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Agregar cobertura dental a Medicare tiene mucho sentido, excepto para los dentistas

Dentist Michelle Freire-Troxel, from left, cleans the teeth of Amari Harris.
La dentista Michelle Freire-Troxel (i) limpia los dientes de Amari Harris, mientras que la asistente dental, Chyna Miller, toma notas en el East Arkansas Family Health Center en West Memphis, Arkansas.
(William DeShazer/for the Times)

El sistema de salud de Estados Unidos, valorado en 4 billones de dólares, es tan vasto y complejo que cualquier discusión sobre cambios en las cosas puede (y lo hará) atascarse rápidamente en detalles de políticas difíciles de abordar.

Por lo tanto, centrémonos en un solo aspecto de la reforma de la atención médica: reembolsar a los proveedores médicos por el tratamiento que prestan.

Dicho de manera más precisa: ¿Cuánto es suficiente?

“La pregunta es simple”, reconoció William H. Dow, profesor de política y gestión de la salud en UC Berkeley. “Pero, por supuesto, no hay una respuesta sencilla”.

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Menciono esto porque los legisladores demócratas una vez más están tratando de agregar cobertura dental a Medicare, y los dentistas estadounidenses, de nuevo, argumentan que no es posible.

En cambio, la Asociación Dental Estadounidense respalda la creación de un “nuevo programa separado” que cubriría la atención dental solo para personas mayores de bajos ingresos.

Esto no es una sorpresa. Casi todas las asociaciones médicas se oponen a “Medicare para todos” o al uso de las tarifas de este programa como base para los pagos. La razón: No ganarían tanto dinero.

Un estudio reciente de la Kaiser Family Foundation concluyó que los proveedores de atención médica de Estados Unidos ganarían aproximadamente un 40% menos en reembolsos por servicios médicos si recibieran tarifas de Medicare, en comparación con los pagos mucho más altos de las aseguradoras privadas que operan en la actualidad.

Las contribuciones de los empleadores a las primas del personal disminuirían en aproximadamente $194 mil millones, encontró Kaiser. Los trabajadores y sus dependientes gastarían al menos $116 mil millones menos en atención médica. Se ahorrarían alrededor de $42 mil millones en el mercado de seguros individuales.

Estas cifras más bajas no significan que los proveedores de atención médica irían a la quiebra repentinamente.

Lo que intentan comunicar es que los proveedores médicos finalmente tendrían que vivir en el mundo real, en lugar de un reino mágico que les permita enriquecerse, a veces hasta un grado obsceno, de la desgracia de otros.

“No hay duda de que los médicos están acostumbrados a las tasas de pago actuales de las aseguradoras públicas y privadas, al igual que otros trabajadores del sistema de salud también están acostumbrados a sus ingresos”, señaló Thomas Rice, profesor de política y gestión de la salud en UCLA.

Cualquier cosa que reduzca esas tasas, me comentó, “enfrentará una fuerte oposición”.

La asociación dental estima que, a partir de 2019, el dentista estadounidense promedio en la práctica privada ganaba 204.710 dólares al año.

Sin embargo, de alguna manera, los dentistas de otros países desarrollados con sistemas de seguro de pagador único se las arreglan con menos. El dentista francés promedio tiene unos ingresos de unos 147.000 dólares, según un estudio reciente. En Japón, esta cifra es de alrededor de $154.000.

Esos no son salarios de hambre, pero son menos de lo que están acostumbrados los dentistas estadounidenses.

“Creo que muchos proveedores saben que nuestro sistema actual es insostenible, pero intentarán mantener los precios altos tanto tiempo como puedan”, indicó Allison Hoffman, profesora de derecho en la Universidad de Pensilvania que se especializa en la atención médica.

Entonces, nuevamente, la pregunta es: ¿Cuánto es suficiente?

En primer lugar, no estamos hablando de Medicaid (Medi-Cal en California), el sistema de seguro para personas de bajos ingresos. En general, es aceptado que Medicaid paga muy mal a los proveedores de atención médica, que es la razón principal por la que muchos médicos se niegan a tratar a los pacientes inscritos en este programa.

