¿Su trabajo ahora incluye verificar la vacunación de los clientes? Esto es lo que necesita saber

A partir del jueves, los clubes nocturnos, bares, cervecerías, bodegas, destilerías y salones en todo el condado de Los Ángeles tienen que negarle asiento en el interior a aquellas personas que no puedan demostrar que se han vacunado por completo contra el COVID-19, según una orden de los funcionarios de salud del condado.

Y no mucho después, un requisito similar se extenderá dentro de la ciudad de Los Ángeles a restaurantes, cines, minoristas y muchas otras empresas que atienden a los clientes en el interior, según un nuevo mandato local.

Muchas empresas están acostumbradas a la idea de verificar las tarjetas de vacunación y las pruebas digitales de sus clientes, habiendo comenzado a hacerlo hace semanas. Desde el 7 de octubre, los bares y clubes nocturnos del condado tuvieron que verificar que los clientes hubieran sido al menos parcialmente vacunados o que recientemente hubieran dado negativo por el coronavirus.

Pero incluso antes de eso, muchos restaurantes y bares implementaron sus propias políticas de prueba de vacunación, que generalmente requerían constancia de haber recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 o una prueba de resultado negativo.

(Desde el 7 de octubre pasado el condado también exige prueba de vacunación completa o un resultado reciente negativo para megaeventos en interiores donde asistan 1.000 personas o más, y megaeventos al aire libre con multitudes de 10.000 o más).

Verificar el estado de vacunación de los clientes significó ir demasiado lejos para algunas empresas, la más famosa de ellas In-N-Out, con sede en Irvine, que se declaró reacia a servir como “policía de vacunación” para el gobierno. Sin embargo, los funcionarios de salud locales aseguran que inspeccionarán los negocios para ver cuáles cumplen y, eventualmente, multarán a los que no lo hagan.

Al menos las compañías ahora pueden referirse a las órdenes de la ciudad y el condado cuando exigen pruebas de vacunación a sus clientes. Sin embargo, no recibirán ayuda de los agentes del condado de Los Ángeles, adelantó el sheriff Alex Villanueva.

En cambio, la responsabilidad de asegurarse de que los clientes cumplan con las reglas de las vacunas recaerá en gran medida en cada empresa. El condado tampoco ofrece muchos consejos sobre cómo manejar a los clientes que se tornan hostiles cuando se les pide un comprobante de vacunación.

A continuación, una guía para empresas sobre cómo cumplir con los requisitos más recientes:

Cómo verificar la vacunación contra el COVID-19

El primer paso es asegurarse de que el registro de vacunación que se presenta pertenece a la persona que lo ofrece. La guía del condado de Los Ángeles exige que las empresas verifiquen el nombre en un registro, con una identificación con foto válida.

Lo siguiente es asegurarse de que la persona esté completamente vacunada. Deberá verificarse tanto la cantidad de dosis como la fecha en que se recibieron, ya sea en una tarjeta física de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o en una digital, desde en un teléfono inteligente.

Si la inyección fue de la vacuna Johnson & Johnson, verifique que se haya recibido al menos una dosis y que ésta se haya administrado por lo menos 14 días antes. Si la vacuna fue Pfizer-BioNTech o Moderna, verifique que la persona haya recibido al menos dos dosis, la segunda al menos 14 días antes.

Para verificar un registro de vacuna a través de un código QR, las empresas pueden descargar la aplicación gratuita de verificación SMART Health, de The Commons Project Foundation, para leer el código en aplicaciones como Carbon Health, CommonPass o CLEAR Health Pass. Una vez escaneado el código, la aplicación mostrará la misma información que una tarjeta física o digital (nombre, fecha y tipo de dosis), junto con un indicador codificado por colores sobre la confiabilidad de la información.

Un indicador verde “verificado” en la parte superior de la pantalla significa que la información es genuina. Un indicador rojo de “no verificado” implica lo contrario. Y un indicador naranja, “parcialmente verificado”, significa que la información es válida, pero proviene de una fuente que la aplicación no reconoce.

