Anuncio

Los estudiantes del LAUSD que reúnan los requisitos tendrán que ser vacunados antes de enero según la propuesta de la junta directiva

A masked girl seated at a table next to a masked woman with gloved hands on the girl's exposed upper arm
Una alumna es inoculada contra el COVID-19 en el San Fernando Institute of Applied Media, el 30 de agosto de 2021.
(Mel Melcon / Los Angeles Times)

Todos los niños de las escuelas públicas de Los Ángeles mayores de 12 años tendrían que estar completamente vacunados antes de enero para entrar en el campus - antes para los estudiantes que participan en actividades extracurriculares - bajo una propuesta que será votada hoy jueves por la Junta de Educación.

Si se aprueba como se espera, el requisito catapultaría al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles a la vanguardia de los sistemas escolares de todo el país con las medidas de seguridad más amplias y agresivas en respuesta a la pandemia de COVID-19. El segundo sistema escolar más grande del país ha actuado con mayor rapidez y amplitud que la mayoría de los demás, realizando pruebas de infección a todos los estudiantes y empleados cada semana, exigiendo mascarillas en el interior y el exterior y ordenando a los empleados que se vacunen.

Está previsto que el mandato de vacunación de los estudiantes se debata y vote en una reunión especial y rápida del consejo escolar.

Anuncio

Según la propuesta, los primeros estudiantes afectados serían los que participan en actividades como los deportes. Los estudiantes de 12 años o más tendrían que recibir una primera dosis de la vacuna a más tardar el 3 de octubre y una segunda dosis a más tardar el 31 de octubre.

Los mayores de 12 años han sido elegibles, bajo una autorización federal de emergencia, para vacunarse en el condado de Los Ángeles durante casi cuatro meses, pero muchos no lo han hecho. Al 29 de agosto, el 48% de los residentes del condado de 12 a 15 años y el 57% de los de 16 a 17 estaban completamente vacunados. En el grupo etario de 12 a 17, las tasas de hospitalización fueron 10 veces más altas entre los no vacunados que entre los completamente inoculados, según una investigación destacada este mes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.

El sindicato de maestros de Los Ángeles ya expresó su firme apoyo a la obligatoriedad de vacunas para estudiantes y está negociando reglas de cuarentena más estrictas. Incluyendo a Gonez, cinco de los siete miembros de la junta parecen al menos inclinarse hacia ello: Jackie Goldberg dijo abiertamente que la apoya; Nick Melvoin, Scott Schmerelson y George McKenna están dispuestos a abordar el asunto y seguir el ejemplo de los expertos en salud, quienes han insistido en la importancia de mayores tasas de vacunación.

“Personalmente, creo que deberíamos hacerlo lo antes posible”, comentó Goldberg. “Imaginemos”, agregó, “si en el segundo semestre, todos, menos los legalmente exentos, en un campus de preparatoria estuvieran vacunados. ¡Guau! La vida sería casi normal”.

“A la luz de la inacción a nivel estatal”, reconoció Melvoin, “creo que deberíamos considerar exigir vacunas a todos los estudiantes elegibles”.

Schmerelson señaló que el estado ya exige otras vacunas antes de que los estudiantes puedan asistir a clase: “Estamos en una pandemia global, así que si una vacuna puede salvar y proteger la vida de un alumno, ¿en qué difiere exigir eso de lo que ya se exigía antes?”.

McKenna destacó que basaría su voto en el mejor consejo de expertos calificados cuando llegue el momento de considerar el asunto. También dijo que entiende que la superintendente interina del distrito, Megan Reilly, probablemente no llevaría el mandato para los estudiantes ante la Junta de Educación a menos que tuviera el apoyo de expertos que trabajan con el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).

McKenna también destacó que su hermano menor, el Dr. Dwight McKenna, quien es forense del distrito de Orleans, en Louisiana, sobrevivió a un serio caso de COVID. Desde el principio, Dwight McKenna destacó la preocupación de que los sobrevivientes pudieran sufrir efectos durante años.

Los otros dos miembros de la junta no abordaron la cuestión de la obligatoriedad para estudiantes: Tanya Ortiz Franklin reconoció que no está lista para hacer una declaración pública; Mónica García no respondió.

Gonez comentó que el distrito continuará alentando la vacunación voluntaria para los estudiantes elegibles y sus familiares adultos a través de clínicas móviles y campañas educativas.

El presidente de la junta también reconoció que cualquier mandato de vacuna encontrará cierta resistencia, incluido un posible litigio.

Los mandatos de seguridad anteriores del distrito, incluidas las pruebas de coronavirus y las vacunas para empleados, ya enfrentaron desafíos legales. Hasta ahora, el litigio se ha sumado a los costos del distrito, pero no detuvo ni retrasó estas políticas. Los testimonios públicos en casi todas las reuniones de la junta incluyeron períodos prolongados durante los cuales los padres en contra de las vacunas imploran a los funcionarios que ‘no pongan a sus hijos en grave riesgo’ mediante la inoculación. Algunos padres también remarcan su derecho legal a tomar esas decisiones por sí mismos.

