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Empresas en comunidades mayoritariamente blancas recibieron préstamos del PPP en índices más altos, según un análisis

Edward Flores stands in front of a small Mexican cafe
Edward Flores, dueño de Juanita’s Cafe en Olvera Street, tuvo que reducir sus horas de operación y despedir a su personal el año pasado en medio de la pandemia.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

Al igual que otros empresarios negros en su vecindario de Inglewood, Annie Graham ha luchado por mantener a flote su negocio durante la pandemia.

En la boutique de ropa Ms. Ann’s en Manchester Boulevard, las mejores galas de Pascua que Graham almacenó la primavera pasada permanecen en los estantes. También están intactos muchos de los trajes exclusivamente blancos para bodas y fiestas que vende en su tienda de al lado, White House. Los clientes, dijo, ahora compran principalmente vestidos para los funerales.

Annie Graham poses with colorful clothing in her dress shop
A Annie Graham, propietaria de la tienda de ropa Ms. Ann’s en Inglewood, se le rechazó su solicitud del año pasado para un préstamo del PPP.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

Así que el año pasado, cuando se atrasó en el alquiler de su local comercial y de su casa, Graham tuvo que despedir a su equipo de seis, todos contratistas independientes y la mayoría de ellos familiares. También recurrió al Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP, por sus siglas en inglés), una iniciativa del gobierno federal que prometía ayudar a empresas como la suya proporcionando uno de los mayores rescates financieros desde la Gran Depresión.

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Al firmar la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica para el Coronavirus, o CARES, el entonces presidente Trump anunció que los préstamos del PPP brindarían un “apoyo sin precedentes a las pequeñas empresas” para “mantenerlas fuertes”. El programa ha inyectado más de $770 mil millones en este sector, incluido Reveal del Center for Investigative Reporting y Los Angeles Times, desde abril de 2020.

Pero después de enviar su solicitud, se le notificó a Graham que fue rechazada. En su rincón de Inglewood, solo el 32% de las empresas recibieron préstamos del PPP.

“Para mí, no poder obtener ayuda, es doloroso, eso es todo lo que puedo decir”, comentó.

Mannequins in yellow dresses in the window of a storefront and on the sidewalk near the door
Annie Graham, propietaria de la tienda de ropa Ms. Ann’s en Inglewood, dijo que se atrasó en el alquiler de sus tiendas y de su casa durante la pandemia, el año pasado, y tuvo que despedir a su equipo de seis, todos contratistas independientes y la mayoría de ellos familia.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

A través de la Ley CARES, el Congreso ordenó a la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés), y al Departamento del Tesoro que emitieran orientación a los prestamistas para garantizar que el programa de préstamos “diera prioridad a las preocupaciones y entidades de las pequeñas empresas en los mercados rurales y desatendidos”.

Sin embargo, un análisis de Reveal de más de 5 millones de préstamos del PPP encontró disparidades raciales generalizadas en cómo se distribuían esos préstamos. En la gran mayoría de las áreas metropolitanas con una población de 1 millón o más, el índice de préstamos a vecindarios de mayoría blanca fue más alto que el de cualquiera con mayorías latinas, negras o asiáticas.

Los Ángeles tenía algunas de las peores disparidades de la nación. Aunque las comunidades de color se vieron mucho más afectadas por el COVID-19, las empresas en los vecindarios de mayoría blanca obtuvieron préstamos con doble frecuencia, en comparación con los que recibieron los distritos censales de mayoría latina, 1.5 veces más que los negocios en áreas de mayoría negra y 1.2 veces que en zonas asiáticas.

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Shannon Giles, portavoz de la Administración de Pequeñas Empresas, señaló que la agencia no comenta sobre los análisis de terceros de sus datos.

El análisis, basado en registros publicados después de que Reveal y otras 10 organizaciones de noticias demandaron a la Administración de Pequeñas Empresas por el acceso a los datos de préstamos del PPP, es el primer vistazo a cómo se distribuyeron los beneficios del programa federal a nivel de tramo censal.

Debido a que el Departamento del Tesoro y la SBA inicialmente excluyeron un cuestionario demográfico estándar de la solicitud del PPP, los bancos no recopilaron información de forma rutinaria sobre la raza o el género de los prestatarios. Entonces Reveal analizó los totales de préstamos y los datos comerciales de acuerdo con la composición racial de cada población censada.

Una variedad de factores contribuyó a las disparidades, incluidas las fallas tanto de los bancos como del gobierno para garantizar adecuadamente la equidad en el programa, según los registros federales y los expertos en préstamos.

Las reglas del PPP desfavorecían a las empresas sin empleados y exigían números de Seguro Social y otros registros de los que carecen algunos pequeños empresarios. Los bancos se enfocaron en clientes existentes y más enriquecidos, sin llevar a cabo un acercamiento adecuado a las comunidades de color, según una investigación del Congreso.

Jesse Van Tol, director ejecutivo del grupo de préstamos justos National Community Reinvestment Coalition, dijo que las disparidades muestran que los bancos no cumplieron con una ley federal de 44 años que les obliga a servir de manera equitativa a todas las comunidades donde hacen negocios.

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Las disparidades raciales en el despliegue de PPP pueden no ser evidentemente ilegales, dijo Van Tol, porque la ley tiene mecanismos limitados de responsabilidad. Pero de las disparidades, comentó: “¿Es justo? No. ¿Es equitativo? No. ¿Viola el espíritu de la Ley de Reinversión Comunitaria? Absolutamente”.

