Se exhorta a las escuelas a reforzar las pruebas de COVID-19 y mejorar los cubrebocas cuando reabran el lunes en medio del aumento de Ómicron
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Las escuelas deben prepararse para un aumento en los brotes de COVID-19 cuando los distritos reanuden las clases después de las vacaciones de invierno, advirtieron los funcionarios del condado, mientras se apresuraban a enviar kits de pruebas para coronavirus y pidieron a los estudiantes y al personal reforzar la calidad de sus cubrebocas.
Para 50 de los 80 distritos escolares en el condado de Los Ángeles, el lunes será el primer día de clases después de un receso de al menos dos semanas marcado por una gran cantidad de casos de coronavirus alimentados por las variantes ómicron y delta. Los contagios en California se han más que cuadriplicado, y es seguro que el número de infecciones entre los estudiantes se verá afectado, indicaron funcionarios de salud pública.
“Lo hicimos muy bien en las escuelas en el otoño”, indicó la directora de Salud Pública del condado, Barbara Ferrer, en una conferencia de prensa el jueves.
Ferrer señaló que, en promedio, hubo menos de una docena de brotes por semana en unas 3.000 escuelas durante el otoño, y que por lo general eran pequeños y se contenían de inmediato.
“Pero ese no será el caso cuando regresemos, porque, de hecho, tenemos la variante ómicron circulando mucho más ampliamente”, enfatizó. “Y ya sabemos que está provocando más brotes, incluso durante las vacaciones, entre los equipos deportivos escolares, por ejemplo”.
En el condado de Los Ángeles, los nuevos casos semanales triplicaron con creces la cantidad reportada en la semana anterior a más de 20.000, y 1 de cada 5 pruebas da positivo para el virus, informó Ferrer el jueves. Aunque el peligro de enfermedad grave y fallecer parece menor que el año pasado, debido sustancialmente a la vacunación, los riesgos persisten, ya que el número de personas hospitalizadas casi se duplicó en una semana.
En California, donde todos en un plantel educativo deben usar cubrebocas en interiores, Ferrer instó a los padres, estudiantes y educadores a usar mascarillas sanitarias más protectoras, como las quirúrgicas o N95 y KN95, que tienen accesorios metálicos para la nariz.
“Éste es el momento de mejorar el cubrebocas”, comentó Ferrer. “Y no porque los de tela no funcionen en absoluto. Lo hacen. Pero los otros funcionan mejor. Y necesitamos todo ahora mismo”.
También respaldó la continuación de las pruebas de coronavirus y su expansión donde sea posible.
“Siento que las pruebas en las escuelas en el otoño fueron una de las estrategias más efectivas porque se combinó con un rastreo de contactos realmente bueno”, agregó la funcionaria.
“Probamos y luego pudimos identificar casos muy rápidamente, y todos sus contactos cercanos. También se tomaron buenas decisiones sobre cómo aislar rápidamente a las personas y, cuando correspondió, se pusieron en cuarentena. Por lo tanto, las pruebas todavía son algo que debemos hacer en las escuelas”.
El gobernador Gavin Newsom se comprometió recientemente a proporcionar una o dos pruebas por estudiante en todo el estado para la reapertura de enero. Los funcionarios del condado también están distribuyendo testeos de su propia cadena de suministro y han prometido darlos a cualquier persona expuesta a un contagio.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, el segundo sistema más grande del país, ha llevado a cabo el programa de testeos semanales más extenso de EE.UU. Esas pruebas, realizadas en todos los estudiantes y adultos, continuarán al menos hasta enero. Tanya Ortiz Franklin, miembro de la junta escolar, quiere que se extienda ese cronograma.
“Con el aumento alarmante de los casos de COVID ahora, aunque con síntomas generalmente menos graves, me uno a los padres para abogar por continuar con las pruebas semanales en el futuro previsible”, señaló Franklin. “Yo misma encuentro paz al obtener mis resultados cada semana, y ahora todos sabemos lo importante que es la salud mental para superar esta pandemia de salud física”.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles se encuentra entre los sistemas escolares programados para reanudar actividades el 10 de enero. El sindicato de maestros de Los Ángeles, en un comunicado, comentó que “monitorearía la situación durante los próximos días”.