Otros distritos se han enfrentado a repetidas protestas por los mandatos de uso de mascarillas, además por la vacunación. El uso de cubrebocas para espacios interiores en las escuelas es un requisito estatal, pero los gobernadores de ciertos estados, incluidos Texas y Florida, se negaron a permitir que los sistemas escolares exijan cubiertas faciales, y el problema llegó a los tribunales.

Hasta ahora, el Distrito Escolar Unificado de Culver City parece ser el único sistema escolar estatal que aprobó un mandato de vacunación para alumnos, que aún no ha entrado en vigencia. El distrito fijó el 19 de noviembre como fecha límite -con la expectativa de que la vacuna haya recibido la aprobación total de la Administración de Alimentos y Medicamentos para entonces- para los estudiantes de 12 años o más. La Junta de Educación de Oakland prevé discutir el requisito de vacunación para alumnos este miércoles.

En Los Ángeles, un actor importante, el gremio United Teachers Los Angeles, que representa a más de 30.000 maestros, consejeros, enfermeras y bibliotecarios, ya intervino. A fines de agosto, los negociadores sindicales exigieron vacunas obligatorias para los estudiantes elegibles en una propuesta de contrato. Días después, el gremio retiró el pedido, luego de que el distrito se negara a incluirla en la negociación.

“Continuamos apoyando el requisito de vacunación para todos los estudiantes elegibles a fin de mantener nuestras escuelas más seguras y para proteger a los más vulnerables entre nosotros, incluidos los niños demasiado pequeños para ser inoculados”, enfatizó la presidenta del sindicato, Cecily Myart-Cruz, la semana pasada.

Los expertos han instado en repetidas ocasiones a que se vacunen todas las personas elegibles para que las escuelas y las comunidades sean más seguras. La vacuna de Pfizer obtuvo la aprobación total para los mayores de 16 años el 23 de agosto pasado; se espera una aprobación similar para los mayores de 12 años en las próximas semanas.

Aunque los adolescentes de 12 a 15 años ya pueden vacunarse debido a una autorización federal para uso de emergencia, es poco probable que los funcionarios escolares impongan una vacuna para ellos sin la aprobación regulatoria completa.

El Dr. Anthony Fauci, experto principal en enfermedades infecciosas del país, cree que debería haber suficientes datos a principios de octubre para que la FDA considere si la vacuna, bajo una autorización de uso de emergencia, es segura para niños menores de 12 años. “Hay una probabilidad razonable de que la vacuna Pfizer o Moderna pueda obtener la aprobación de la FDA para ese grupo antes de la próxima temporada navideña”, expuso el médico, quien dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, durante entrevistas en los canales CNN y ABC.

Pero el pedido del mandato de vacunación para estudiantes será local, por ahora. Los distritos escolares de California tienen autoridad clara para actuar si así lo desean, destacó Debra Duardo, superintendente de la Oficina de Educación del Condado de Los Ángeles, que brinda apoyo y supervisión a los 80 distritos de nivel K-12 del condado.

“Hemos ordenado la aplicación de otras vacunas, como saben”, remarcó Duardo, y mencionó por ejemplo las inmunizaciones contra la polio y la Tdap, que brinda protección contra el tétanos, la difteria y la tosferina. El imperativo es “garantizar la seguridad pública, por lo tanto que los distritos escolares puedan exigir que sus estudiantes se vacunen”.

Varios otros sistemas escolares locales reconocieron que están considerando la opción del mandato estudiantil, incluidos Baldwin Park Unified, Santa Monica-Malibu Unified y Beverly Hills Unified.

La directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, anticipa que el condado continuará viendo infecciones por coronavirus en las escuelas, tanto en alumnos como en adultos. Ello redundaría, inevitablemente, en que algunas infecciones se propaguen de persona a persona en el campus, a medida que las escuelas, colegios y universidades reciben nuevamente a sus estudiantes.

Pero también enfatizó que los brotes en un campus deberían ser inusuales, siempre que los funcionarios se adhieran a las medidas de seguridad, que incluyen el uso de mascarilla, buena ventilación, limpieza frecuente, pruebas, lavado de manos y distancia física.

Y ayudaría mucho si se vacunaran más estudiantes y adultos elegibles, enfatizó. “Si todos los jóvenes elegibles fueran vacunados, reduciríamos drásticamente la transmisión, tanto en el entorno escolar como en los programas deportivos después de la escuela y otras actividades extracurriculares”, comentó Ferrer la semana pasada.

Aunque el estado no toma posición al respecto, su principal funcionario de educación destacó que alienta cualquier medida razonable que mejore las tasas de vacunación y, por lo tanto, salve vidas. “Aplaudo a todas las entidades del estado que están pensando en aplicar mandatos de vacunación”, declaró el superintendente estatal de Instrucción Pública, Tony Thurmond. “Hay que hacer todo lo que sea necesario para ayudarnos a que haya más vacunados, debido a la alta tasa de infección que observamos por la variante Delta. La cantidad de niños y adultos que están muriendo y experimentando graves consecuencias dicta la necesidad de más gente inoculada”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio