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La siguiente fase de las vacunaciones contra COVID-19 inicia cuando los padres se apresuran a inocular a sus hijos

A 7-year-old receives a COVID-19 vaccine.
Ari Alleyne, de 7 años, recibe la dosis infantil de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra COVID-19 de Priya Meyer, gerente de desarrollo profesional de enfermería del Hospital Infantil de Los Angeles, el miércoles por la mañana.
(Al Seib / Los Angeles Times)

El próximo capítulo del esfuerzo para aumentar las tasas de vacunación contra COVID-19 comenzó el miércoles, cuando los niños de 5 a 11 años empezaron a arremangarse, una nueva fase muy esperada de la campaña de inoculación que los funcionarios proyectan que ayude a California a evitar otro temido aumento de coronavirus durante el próximo invierno.

Un día después de que los funcionarios de salud federales dieron su tan esperada bendición para expandir el uso pediátrico del antígeno de Pfizer-BioNTech, algunos padres acudieron en multitud a clínicas y hospitales con niños pequeños.

Pero tomará tiempo ver qué tan rápido se puede vacunar este grupo de edad y qué tan reacios o resistentes pueden ser algunos padres. En todo el estado, 3.5 millones de niños adicionales ahora son elegibles para las inyecciones.

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Samuel Alleyne comforts 5-year-old daughter Alahna before it’s her turn to get a COVID-19 shot.
Samuel Alleyne consuela a su hija Alahna, de 5 años, antes de que le llegue el turno de recibir una inyección contra COVID-19 mientras su hermano Ari, de 7, se prepara en el fondo en el Hospital Infantil de Los Ángeles el miércoles.
(Al Seib/Los Angeles Times)

El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD por sus siglas en inglés) no requiere que los estudiantes de 5 a 11 años reciban la vacuna contra COVID-19, aunque los antígenos estarán disponibles en varios campus si los padres quieren que sus hijos sean inoculados. Por el contrario, el LAUSD y un puñado de otros distritos escolares en California están exigiendo que los estudiantes mayores sean vacunados para permanecer en el campus durante el semestre que comienza en enero. En Los Ángeles, los alumnos de escuelas públicas deberán inocularse antes del 10 de enero.

El gobernador Gavin Newsom anunció el mes pasado un mandato de vacunación contra COVID-19 en todo el estado para los niños en edad escolar, pero la primera fase de ese plan, para los mayores de 12 años, probablemente no entrará en vigor hasta el próximo verano, o en más de un año a partir de ahora. A diferencia del LAUSD, el mandato estatal proporcionaría exenciones para los padres que indican no estar de acuerdo con el mandato de antígenos para sus hijos.

Las autoridades señalaron que habrá muchas dosis disponibles para los niños. A California se le asignaron inicialmente 1.2 millones de dosis para los niños que son recientemente elegibles para las vacunas; ya se han distribuido 860,000 en todo el estado.

Nicole Fahey, of Altadena, provides moral support for daughter Adeline, 6, as she receives a child’s dose.
Nicole Fahey, de Altadena, brinda apoyo moral a su hija Adelina, de 6 años, mientras recibe una dosis infantil de la vacuna de Pfizer-BioNTech de la enfermera Shirley Alfonso en el sitio de vacunación en Eugene A. Obregon Park, el miércoles.
(Gary Coronado/Los Angeles Times)

“No anticipamos la escasez y esperamos que haya suficiente antígeno para satisfacer la demanda”, señaló la directora de Salud Pública del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer.

El nuevo impulso de inoculaciones se produce a medida que se acerca la temporada festiva y las cifras del COVID-19 en California se estancan después de meses de disminución. En las últimas semanas, las hospitalizaciones por coronavirus han dejado de disminuir en los condados de Los Ángeles, Orange, así como Ventura, y, desde mediados de octubre, han aumentado un 11% en el condado de San Diego y un 20% en San Bernardino.

Las hospitalizaciones por COVID-19 en el condado de Riverside han incrementado en un 27% en los últimos 10 días.