El indicador “verificado” por sí solo no es prueba de que una persona esté completamente vacunada; las empresas aún deben verificar el número y las fechas de las dosis recibidas. Por ejemplo, según Kathryn Tucker, directora de mercadotecnia de The Commons Project Foundation, alguien con un código QR del estado de California que documente solo una dosis de Moderna aparecería como verificada.

“Si bien esto impone cierta carga a la persona que usa la aplicación, adoptamos este enfoque para brindar flexibilidad a las diferentes reglas y requisitos en EE.UU y el mundo”, remarcó Tucker.

Las empresas de la ciudad de Los Ángeles pueden aceptar una exención por escrito por razones médicas (que deben estar firmadas por un médico, enfermero practicante o asistente médico) o creencias religiosas (que solo requieren “una autoafirmación de que se tiene una creencia que lo califica para ello”, según la ordenanza). Sin embargo, la norma requiere que las empresas restrinjan a esos clientes a las instalaciones al aire libre. Podrán ingresar a un establecimiento solo si presentan una prueba reciente de COVID-19 negativa.

¿Qué puede hacer un empleado si un cliente se niega?

La guía del condado con respecto a las personas que no pueden o se niegan a proporcionar una prueba completa de vacunación es ofrecer servicio al aire libre si el sitio cuenta con tal espacio.

De lo contrario, dijo Natalie Jiménez, directora de asuntos públicos del condado de Los Ángeles, una empresa debe negarse a atender al cliente en el interior o no permitir su entrada “debido a los riesgos para la salud y la seguridad de las personas no vacunadas que se quitan las mascarillas dentro un entorno de alto riesgo”.

Cuando se le preguntó qué orientación tiene el condado para los empleados que se enfrentan a un altercado con un cliente cuando solicitan la prueba de vacunación, Jiménez respondió: “Los empleadores deben establecer un proceso a seguir por su personal para reducir los conflictos con los clientes problemáticos”.

¿Cómo se controlará el cumplimiento de las nuevas reglas?

Condado de Los Ángeles: Para determinar si las empresas cumplen con la orden del condado, remarcó Jiménez, los inspectores visitarán los establecimientos.

Si un empleado o una empresa no verifica repetidamente la prueba de vacunación, dijo, recibirá una citación administrativa por no implementar la orden del condado. Una citación administrativa conlleva una multa de $500 y una tarifa adicional por reinspección para verificar el cumplimiento continuo.

Ciudad de Los Ángeles: La ciudad de Los Ángeles planea realizar inspecciones para determinar si los negocios cumplen con la nueva ordenanza. Aquellos que no cumplan recibirán una advertencia por la primera infracción, luego una multa de $1.000, $2.000 por una tercera y $5.000 por la cuarta y subsiguientes infracciones. Sin embargo, esas multas no entrarán en vigor hasta el 29 de noviembre.

Ciudad de Long Beach: La orden de salud de la ciudad se alinea con la del condado sobre los requisitos de vacunación, y el control corre por cuenta del personal de los lugares, expresó Jennifer Rice Epstein, oficial de asuntos públicos de Long Beach. Según el abogado de la ciudad, se permite interrumpir el permiso de servicio público municipal para cualquier negocio que opere en infracción de esta orden, o forzar su cierre mientras dure la norma. Una infracción es un delito menor punible con una multa de hasta $1.000 y una pena de cárcel de hasta 90 días. El jefe de policía de Long Beach debe garantizar el cumplimiento y la aplicación de la orden de salud pública, y el administrador de la ciudad puede solicitar a otros empleados locales que emitan citaciones, multas y sanciones administrativas.

Ciudad de Pasadena: La orden de salud de la ciudad de Pasadena también es paralela a la del condado, pero el control está a cargo del Departamento de Policía de Pasadena. Una infracción de la orden es un delito menor punible con una multa de hasta $1.000 y una pena de cárcel de hasta 90 días.

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