora recomendamos que todos los adolescentes de 12 a 17 años obtengan una vacuna de refuerzo cinco meses después de su serie primaria. Esta dosis de refuerzo proporcionará una protección optimizada contra el COVID-19 y la variante Ómicron”, manifestó Walensky.

La redactora del Times, Emily Alpert Reyes, y Paul Sisson, del San Diego Union-Tribune, contribuyeron a este artículo.

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