Los funcionarios de salud en California siguen preocupados de que posiblemente haya una quinta ola de la pandemia a medida que se acerca un clima más frío y la gente pasa más tiempo en interiores. Los niveles de vacunación en la entidad, aunque relativamente altos en comparación con otros estados, siguen siendo demasiado bajos para prevenir un riesgo sustancial de transmisión.

El comienzo de las vacunaciones se produjo el mismo día en que la pandemia superó otro hito devastador: 750,000 muertos por COVID-19 en todo el país, según la Universidad Johns Hopkins.

Luxiano González, de 8 años, de El Monte, recibe una vacuna contra COVID-19 en el Parque Eugene A. Obregón.
Luxiano González, de 8 años, de El Monte, recibe una vacuna contra COVID-19 en el Parque Eugene A. Obregón.
(Gary Coronado/Los Angeles Times)

Los funcionarios esperan que la combinación producida por las vacunas para niños y los refuerzos para adultos pueda incrementar las tasas de inmunidad.

Un ensayo clínico del antígeno mostró una tasa de eficacia de casi el 91% en la prevención de casos sintomáticos de COVID-19, en niños de 5 a 11 años, que no habían estado infectados previamente.

Los niños de todo el país tenían un mayor riesgo de hospitalización durante el último aumento. Durante un período de seis semanas que terminó a mediados de agosto, las hospitalizaciones por COVID-19 entre niños y adolescentes se quintuplicaron, informó la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), Dra. Rochelle Walensky, en una sesión informativa el miércoles.

Una nueva investigación indica que los niños y los adultos son igualmente vulnerables a las infecciones por coronavirus, señaló el miércoles el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de Estados Unidos. Los niños infectados tienen aún menos probabilidades de enfermarse visiblemente en comparación con los adultos; la mitad de los niños de 5 a 11 años que están infectados pueden no presentar síntomas.

Anteriormente, se pensaba que los niños infectados no eran particularmente propensos a transmitir el virus a sus padres o compañeros de clase. Sin embargo, cada vez está más claro que los niños contagiados también son capaces de transmitir el virus a las personas en sus hogares y escuelas, explicó Fauci. La vacunación reduce la probabilidad de transmisión del coronavirus.

Leif Gottfred, 6, is held by his mother Danica Liberman, as he receives the children's dose of the Pfizer vaccine.
Leif Gottfred, de 6 años, está en brazos de su madre, Danica Liberman, mientras recibe la dosis infantil de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra COVID-19 en el Hospital Infantil de Los Ángeles.
(Al Seib/Los Angeles Times)

El Grupo de Trabajo de Revisión de Seguridad Científica de los Estados del Oeste, una coalición de expertos en salud pública de California, Nevada, Oregón y Washington, dio luz verde a la vacuna el miércoles por la mañana, despejando formalmente el camino para que los antígenos se distribuyeran en California. La medida se produjo después de que la directora de los CDC, Walensky, recomendara el martes por la noche que más de 28 millones de niños en todo el país, de entre 5 y 11 años, se vacunaran.

“Esta elegibilidad ampliada para los antígenos que salvan vidas nos acerca a poner fin a la pandemia”, señaló Newsom en un comunicado.

Por la tarde, las vacunas ya habían llegado a los brazos de los niños de 5 a 11 años en el Hospital Infantil de Los Ángeles y en el sitio de inoculación del condado en Eugene A. Obregon Park, en el este de la ciudad. El sitio web del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, vaccinatelacounty.com, ha comenzado a enumerar las clínicas que ofrecen las vacunas de Pfizer-BioNTech para niños pequeños.

El condado de Santa Clara, el más poblado del norte de California, comenzó a aplicar inyecciones a los jóvenes en sus clínicas; también lo hizo el Hospital Infantil Rady en San Diego.

Kaiser Permanente estaba programado para inocular a los niños pequeños en el condado de Orange el jueves, el mismo día en que las clínicas públicas administradas por los condados de San Bernardino y Ventura están preparadas para recibir a los niños. Las clínicas de vacunación administradas por el condado de Riverside y Long Beach estarán listas a finales de esta semana.

