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El esfuerzo por destituir al gobernador Gavin Newsom está en dificultades, revela encuesta

Neil Bromley joins a rally organized by supporters to recall Gov. Gavin Newsom in Rowland Heights
Neil Bromley de Hanford se une a un mitin en Rowland Heights, en agosto, organizado por promotores de la destitución del gobernador Gavin Newsom, al mismo tiempo que hacen un llamado para votar por Larry Elder.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

Lo más probable es que los votantes de California se opongan al esfuerzo de destitución liderado por los republicanos contra el gobernador Gavin Newsom, un número creciente teme las consecuencias de revocar su mandato y sustituirlo con un conservador de extrema derecha posicionado para tomar su lugar, según una nueva encuesta realizada por el Instituto de Políticas Públicas no partidista de la entidad.

El sondeo encontró que el 58% de los probables votantes encuestados en California se oponen a destituir al gobernador, en comparación con el 39% que apoya su revocación, una brecha arraigada en la marcada división partidista entre los votantes demócratas y republicanos en el estado.

Los hallazgos, que fueron recopilados por los encuestadores durante un período de nueve días que finalizó el domingo, pueden ofrecer alguna esperanza para Newsom, quien durante el mes pasado expresó su preocupación de que una “brecha de entusiasmo” entre los votantes demócratas y no afiliados podría llevar a su desaparición política, particularmente por la alta participación en el esfuerzo revocatorio entre los republicanos.

En respuesta, el mandatario estatal ha cubierto California con anuncios que atacan a los principales candidatos republicanos, presentándolos como devotos del ex presidente Trump que se oponen a los mandatos de la entidad para las vacunaciones contra COVID-19 y el uso de cubrebocas, una estrategia clara para unir al electorado de izquierda del estado.

En un evento en Oakland el martes para promover las inoculaciones, Newsom comentó que los californianos debían tratar su voto en la revocación de mandato como una decisión de vida o muerte, ya que los principales candidatos republicanos han indicado que rescindirían las órdenes de su administración que consisten en que los escolares usen cubrebocas en las aulas, las vacunas obligatorias para los trabajadores de la salud, así como los requisitos de que los empleados estatales, docentes y miembros del personal escolar sean inoculados o examinados regularmente para detectar el virus.

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Mark Baldassare, presidente y director ejecutivo del instituto, puntualizó que, entre los hallazgos más reveladores de la encuesta, se encuentran el aumento del temor de los votantes sobre las posibles secuelas en California si Newsom es destituido en las elecciones del 14 de septiembre y las crecientes preocupaciones sobre si la campaña para removerlo es un uso apropiado del proceso de revocación de la entidad.

La encuesta encontró que el 41% de los probables votantes indicaron que California estaría peor si se destituye a Newsom, en comparación con el 31% que pensaba que las cosas mejorarían en el estado. El resto contestó que todo seguiría igual o no lo sabía. El 44% expresó que era apropiado utilizar el proceso de revocación de la entidad para remover al mandatario de su cargo, frente al 52% en una encuesta similar en marzo.

“Los demócratas han escuchado mensajes sobre las raíces de esta destitución, así como lo que sucedería con el COVID y otras cosas si se revoca a Newsom”, subrayó Baldassare. “No ha impresionado mucho a los votantes republicanos ni a los independientes, pero ha tenido un impacto en los votantes demócratas”.

Las opiniones de los posibles votantes sobre el actual gobernador y la elección revocatoria caen en gran medida a lo largo de las líneas partidistas en un estado donde los demócratas registrados superan en número a los republicanos casi 2 a 1.

Nueve de cada 10 votantes demócratas se opusieron a destituir al gobernador, mientras que el 82% de los republicanos querían que se fuera. Los votantes independientes, que se registran como “sin preferencia de partido”, estaban divididos de manera más equitativa, con un 49% oponiéndose a la revocación y un 44% apoyándola.

Baldassare agregó que los niveles de apoyo y oposición a la destitución de Newsom siguen de cerca a los resultados encontrados en las encuestas del instituto en mayo y marzo.

Sin embargo, una consulta separada publicada a fines de julio por el Instituto de Estudios Gubernamentales de UC Berkeley, y patrocinada por Los Angeles Times, encontró que los probables votantes de California estaban divididos casi por igual sobre si revocar al gobernador.

La diferencia en los hallazgos refleja las dificultades para determinar quién puede ser un “probable votante”, un cálculo que a menudo se basa en factores como el historial de votaciones, el interés en las elecciones pendientes y si una persona planea ejercer este derecho.

Realizar esa determinación es especialmente desafiante con respecto a la elección revocatoria. Las votaciones no solo se celebran en un momento extraño, a mediados de septiembre, sino que es lo único que figura en la boleta. La última vez que California llevó a cabo una elección de este tipo fue en octubre de 2003, cuando el entonces mandatario estatal, Gray Davis, fue destituido y reemplazado por el republicano Arnold Schwarzenegger.

No hay estrellas de cine ni demócratas prominentes en la boleta electoral en este momento.

La campaña antirevocación de Newsom se ha centrado en gran medida en agrupar bajo un estigma a los republicanos como seguidores de Trump, quien fue derrotado rotundamente en California por Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

Los ataques del gobernador en las últimas semanas se han dirigido al conservador y presentador de programas de entrevistas, Larry Elder, quien se ha convertido en el favorito entre muchos partidarios del expresidente, así como evangélicos.

Newsom, en una llamada de Zoom con activistas de Move On el miércoles por la noche, amplió sus ataques contra Elder y el resto del campo republicano, diciendo que trabajarían para desmantelar los derechos al aborto y el sistema de escuelas públicas al permitir que los padres reciban vales estatales para enviar a sus hijos a escuelas privadas.

Elder era su principal objetivo.

“Tiene esto en común con todos los demás republicanos que apoyaron a Trump”, enfatizó Newsom. “Elder, desde el primer día, eliminará de un plumazo, a través de una orden ejecutiva, los requisitos de cubrebocas en nuestras escuelas públicas, suprimiría la verificación de vacunaciones para nuestros trabajadores de la salud, así como para nuestros empleados escolares y estatales”.

En una conferencia de prensa el miércoles, Elder descartó la idea de que el esfuerzo de destitución solo fue apoyado por los republicanos.

“Esto va mas allá. No se trata solo de republicanos, los independientes y los demócratas también están sufriendo. Por lo tanto, es más desorientación para quitarle tiempo y atención a la razón por la que lo están buscando destituir”, señaló Elder.

La encuesta encontró que el presentador de radio es, por mucho, la opción más popular entre los principales candidatos republicanos que se postulan para reemplazar a Newsom si es destituido.

Entre los votantes probables, el 26% favorece a Elder, en comparación con el 5% del exalcalde de San Diego, Kevin Faulconer, y el 3% para el asambleísta de Rocklin, Kevin Kiley, y el empresario de Rancho Sante Fe, John Cox, a quien Newsom derrotó en las elecciones para gobernador de 2018. La estrella de telerrealidad que participó en los Juegos Olímpicos, Caitlyn Jenner, registró un 1%.

Aproximadamente una cuarta parte de los encuestados señalaron que estaban indecisos, y un número igual indicó que no votarían por ningún candidato sustituto o dieron a conocer que no participarían.

“Solo un candidato se pone de pie debido al reconocimiento del nombre y la asociación con causas conservadoras. Eso es muy atractivo para las personas que apoyan la destitución”, indicó Baldassare.

El seguimiento de Elder entre los oyentes conservadores de programas de entrevistas también le dio una ventaja debido a la naturaleza comprimida de la campaña de la revocación, que se ha desarrollado en poco más de dos meses, señaló Baldassare. Las campañas tradicionales para la gubernatura de California pueden durar años.

La boleta electoral del 14 de septiembre tiene dos preguntas: ¿Debería revocarse a Newsom de su cargo y, si es destituido, qué candidato sustituto debería ocupar su lugar?

Si se revoca el mandato de Newsom, el candidato en la boleta que recibe la mayor cantidad de votos gana, sin importar cuántos reciba. Se espera que el abarrotado campo de candidatos divida al electorado, lo que significa que un republicano que obtenga solo una pequeña fracción de los sufragios podría convertirse en el próximo gobernador de la entidad. Ningún republicano ha ganado una elección estatal desde 2006.

Las boletas ya se han enviado por correo a todos los electores registrados de California. Las votaciones por correo hasta ahora muestran que más del doble de demócratas han votado, en comparación con los republicanos, y que las zonas liberales del estado, como el Área de la Bahía, tienen las tasas de retorno de boletas más altas, según funcionarios estatales e investigadores de datos políticos.

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