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Por qué el área de Lake Tahoe es vulnerable a los incendios forestales

a firefighter in a burning forest
Un bombero aborda el incendio de Caldor.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

Los bosques que rodean a Lake Tahoe han soportado la colonización, la tala de árboles y la supresión agresiva de incendios que han alterado el equilibrio natural de los incendios forestales.

A medida que el incendio de Caldor continúa propagándose, las autoridades miran con nerviosismo la cuenca de Lake Tahoe como un área potencial de devastación.

El bosque allí, como muchos otros en el oeste de Estados Unidos, ha sufrido una historia de colonización, tala rasa y extinción agresiva de incendios, que alteraron el equilibrio natural de los incendios forestales. Además, está poblado; decenas de miles de personas viven allí durante todo el año y un estimado de 15 millones lo visitan cada temporada, según la oficina de visitantes local.

Algunos funcionarios temen que los factores puedan alinearse para crear un desastre que supere al fuego de Angora, de 2007.

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Hace miles de años, incendios de baja intensidad ardían regularmente en la cuenca, limpiando la densa vegetación joven. Se cree que el pueblo Washoe provocó algunos de estos con fines de manejo territorial; otros fueron generados por un rayo, pero no se apagaron de inmediato, según un informe del Servicio Forestal nacional sobre el historial de siniestros en el área.

Los europeos colonizaron la zona a mediados del siglo XIX y comenzaron a talar árboles para abastecer de madera a las ciudades cercanas y las minas de Comstock Lode. Los investigadores estiman que más del 60% de la cuenca había sido saqueada por el cambio de siglo. Los árboles volvieron a crecer aproximadamente a la misma altura, y su edad comparativamente joven y su falta de diversidad los hicieron más vulnerables al fuego dañino.

Casi al mismo tiempo, el aumento de los equipos de extracción de madera a vapor, los aserraderos y los ferrocarriles incrementaron la posibilidad de que se originaran incendios. En los periódicos de la década de 1880 se hablaba de la destrucción de ciudades enteras. Tahoe City, que entonces constaba de unas 50 casas, dos hoteles y algunas tiendas, se quemaron en 1894, según los archivos de Los Angeles Times. Otro incendio, en 1898, ardió desde el área de Rubicon, en las montañas, hasta la orilla del lago, destruyendo “una gran cantidad de madera valiosa”, confirman los archivos.

Para detener las pérdidas, el gobierno federal a principios de la década de 1900 instauró una política de apagar los incendios forestales en tierras públicas lo más rápido posible. Para 1926, el Servicio Forestal de Estados Unidos había implementado una directiva para suprimir todos los fuegos en 10 acres o menos, un enfoque adoptado por otras agencias.

A pesar de la ralentización del crecimiento de la población, seguimos avanzando a toda velocidad hacia la catástrofe medioambiental, con un aumento constante de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el planeta.

Mientras tanto, la gente continuó moviéndose en masa hacia la cuenca de Lake Tahoe. Después de la Segunda Guerra Mundial, se construyeron decenas de miles de casas entre los árboles, y los vecindarios ahora están llenos de casas de estilo alpino con techos y terrazas de madera, cuyos patios están cubiertos con agujas de pino.
Aunque bien intencionadas, las prácticas agresivas de extinción de fuegos sirvieron para bloquear aún más el ciclo natural de incendios de baja intensidad. Fueron, hasta cierto punto, exitosos: tan recientemente como en 2004, ningún incendio en el área había crecido a más de 2.000 acres desde 1908, según un informe del Servicio Forestal de EE.UU.

Luego, en 2007, el fuego de Angora, que fue provocado por una fogata abandonada, quemó más de 3.100 acres, destruyó 254 casas y otras 75 estructuras durante seis días. Las autoridades culparon a los fuertes vientos y la baja humedad por la velocidad con la que el siniestro arrasó el área.

Condiciones similares se dieron el lunes, cuando el incendio de Caldor se acercó a la cuenca de Lake Tahoe, después de haber calcinado 177.260 acres y destruido más de 470 casas.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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