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Más de 65.000 estudiantes falsos solicitaron ayuda financiera en una amplia estafa a colegios comunitarios

People walk by a building.
Los estudiantes regresan a clases en Los Angeles City College, que fue uno de los 105 colegios comunitarios estatales objeto de un intento de estafa de ayuda financiera.
(Al Seib / Los Angeles Times)

El funcionario de ayuda estudiantil de California, Patrick Perry, estaba comenzando una verificación de rutina de los registros de ayuda financiera federal hace unas semanas cuando se encontró con una cifra desconcertante: 60.000 solicitudes más de ayuda de un grupo particular de estudiantes este año, en comparación con el pasado.

Eran postulantes por primera vez a los colegios comunitarios de California que tenían más de 30 años, ganaban menos de $40.000 al año y buscaban un título de dos años en lugar de un certificado vocacional. Se encontraban en toda la entidad, aplicando para ingresar a 105 de los 116 campus en el sistema de Colegios Comunitarios de California, con el número más alto en Cerritos, Pasadena, Chaffey, Merced y Antelope Valley. Y sus aplicaciones comenzaron a aumentar en mayo, hasta mediados de agosto.

“Estábamos un poco rascándonos la cabeza y preguntándonos, ‘¿60.000 estudiantes adultos realmente intentaron o no inscribirse a los colegios comunitarios aquí en los últimos meses?’”, indicó el martes Perry, director de políticas, investigación y datos de la Comisión de Ayuda a los Estudiantes de California.

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El jueves alertó a los funcionarios de los colegios comunitarios de la entidad. Casi al mismo tiempo, surgieron conversaciones sobre patrones anormales de inscripción dentro de las listas de destinatarios de correos electrónicos para estos centros educativos, donde los profesores estaban comenzando a cuestionar si algunos de sus “alumnos” eran en realidad cuentas de bots falsas.

Los colegios y los funcionarios de ayuda estudiantil colaboraron y descubrieron lo que se cree que es uno de los intentos de estafa de ayuda financiera más grandes del estado en la historia reciente.

Los funcionarios de los colegios comunitarios de California se negaron a decir si se desembolsó ayuda financiera a alumnos falsos y comentaron que no sabían de ningún fraude confirmado de Cal Grant, pero la investigación continúa.

Perry agregó que cree que el intento de fraude se bloqueó antes de que se distribuyera mucha ayuda, si es que se entregó alguna, porque las clases de los colegios comunitarios recién comienzan y los campus están ahora en alerta máxima. “No puedo decirles si se ha repartido dinero o no, pero creo que probablemente no”, señaló. “Considero que lo hemos detenido”.

No estaba claro qué ayuda financiera podría estar involucrada en el fraude: las becas Cal Grants financiadas por el estado, por ejemplo, las becas federales Pell o las becas de ayuda de emergencia por el COVID-19. Los colegios comunitarios de California han recibido más de $1.6 mil millones en apoyo por la pandemia para estudiantes de bajos recursos.

Además, las solicitudes falsas están afectando la capacidad de los funcionarios de los colegios para determinar las verdaderas cifras de inscripción de alumnos, en un momento de disminución de la asistencia a los colegios comunitarios, así como los grandes esfuerzos con el objetivo de reclutar estudiantes, para ofrecerles ayuda financiera y de emergencia por la pandemia, además de apoyarlos a continuar con sus metas de educación superior. Muchos profesores están abatidos tratando de evaluar si tienen una clase con estudiantes o bots.

Desde la semana pasada, comentó Perry, las cifras de supuestas solicitudes de ayuda financiera falsas han superado las 65.000, y el problema parece limitarse a los colegios comunitarios estatales. No se detectaron patrones irregulares con la Universidad de California o la Universidad Estatal de California.

La Oficina del Inspector General del Departamento de Educación de Estados Unidos confirmó que estaba investigando, pero se negó a hacer más comentarios porque el procedimiento está en curso.

Pero la comisión de ayuda financiera y los colegios comunitarios han encontrado señales de alerta similares tanto para la admisión como para el apoyo económico. A las solicitudes les faltaba un contacto telefónico o tenían el mismo número en varias aplicaciones. Múltiples peticiones usaban la misma dirección de correo electrónico de Outlook.com, colocaron las edades de los estudiantes de hasta 90 años, además repetían domicilios en su mayoría de casas deshabitadas.

“Estábamos analizando la ayuda financiera y ellos se encontraban observando las solicitudes de inscripción, finalmente vinculamos las dos cosas”, puntualizó Perry. “Los dos simplemente coincidieron y en ese momento dijimos: ‘Sí, esto es fraudulento’”.