Hasta ahora, ningún sistema escolar K-12 del condado ha indicado que planea retrasar el semestre de enero o regresar incluso temporalmente al aprendizaje remoto, detalló Debra Duardo, superintendente de la Oficina de Educación del Condado de Los Ángeles.
En Las Virgenes Unified, que se extiende a ambos lados de la frontera con el condado de Ventura, el plan es “mantener el rumbo y abrir el 3 de enero con protocolos y procedimientos más estrictos”, indicó el superintendente Dan Stepenosky en un memorando a su Junta de Educación. “Las tasas de casos son muy preocupantes, pero tenemos altos niveles de vacunación en nuestro personal, estudiantes y comunidad. Desde mi perspectiva, nuestros alumnos necesitan estar en el campus para su éxito académico, bienestar social, emocional y mental”.
El Distrito Escolar Unificado de El Rancho, en Pico Rivera, estaría listo para cambiar rápidamente si fuera necesario, indicó la superintendente Frances Esparza.
“Si tuviera que suceder el cierre de una escuela según una recomendación [del condado], entonces brindaremos un exitoso programa de educación virtual en línea que nuestros docentes han dominado durante estos últimos 19 a 20 meses de existencia del COVID-19”, subrayó Esparza.
En la península de Palos Verdes, el superintendente Alex Cherniss alertó a su comunidad escolar a que “todas las opciones están sobre la mesa”. En un comunicado del 28 de diciembre, señaló que el lunes “hubo más de 50 casos positivos de COVID en los sitios de prueba de nuestro distrito, que fue un máximo para un solo día desde el comienzo de esta pandemia”.
Los docentes están preocupados, pero también apoyan las necesidades de los estudiantes, comentó Tim Coleman, presidente de la Asociación de Personal Docente de Palos Verdes.
“Nuestros miembros han expresado una variedad de opiniones con respecto al regreso de las vacaciones de invierno”, señaló Coleman. “Estamos tan preocupados por la salud y la seguridad del personal, junto con los estudiantes, como por las implicaciones de pérdida de aprendizaje y de salud mental de un retraso en el regreso según lo planeado”.
Las preocupaciones en los distritos escolares del condado de Los Ángeles se reflejan en todo el país.
En la ciudad de Nueva York, que tiene un promedio de más de 25.000 casos probables por día, el sistema escolar más grande de la nación está “alentando enfáticamente a todos los estudiantes elegibles a vacunarse, y todos los alumnos, así como el personal, deben hacerse la prueba antes de reanudar las clases el 3 de enero”, anunciaron las autoridades. La ciudad también está agregando sitios de prueba y duplicará las pruebas aleatorias en la escuela, que se llevan a cabo con los chicos cuyos padres han entregado formularios de consentimiento.
“Nos estamos acercando a una reapertura segura de escuelas. Pero aún no hemos llegado a ese punto”, subrayó en un comunicado el sindicato que representa a los docentes de la ciudad de Nueva York.
En Chicago, el sindicato de profesores ha exigido que los alumnos den negativo antes de regresar a clases, una condición que el sistema escolar no ha aceptado, citando otras medidas de seguridad que se están tomando como adecuadas. Una escuela, a través de su comité de seguridad, casi se vio obligada a volver a la enseñanza remota.
Escuelas Públicas de Seattle estarán cerradas el lunes para la evaluación rápida de todo el personal y los estudiantes, anunció el distrito el jueves. Los planteles reanudarán actividades presenciales el martes.
En Miami, el superintendente Alberto Carvalho, quien pronto se convertirá en el jefe de las escuelas de Los Ángeles, cuestionó la prohibición de Florida de exigir que los estudiantes usen cubrebocas ante el aumento actual de coronavirus.
“De particular preocupación es el incremento de dos dígitos en las hospitalizaciones pediátricas relacionadas con COVID durante las últimas semanas”, escribió Carvalho en una carta del jueves al gobernador Ron DeSantis. “Actualmente, la tasa de positividad en Miami-Dade se estima en un 25 por ciento, y los expertos han expresado su preocupación de que las infecciones sigan aumentando hasta enero”.
Una portavoz le comentó a The Times que el distrito de Miami-Dade “explorará todos y cada uno de los medios legales por los cuales podemos continuar mejorando las medidas de protección para los niños en las escuelas. Esto podría incluir un posible restablecimiento de un mandato de cubrebocas”.
Mientras tanto, todos los adultos deben usar mascarillas sanitarias.
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