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Vacunación: Las zonas rurales del norte de California están rezagadas, y los casos de COVID-19 aumentan

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Manifestantes en un evento de micrófono abierto contra las restricciones del coronavirus y las vacunas, en octubre pasado en Redding.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)

Algunos condados rurales en el norte de California están rezagados en las tasas de vacunación contra el COVID-19 en comparación con el resto del estado, y ello hace que los casos se mantengan estables o, a veces, aumenten.

Un análisis de The Times descubrió que los condados con las tasas de vacunación más bajas tienen mayor probabilidad de mostrar tasas de casos recientes per cápita más altas. Los condados en las zonas rurales del norte de California y el área metropolitana de Sacramento obtuvieron los peores resultados, mientras que el sur del estado y el Área de la Bahía obtuvieron mejores resultados en términos de índices altos de vacunación y tasas diarias más bajas, encontró el análisis.

Los funcionarios de salud en algunas de las áreas rurales con bajas tasas de inmunización pugnan contra la renuencia de los residentes a vacunarse, lo cual deja un mayor porcentaje de la población expuesta al coronavirus que en las zonas más urbanas de California, donde los casos siguen cayendo en picado.

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“El COVID sigue aquí y todavía es bastante frecuente en nuestra comunidad”, afirmó Kerri Schuette, oficial de información pública de la Agencia de Salud y Servicios Humanos del condado de Shasta, donde solo el 36% de los residentes tienen al menos una dosis. “Eso es especialmente preocupante en un condado que no tiene una tasa de vacunación muy alta, por lo cual hay muchas personas que aún son vulnerables”.

Estas brechas en la cobertura de vacunas, aunque no son nuevas, están generando preocupaciones de que algunas franjas del estado siguen en riesgo de posibles brotes, lo cual complica el surgimiento de California de la pandemia que alteró la vida durante más de un año.

En el estado en general, el 54% de los residentes de todas las edades tienen al menos una dosis de vacuna, según datos compilados por The Times.

En los condados de San Diego, San Francisco, Santa Clara, San Mateo y Marín, más del 67% de los residentes están vacunados, al menos parcialmente. Pero en gran parte del norte rural del estado, menos del 45% de los residentes lo hicieron.

Las áreas donde se vacuna a menos personas tienen más probabilidades de ver un repunte del coronavirus, según los funcionarios. “Estamos viendo altas tasas de casos en nuestros condados rurales del norte, donde las tasas de vacunación son más bajas”, tuiteó la Dra. Erica Pan, epidemióloga estatal.

Entre los condados preocupantes en la zona rural del norte del estado se encuentran Tehama y Siskiyou, los únicos dos en California identificados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU (CDC) con una tasa de transmisión de virus “alta”.

Solo el 27% de los residentes del condado de Tehama se han aplicado la vacuna, según datos compilados por The Times, y el condado ha tenido las peores tasas de casos de California en los últimos siete días, con alrededor de 20 nuevos casos por día por cada 100 mil residentes. Se trata de un aumento de ocho casos nuevos por cada 100 mil habitantes, en comparación con un mes atrás.

Solo el condado de Lassen tiene un nivel de vacunación más bajo que Tehama, alrededor del 22%. Durante el período de siete días que terminó el domingo, hubo siete casos diarios por cada 100 mil residentes en el condado de Lassen, en comparación con aproximadamente tres de hace un mes.

En el condado de Humboldt, donde el 50% de los residentes están al menos parcialmente vacunados, la tasa diaria de casos por cada 100 mil residentes a principios de abril fue de solo dos. A mediados de mayo aumentó a 18 antes de caer a alrededor de nueve durante el período de siete días que terminó el domingo.

Shasta, uno de los cuatro condados en todo el estado que todavía se encuentra en el segundo nivel más restrictivo en el marco de reapertura del estado —el nivel rojo— no logra reducir sustancialmente su tasa diaria de casos hace meses. Un mes atrás, su tasa de casos diaria promedio era de ocho por cada 100 mil habitantes; subió a un máximo de 14 a principios de mayo antes de caer a 7.5 durante el período de siete días que finalizó el domingo.

En comparación, por cada 100 mil residentes, el condado de Orange informa 0.9 nuevos casos al día; el de Santa Clara, 1.1; Ventura, 1.4; San Francisco, 1.6; y San Diego, 2.3. Excluyendo una acumulación reciente de casi 3.900 casos antiguos de coronavirus, el condado de Los Ángeles informa 1.9 nuevos casos diarios por cada 100 mil habitantes durante la semana pasada.

Los funcionarios de salud están preocupados por la falta de interés en la vacunación en las áreas rurales del norte del estado. “Últimamente hemos visto una total ausencia de interés por la vacuna. Ya lo había informado antes, pero eso no ha cambiado”, señaló el Dr. Warren Rehwaldt, oficial de salud del condado de Del Norte, en una reunión pública reciente. Solo el 35% de los residentes recibieron al menos una vacuna en el condado de Del Norte, donde se encuentra Crescent City, en la frontera con Oregón.