El sistema de colegios comunitarios está reforzando los informes internos y las medidas de seguridad después de descubrir que el 20% del tráfico reciente en su portal principal para aplicaciones en línea era “malicioso y relacionado con bots”, según un memorando emitido el lunes por Valerie Lundy-Wagner, vicerrectora interina de innovación e infraestructura digital.

Casi tres cuartas partes de ese tráfico fue capturado por un nuevo software llamado Imperva Advanced Bot Protection, que se instaló en julio, y el asunto siguió siendo de “gran preocupación”, señaló Lundy-Wagner.

“Ciertamente estoy alarmado”, admitió el rector de los colegios comunitarios de California, Eloy Ortiz Oakley, quien tiene licencia temporal para trabajar en la administración del presidente Biden. “Hay muchos individuos sin escrúpulos en este momento que intentan acceder y explotar los beneficios, no muy diferente de lo que sucedió con el seguro de desempleo y cualquier otro tipo de ayuda que se ha puesto a disposición recientemente debido a la pandemia”.

“Pero estoy seguro de que los colegios han podido identificar la actividad y están trabajando para mitigar el riesgo de los campus”, expresó.

En San Joaquin Delta College en Stockton, dos profesoras de periodismo empezaron a sospechar después de notar un aumento en la inscripción de sus clases en línea a principios de agosto. ¿Fue esto el resultado de estrategias de reclutamiento escolar o algo más?

Luego notaron otros patrones desconcertantes: alumnos que tomaban clases que no tenían sentido para la especialidad que pretendían; números de identificación casi secuenciales para estudiantes con inscripción el mismo día, a diferencia de las fechas de matriculación aleatorias. Adriana Brogger examinó los comentarios introductorios y descubrió que un alumno señaló estar soltero y vivir con un perro en una respuesta, al mismo tiempo que indicó estar casado y tener cuatro hijos en otra.

Brogger y su colega, Tara Cuslidge-Staiano, alertaron al Senado Académico del colegio la semana pasada. Durante el fin de semana, pasaron horas investigando a los estudiantes sospechosos y descubrieron que la mayoría no tenía números de teléfono o estaban vinculados a códigos de área de fuera del estado.

“Tenía un presentimiento muy real de que se trataba de defraudar a estudiantes y contribuyentes”, enfatizó Brogger.

El domingo, alertaron a los profesores sobre sus hallazgos, ofrecieron consejos sobre cómo detectar a los estudiantes falsos y publicaron la información en un grupo de educadores de Facebook, en el que otros miembros informaron observaciones similares.

Brogger comenta que ella cree que, en su clase, hay seis alumnos reales entre los 45 registrados. Cuslidge-Staiano cree que más de 40 de los 60 integrantes de su clase son bots. Ella está esperando la orientación del colegio antes de sacar a esos estudiantes de su curso.

“Es trágico porque Delta College ha hecho mucho para intentar recuperar las cifras de inscripción. Por un segundo pareció que eso había sucedido; parecía que estábamos regresando a pesar de la pandemia”, mencionó Cuslidge-Staiano. “La parte más difícil de todo esto es que no lo estamos haciendo tan bien como pensábamos”.

San Joaquin Delta College fue el objetivo de más de 1.700 solicitudes cuestionables de apoyo financiero, según datos de la Comisión de Ayuda Estudiantil de California.

El Distrito de Colegios Comunitarios de Los Ríos, que sirve al área metropolitana de Sacramento, mencionó que sus cuatro colegios, American River College, Cosumnes River College, Folsom Lake College y Sacramento City College, fueron el objetivo colectivo en casi 4.600 solicitudes cuestionables de ayuda financiera, según muestran los datos de la comisión.

Ocho de las nueve sedes en el Distrito de Colegios Comunitarios de Los Ángeles figuraron como los mayores receptores de solicitudes de ayuda financiera sospechosas, con la cantidad más grande (1.940) en Los Ángeles City College. A nivel estatal, los tres principales objetivos fueron Cerritos College con 7.452 solicitantes; Pasadena City College con 4.725; y Chaffey College, en Rancho Cucamonga, con 3.847.

En su memorando del lunes, Lundy-Wagner anunció medidas de seguridad más estrictas para minimizar el riesgo de estafas a partir de septiembre. Por primera vez, todos los distritos de colegios y sus campus deberán informar mensualmente el número de casos de fraude de registro sospechado y comprobado, la cifra confirmada de incidentes de defraudación de apoyo financiero, así como su valor en dólares.

Esas medidas se basan en prácticas mejoradas de seguridad implementadas en julio, incluido un software de detección de bots y una nueva política que requiere que los colegios confirmen si las solicitudes consideradas como “probable fraude” son de estudiantes reales o no dentro de dos semanas. A menos que los colegios ratifiquen que los interesados son alumnos verdaderos, la petición se considerará automáticamente como fraude confirmado y se eliminará del sistema.

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