Los fiscales quieren acusar de asesinato a los narcotraficantes de fentanilo, y se desata una batalla legal
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Algunos fiscales de distrito del sur de California se están sumando a un impulso nacional cada vez mayor para presentar cargos de asesinato contra los traficantes de drogas que fabrican o venden fentanilo que termina causando muertes.
La iniciativa es parte de un movimiento polémico de las autoridades para apuntar a los traficantes de drogas que venden opioides mezclados con una carga mortal de fentanilo, que es hasta 100 veces más poderoso que la morfina. Se han enfrentado al rechazo de algunos en la comunidad legal, que dicen que equivale a una extralimitación de la fiscalía y va más allá de lo que permite la ley.
“No se trata de sobredosis. Estos son asesinatos”, remarcó el fiscal de distrito del condado de Orange Todd Spitzer, el martes. “Estos traficantes, básicamente, están entregando un arma cargada a víctimas desprevenidas sabiendo que probablemente morirán, y no les importa. El fentanilo es barato, fácil de conseguir y está matando a gente que no tenía idea de que lo estaba tomando”.
Según el plan de Spitzer, los condenados por posesión para la venta de heroína, cocaína u opiáceos que comúnmente contienen fentanilo serán advertidos de las consecuencias mortales del tráfico. Luego, podrían ser acusados de asesinato si lo venden a alguien que muere.
Los fiscales en los condados de Riverside y San Bernardino también han comenzado a acusar de homicidio a algunos traficantes de drogas, al igual que funcionarios en jurisdicciones desde Las Vegas hasta Maryland.
El fiscal de distrito del condado de L.A. George Gascón, quien fue elegido el año pasado en una plataforma de reforma de la justicia penal, no apoya los esfuerzos y no tiene planes de hacer lo mismo, comentó un asistente.
“Hemos recorrido este camino antes: sabemos que el aumento de las penas por delitos relacionados con las drogas no salva vidas. Durante las últimas tres décadas, a medida que incrementamos las penas, los medicamentos se volvieron más potentes, más baratos y de más fácil acceso. Necesitamos aprender de las estrategias fallidas del pasado, para encontrar soluciones para el futuro”, remarcó Alex Bastian, asesor especial de Gascón.
Martin Schwarz, el defensor público del condado de Orange, también rechazó la medida de Spitzer por considerarla más allá del alcance de la ley, y señaló que los fiscales de California intentaron, infructuosamente, que la Legislatura de California reformara las leyes para hacer posibles tales cargos. “A menos que la Legislatura cambie de rumbo, sigue sin haber una base legal para que los tribunales permitan esto”, comentó.
La profesora de derecho de Loyola, Laurie Levenson, expresó que para obtener condenas por asesinato, los fiscales tendrán que demostrar que el narcotraficante ignora conscientemente la vida humana. “Si se les notifica que lo que está haciendo pone a las personas en riesgo, eso establece el tipo de malicia requerida para probar un asesinato en segundo grado”, expuso. “Hay que probar que sabían que la metanfetamina estaba mezclada con fentanilo”.
Los datos preliminares del Departamento de Salud Pública de California muestran que California tuvo 3.857 muertes relacionadas con una sobredosis de fentanilo en 2020 en comparación con 239 en 2016. Incluso dos miligramos de la sustancia pueden ser mortales.
Las muertes de celebridades relacionadas con el fentanilo han llamado la atención, incluido el comediante Fuquan Johnson y otros dos que, según los informes, consumieron cocaína con fentanilo en el vecindario de Venice, en Los Ángeles, este verano.
Los fiscales federales presentaron más de una docena de casos contra comerciantes en los que los usuarios sufrieron sobredosis fatales. Se aseguraron una declaración de culpabilidad en la muerte en 2018 del rapero Mac Miller el mes pasado de uno de los tres hombres acusados de suministrarle drogas. Stephen Andrew Walter fue sentenciado a 17 años por el cargo de distribuir píldoras falsificadas de oxicodona con fentanilo.
Spitzer se sintió influido en parte por las historias de pérdida de padres como Amy Neville, de Aliso Viejo, cuyo hijo de 14 años tomó una pastilla que compró en Snapchat. “Alexander murió por una sola pastilla falsificada, que contenía fentanilo. Acababa de graduarse de la escuela media; tenía una patineta y una vida muy plena por delante”, afirmó.
Ella se enteró más tarde de que otras dos personas también habían fallecido a causa de las drogas suministradas por el traficante que le dio la píldora a Alexander.
El fiscal de distrito del condado de Riverside, Mike Hestrin, ya presentó siete casos de asesinatos relacionados con drogas mezcladas con fentanilo. En un caso, un hombre de Eastvale fue acusado de asesinato en segundo grado en febrero, y los fiscales alegaron que el acusado estaba al tanto del peligro pero siguió vendiendo las las píldoras conocidas como M30.
“Comenzamos hace un año armando investigaciones en profundidad para procesar a los narcotraficantes por asesinato. Hasta ahora tenemos siete casos, y tres más están a punto de ser presentados”, comentó Hestrin. “No puedo decirles que sentarse aquí va a resolver el problema. Todas las comunidades se enfrentan a una crisis del fentanilo. Es hora de que nos despertemos y defendamos a los padres y a quienes representamos”.
“En el condado de Riverside, en 2016, hubo dos muertes asociadas con el fentanilo”, agregó. “Este año vamos camino de tener entre 500 y 600 muertes relacionadas con la sustancia; los decesos se duplican cada año... El fentanilo es tan letal que está envenenando a nuestra comunidad”.
Según Matt Capelouto, se determinó que la muerte de su hija Alexandra, en el condado de Riverside, fue una sobredosis accidental, pero por envenenamiento. Dos días antes de la Navidad de 2019, Alex compró lo que pensó que era oxicodona a un traficante de drogas que encontró en Snapchat, recordó.
“La píldora que tomó era falsa y estaba llena de una cantidad fatal de fentanilo. Mi esposa la encontró muerta en su dormitorio. Poco después del horrible día, nos enteramos de que otros tres jóvenes de nuestra comunidad habían muerto en circunstancias similares, en un lapso de 10 días. Muchos más han fallecido desde entonces”, afirmó.
A principios de este año, él y otros padres intentaron sin éxito que los legisladores estatales promulgaran la Ley Alexandra, que abordaría la malicia implícita en muertes por drogas similares a las causadas por conducir ebrio.
Según la norma propuesta, se advertiría del peligro a un narcotraficante de fentanilo, y “si continuaba vendiendo y alguien muere, podría ser acusado de asesinato”, dijo Capelouto.
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