Gran parte de las dudas sobre las vacunas se debe a la desconfianza hacia los funcionarios de salud, los políticos y los científicos. La información errónea sobre el costo, la eficacia y los efectos secundarios de las vacunas se ha extendido a través de las redes sociales, dejando a los funcionarios de salud con la doble tarea de facilitar al máximo la vacunación y derribar las teorías de conspiración que pueden disuadir a las personas de pedir una cita.

El condado de Shasta, hogar de Redding y uno de los más poblados del norte del estado, ha estado especialmente polarizado sobre la respuesta del gobierno al COVID-19. De hecho, hay un intento de destituir a tres miembros de la Junta de Supervisores del condado de Shasta que apoyaron las órdenes de salud pandémica del gobernador Gavin Newsom.

Schuette señaló el martes que no cree que el condado de Shasta sea “significativamente diferente a muchas otras áreas rurales y conservadoras. Tenemos más personas aquí que dudan en vacunarse”.

“Trabajamos mucho durante los últimos 16 meses, aproximadamente, para construir nuestra reputación como una fuente confiable de información”, destacó Schuette. “Hemos respondido miles de preguntas por Facebook, correo electrónico y en reuniones informativas para los medios y en reuniones públicas. Realmente estamos tratando de proporcionar esa información precisa y basada en la ciencia a la que las personas puedan referirse y revisar mientras buscan tomar la decisión de si hoy es el día en que están listas”.

De hecho, la difusión de información precisa es clave, destacó la epidemióloga de UC San Francisco, la Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, y señaló que algunas personas sospechaban que les cobrarían por las inyecciones, que son gratuitas.

Las encuestas realizadas por la Kaiser Family Foundation demostraron que los republicanos y los residentes rurales se encuentran entre los grupos menos entusiastas en Estados Unidos. Cuando se trata de vacunarse, aproximadamente el 26% de los residentes rurales de EE.UU y el 28% de los republicanos afirman estar convencidos de no vacunarse o de que lo harán solo si es necesario; en comparación, el 15% de los residentes urbanos, el 19% de los suburbanos, el 20% de los votantes independientes y el 7% de los demócratas dicen lo mismo.

Sin aumentar las tasas de vacunación, “la preocupación es que esta enfermedad endémica estará latente en la población”, comentó Brad Pollock, epidemiólogo de UC Davis. “Cuanto más tiempo permanezca, más probabilidades tendrá de que aparezcan estas extrañas cepas mutantes”.

En comparación con las oleadas anteriores de la pandemia, las personas no vacunadas ahora tienen que lidiar con una variante más contagiosa, B.1.1.7, recientemente nombrada como ‘variante Alfa’ por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se convirtió en la cepa dominante en California.

“Eso significa que el patógeno es más infeccioso y eficiente para infectar”, resaltó Pollock. “Quienes no estén vacunados tendrán más probabilidades de infectarse y de contagiarlo”.

No es solo la duda ante las vacunas lo que juega un papel en las bajas tasas de inmunización, la falta de acceso también es un factor. Según Bibbins-Domingo, las estrategias que pueden ser relativamente exitosas en las áreas urbanas y los suburbios, como la administración de inyecciones en los sitios de vacunación masiva y las principales cadenas de farmacias, pueden no funcionar en las áreas rurales, donde hacer que las vacunas lleguen a manos de pequeñas clínicas y farmacéuticos locales puede ser más efectivo.

“El acceso siempre ha sido, y sigue siendo, la mayor barrera para nuestras tasas de vacunación, en contraposición a la creencia inherente de alguien que no quiere vacunarse”, resaltó Bibbins-Domingo. “Cuando los casos aumentan, y adoptamos estrategias para reducir las barreras al acceso, ponemos las dosis en manos de los esos médicos y grupos comunitarios que realmente tienen la confianza de una comunidad, la gente se vacuna. Lo comprobamos una y otra vez. Eso es lo que tenemos que hacer ahora”.

Sin duda, no todos los condados con tasas de vacunación bajas tienen tasas de infección relativamente altas. El de Trinity, que tiene una población de solo 13 mil habitantes, posee una de las tasas diarias de casos de coronavirus más bajas del estado, a pesar de que solo el 35% de sus residentes están vacunados, al menos parcialmente. El de Del Norte promedió un nuevo episodio de coronavirus por día durante la semana pasada, a pesar de su baja tasa de vacunación.

Sin embargo, a medida que comienza el verano, podría ser problemático si los brotes en un área del estado se extienden a gente que se desplaza, como los trabajadores agrícolas, algunos de los cuales siguen sin vacunar.

“Cuando entramos en las intensas temporadas agrícolas y la gente ocupa viviendas densamente pobladas, cerca de los campos o en estos pequeños pueblos, siempre existe el riesgo de transmisión”, enfatizó el Dr. George Rutherford, el epidemiólogo de UC San Francisco. “A los trabajadores agrícolas que van y vienen, y están en las cosechas en todo el estado […] realmente les vendría bien la aplicación de la vacuna J&J, de dosis única”.

Lin reportó desde San Francisco; Money y Greene desde el sur de California.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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