El sitio web para inoculaciones de California, myturn.ca.gov, comenzó a ofrecer citas para el grupo de edad el miércoles por la noche. Algunas cadenas de farmacias nacionales han comenzado a aceptar citas, con Walgreens anunciando que comenzará a administrar inyecciones el sábado y CVS el domingo.

Algunos padres en el Área de la Bahía de San Francisco informaron el miércoles que tenían dificultades para reservar citas para sus hijos.

Durante la primera semana de la estrategia, Ferrer sugirió que los padres y tutores llamaran con anticipación para asegurarse de que la ubicación esté provista de dosis para niños. Hubo al menos un padre que llegó el miércoles por la mañana a una clínica del condado de Los Ángeles donde se anunciaba que tenía las vacunas, solo para que le informaran que las dosis aún no estaban disponibles.

Los antígenos para este grupo de edad están especialmente formulados y vienen en ampolletas con una tapa anaranjada, administradas con agujas más pequeñas y con una dosis de un tercio del tamaño de las que se administran a personas mayores de 12 años. La dosis de Pfizer-BioNTech para receptores mayores viene en un frasco diferente, con una tapa morada, y no es apropiada para niños más pequeños.

En el condado de Los Ángeles, se estima que 900,000 niños son elegibles para la vacuna. El condado espera recibir casi 300,000 dosis en envíos durante los próximos 10 días y, eventualmente, habrá 900 sitios en todo el condado que ofrecerán los antígenos a este grupo de edad.

También se enviarán equipos móviles de inoculación. Los funcionarios están planeando 480 clínicas de vacunación en las escuelas este mes, en las áreas más necesitadas.

Los antígenos se administran en un conjunto de dos dosis, con un intervalo de tres semanas. Se considera que las personas están completamente protegidas dos semanas después de su dosis final, lo que significa que los niños que comienzan su serie de inoculación a mediados de noviembre estarán completamente protegidos para Navidad.

Las vacunas son gratuitas y los beneficiarios no necesitan ser ciudadanos estadounidenses ni tener seguro médico.

A partir del lunes, el LAUSD desplegará equipos móviles de inoculación para los estudiantes más jóvenes. A partir del 16 de noviembre, 13 clínicas escolares ofrecerán el antígeno. Algunas clínicas proporcionarán la vacuna los sábados.

“Los antígenos contra COVID-19 son seguros, efectivos y la mejor manera de proteger a nuestros estudiantes, personal, así como familias, y las escuelas públicas son lugares naturales para que nuestros estudiantes y familias reciban esta vacuna que salva vidas”, declaró el distrito.

El mandato del LAUSD para los estudiantes mayores de 12 años comenzó a entrar en vigor esta semana, cuando los alumnos de preparatoria que participaban en equipos de deportes, bandas y baile sincronizado tenían que proporcionar verificación de haber recibido ambas dosis del régimen de dos inyecciones.

Aproximadamente el 77% de los estudiantes elegibles en estos equipos habían cumplido. Algunos equipos en ciertas escuelas se vieron muy afectados por estudiantes que repentinamente no eran elegibles.

University High, en el lado oeste de la ciudad, tuvo que renunciar a su partido de tenis femenino de semifinales de la City Section Division II contra Hamilton High porque no tenía suficientes jugadoras vacunadas. Esteban Torres High, en el este de Los Ángeles, se retiró de su juego de playoffs de fútbol el viernes contra New Designs Charter Schools-Watts por el mismo problema. En Taft High, en Woodland Hills, los funcionarios alertaron a más de 100 estudiantes de todos los deportes que ya no se les permitía jugar en equipos, entregándoles una carta explicando el mandato, que había sido ampliamente publicitado.

El distrito se ha negado hasta ahora a dar a conocer al público las cifras sobre la medida en que los equipos individuales se ven afectados en cada escuela. Sin embargo, los entrenadores tienen estos datos para sus escuelas y saben a quién sacar de los juegos, así como de las prácticas, o si el juego puede continuar.

Eric Sondheimer, redactor del Times, contribuyó a este artículo.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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