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Californianos jóvenes no vacunados son cada vez más hospitalizados por COVID-19

Nurse Alex Awad works with a COVID-19 patient.
La enfermera Alex Awad trabaja con un paciente con COVID-19 dentro de la unidad de cuidados intensivos en Adventist Health Glendale el 1 de septiembre.
(Francine Orr / Los Angeles Times)

A medida que la variante Delta trajo otra ola de infecciones por COVID-19 este verano, la edad de las personas hospitalizadas con la enfermedad ha disminuido significativamente en algunas partes de California, en comparación con los previos incrementos.

Eso se debe a que la gente más joven está siendo vacunada a tasas menores.

Esta diferencia de edad está causando una creciente preocupación entre los profesionales de la salud y está generando nuevos llamados para inocular a los más jóvenes.

Esto es lo que sabemos:

Personas más jóvenes en hospitales

El condado de Los Ángeles ha informado de un mayor número de personas no vacunadas que son más jóvenes y, en general, más saludables, pero que están ocupando camas de los nosocomios.

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Entre los adultos y los adolescentes mayores que fueron hospitalizados con COVID-19, del 1 de mayo al 18 de agosto, la edad promedio de los pacientes no inoculados o parcialmente vacunados fue de 51 años, según los datos presentados en una sesión informativa a fines de agosto.

Eso es notablemente más joven que la edad promedio de los pacientes completamente inoculados que se encontraban previamente en los nosocomios con coronavirus, que era de 66 años.

Las personas completamente vacunadas también tenían menos probabilidades de necesitar ser ingresadas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o de tener tanta dificultad para respirar que debían ser sedados para que se les insertara un tubo de respiración.

En el Fountain Valley Regional Hospital, en el condado de Orange, la edad promedio de las personas admitidas para recibir tratamiento hospitalario en enero era de 64 años. Ahora es de 46 años, informó recientemente el Dr. Timothy Korber, director médico de servicios de emergencia del hospital.

El Dr. Rais Vohra, oficial de salud interino del condado de Fresno, comentó que las personas están “en alto riesgo si no están vacunados ahora”.

“Realmente estamos viendo a muchas personas que no están inoculadas (jóvenes, en sus 20, 30 y 40 años) que están llegando a los hospitales en este momento”, indicó Vohra. “Ese podrías ser tú. Podría ser alguien a quien amas, alguien que conoces”.

En el condado de Orange, “el patrón general es que son las personas de 30, 40 y 50 años las que están siendo hospitalizadas, en comparación con las oleadas anteriores cuando en realidad eran de 65 años o más”, señaló la Dra. Regina Chinsio-Kwong, oficial de salud adjunta, comentó en una sesión informativa la semana pasada.

“Si no nos ocupamos de esta pandemia y no hacemos que las personas se vacunen lo suficientemente pronto, los no inoculados básicamente permitirán que una nueva variante [emerja] que sea aún más peligrosa”, agregó Vohra.

Algunas historias de éxito

Algunas áreas y grupos demográficos que se vieron muy afectados en las primeras etapas de la pandemia por enfermedades graves ahora registran tasas de vacunación más altas, en parte debido a estrategias de salud pública exitosas y culturalmente competentes.

Por ejemplo, los nativos americanos ahora tienen un índice de inoculación más alto que cualquier otro grupo racial o étnico de proporciones considerables. Imperial, un condado empobrecido y en gran parte agrícola en la frontera con México, tiene una de las tasas de vacunación más altas de California.

En todo el estado, los índices de inoculación entre los residentes afrodescendientes y latinos generalmente se han quedado rezagados con respecto a los estadounidenses blancos y asiáticos. Pero en los condados de San Francisco y Santa Clara, las tasas de vacunación entre los habitantes afrodescendientes y latinos ahora son, esencialmente, al menos iguales a las cifras de los residentes blancos.

Números de vacunación

California informó de un aumento en las inoculaciones cuando Delta surgió. Pero ese incremento se ha desvanecido desde entonces.

Hubo una disminución del 6.5% en las vacunaciones semanales en California; desde el 16 de agosto hasta el 22 de agosto, se administraron alrededor de 326.000 primeras dosis, pero la semana siguiente, se aplicaron alrededor de 305.000.

Hubo 75.526 primeras inyecciones en Los Ángeles, entre el 16 y el 22 de agosto, y 68.332 la semana siguiente. Los funcionarios de salud señalan que los datos más recientes a veces pueden parecer artificialmente bajos, ya que se necesita tiempo para tener en cuenta todas las dosis administradas en un día en particular.

Santa Clara, el condado más poblado del norte de California, registró 9.310 primeras dosis aplicadas en la semana anterior al anuncio de la Administración de Alimentos y Medicamentos y 8.515 primeras inyecciones durante el período posterior de siete días.

Los desafíos por delante

Una encuesta reciente de la Kaiser Family Foundation encontró que, si bien el 67% de los adultos estadounidenses encuestados indicó que estaba inoculado, y el 3% señaló que se vacunaría lo antes posible, alrededor del 30% respondió que no estaba inmunizado.

De todos los adultos encuestados, el 14% contestó que definitivamente no recibiría el antígeno, mientras que el 10% mencionó que quería “esperar y ver” cómo funcionan las vacunas para otras personas, y el 3% detalló que se inocularía solo si fuera necesario para trabajar o la escuela.

“Los adultos más jóvenes (de 18 a 29 años), los republicanos, los residentes rurales y las personas sin seguro todavía reportan tasas más bajas de uso del antígeno, en comparación con otros grupos demográficos”, indicó la encuesta.

Una de las razones de la brecha persistente, encontró la consulta, es que los adultos no vacunados “son más propensos a comunicar que no les preocupa que personalmente se enfermen gravemente por el coronavirus, y también tienden a creer que ser inoculados es un riesgo mayor para su propia salud, en comparación con contraer el virus”, mientras que el 88% de los adultos vacunados asegura que una infección por coronavirus es un riesgo mayor que recibir el antígeno.

La mayoría de los adultos no inmunizados que respondieron a la encuesta dijeron que consideran que los medios de comunicación exageraron la gravedad del COVID-19, mientras que la mayoría de los adultos vacunados indicaron que los medios tenían razón o subestimaron la gravedad de la pandemia.

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