Medicare es otra cuestión. Sus tasas de reembolso, determinadas por una agencia del Congreso llamada Comisión Asesora de Pagos de Medicare, generalmente se consideran un reflejo justo de los costos de atención médica reales, tal vez pecan en el lado bajo.

“Las tarifas de Medicare son suficientes, o casi suficientes, para que los hospitales funcionen de manera eficiente y la mayoría de los proveedores”, me comentó Hoffman.

Escuché lo mismo de la mayoría de los otros expertos en salud que consulté. Es posible que las tarifas de Medicare deban ajustarse un poco más para abordar mejor los costos médicos, pero ya están cerca del parámetro y podrían servir como una base satisfactoria para todos los reembolsos de tratamientos.

Es decir, algunos proveedores médicos acomodados y ejecutivos de hospitales pueden tener que adaptarse a un nivel de vida ligeramente inferior bajo un sistema de Medicare para todos. Pero, al igual que sus homólogos en el extranjero, a la mayoría les irá bien.

“Las tasas de reembolso de Medicare para los médicos son lo suficientemente altas ahora”, explicó Rice, de UCLA. “Sabemos esto porque relativamente pocos doctores se niegan a participar en Medicare”.

Ese es un punto importante. Independientemente de las deficiencias que los proveedores puedan ver en los pagos de Medicare en relación con las tasas más altas de los seguros privados, el programa gubernamental, con casi 63 millones de beneficiarios, ofrece los volúmenes de pacientes necesarios para un negocio estable y sostenible.

Además, la mayoría de los expertos en atención médica reconocen que las tarifas más realistas de Medicare impulsarían a los doctores y hospitales a operar de manera más eficiente, creando mayores ahorros para los pacientes.

“Los altos reembolsos de las aseguradoras privadas actualmente reducen los incentivos para que los hospitales funcionen de manera eficiente”, concluyó la Kaiser Family Foundation.

¿Por qué cambiar cuando puedes cobrar lo que quieras?

“Cuando los proveedores operan de manera eficiente”, descubrió Kaiser, “las tarifas de Medicare son en gran medida suficientes o podrían ser suficientes con ajustes relativamente menores, como un aumento del 2% en el reembolso hospitalario”.

Se obtienen ahorros adicionales cuando los proveedores ya no tienen que regatear con cientos de aseguradoras privadas diferentes que ofrecen varias tasas de reembolso distintas.

Medicare es homogéneo cuando se trata de pagos a proveedores, algo mucho más fácil de administrar.

Y mucho más difícil de engañar al sistema.

¿Es de extrañar que los grupos de la industria de la salud hagan tanto ruido con las tarifas de Medicare que sirven como estándar en Estados Unidos? No se puede manipular un mercado cuando los precios son transparentes.

“La atención médica estadounidense cuesta demasiado, y parte de ese costo está relacionado con los altos pagos de los doctores, así como el alto precio de los productos farmacéuticos”, señaló Jason Doctor, director de informática de la salud del Centro Leonard D. Schaeffer de Política y Economía de la Salud de la USC.

Como expuse antes, el sistema de salud de Estados Unidos es muy complejo, con muchas partes móviles. El cambio no llegará rápida ni fácilmente.

“No necesitamos recortar las tarifas en todos los ámbitos a la vez e interrumpir la atención médica”, comentó Miriam Laugesen, profesora adjunta de política y gestión de la salud en la Universidad de Columbia.

“Pero podríamos decidir como sociedad reflexionar por qué permitimos que las aseguradoras privadas paguen al mismo médico, hospital y procedimientos de maneras muy diferentes”, indicó. “Eso es un comienzo”.

Las personas con experiencia en el área merecen una compensación justa por su arduo trabajo y sus habilidades. Los hospitales merecen una remuneración justa por los valiosos servicios que brindan.

¿Pero usar la enfermedad como generador de riqueza? Otros países desarrollados han superado esta cruel noción, reconociendo que la sociedad tiene la responsabilidad de cuidar a las personas.

Es hora de que hagamos lo mismo.

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