People walk past the exterior of Cantalini's Salerno Beach Restaurant
El propietario del restaurante Salerno Beach de Cantalini en Playa del Rey pudo obtener préstamos del PPP para ayudarle a sobrevivir la pandemia.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

En Playa del Rey, en Los Ángeles, donde las empresas han tenido problemas durante la crisis de salud, el análisis de Reveal encontró que el 61% de las empresas en el vecindario predominantemente blanco han recibido asistencia del PPP.

El restaurante Cantalini’s Salerno Beach, una institución local fundada en 1962, obtuvo un préstamo del PPP de $95.000 en abril de 2020 y $133.000 adicionales en enero. No fue fácil: cuando la propietaria Lisa Schwab se puso en contacto por primera vez con su propio banco, Wells Fargo, dijo: “Simplemente estaban muy ocupados”. Presentó una solicitud exitosa con WebBank, un prestamista en línea.

“No hay forma de que hubiéramos sobrevivido sin ese dinero”, dijo Schwab. “Fue un salvavidas”.

Quince minutos al este se encuentra la ciudad de Inglewood, uno de los últimos enclaves negros del área, donde los dueños de negocios obtuvieron préstamos del PPP a aproximadamente la mitad de la frecuencia.

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El negocio de ropa de Graham, que abarca varios locales, marca la culminación de un sueño de décadas para la excosmetóloga que se mudó a la ciudad desde Greenville, Alabama, en la década de 1970.

Comenzó poco a poco, buscando mercadería en reuniones de intercambio, tiendas de segunda mano y ventas de garaje, desarrollando un ojo para los artículos con potencial de reventa. Finalmente, hace 15 años, pudo alquilar una tienda en Manchester Boulevard.

La pandemia amenazó con ponerle fin a su arduo trabajo.

Primero intentó solicitar un préstamo del PPP en su banco, Wells Fargo, pero encontró que el proceso en línea era complicado y no pudo enviar una solicitud correctamente.

En mayo de 2020, escuchó que una empresa propiedad de la ex estrella del baloncesto, Magic Johnson, había invertido $100 millones con MBE Capital Partners a fin de financiar préstamos del PPP para empresas propiedad de minorías y mujeres. Así que Graham presentó una solicitud con la empresa Fintech de Nueva Jersey.

MBE le envió un correo electrónico para decirle que necesitaba enviar los documentos de nómina del IRS. Pero al igual que el 96% de los propietarios de negocios negros, Graham no tiene empleados. MBE rechazó su solicitud.

Envió una carta a MBE al día siguiente. “Soy una pequeña empresa propiedad de mujeres pertenecientes a minorías”, escribió. “Tenía entendido que su misión era ayudar y asistir a negocios como el mío”.

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A red billboard says Get up to $50k in PPP
Una valla publicitaria muestra un anuncio de asistencia para préstamos del PPP en el centro-sur de Los Ángeles.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

En una entrevista con Reveal, la presidenta de MBE, Carra Wallace, reconoció que el prestamista debería haber contactado a Graham para ayudarla a revisar su solicitud. Pero dijo que la empresa estaba abrumada al revisar aproximadamente 20.000 solicitudes del PPP. El análisis de Reveal muestra que MBE otorgó préstamos a vecindarios de mayoría negra a una tasa mucho más alta que la mayoría de los otros prestamistas.

“Somos una pequeña empresa que pertenece a una minoría y, de repente, nos pidieron participar, ayudar e hacer algo bueno por nuestra comunidad”, explicó Wallace. “No teníamos los recursos para pasar una hora hablando por teléfono con alguien”.

Más al este de Manchester se encuentra un tramo predominantemente latino del sur de Los Ángeles, donde el panorama empeora. Aquí, solo el 10% de las empresas recibieron apoyo del PPP, seis veces menos que en Playa del Rey.

Herminia Reyes stands in front of the order window at Alfredo's Mexican Food
Herminia Reyes no fue elegible el año pasado para un préstamo del PPP para ayudar a su negocio, Alfredo’s Mexican Food en el sur de Los Ángeles.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

Cuando golpeó la pandemia, Herminia Reyes pasó a los servicios a domicilio y confió en la ventanilla para autos de su restaurante, Alfredo’s Mexican Food. Como inmigrante que paga impuestos con un número de identificación de contribuyente individual, o ITIN, en lugar de un número de Seguro Social, el PPP la excluyó el año pasado.

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“No he tenido ninguna ayuda del gobierno”, precisó. “Me sentí desanimada cuando descubrí que no podía presentar una solicitud”.

Xs made of yellow tape block off seats at two tables inside a restaurant
Los asientos están marcados con cinta adhesiva para fomentar el distanciamiento social en Alfredo’s Mexican Food.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

En la comunidad predominantemente asiática de Monterey Park, el 32% de las empresas recibieron préstamos del PPP. Uno de estos casos es el de Ron Tang, propietario del local de té de burbujas One Zo.

Tang, ex gerente de impuestos, indicó que tenía una buena relación con Bank of America; cuando su afluencia peatonal se redujo drásticamente, el año pasado consiguió fondos del PPP con facilidad.

Pero desde entonces, el banco rechazó su solicitud dos veces debido a una “discrepancia de identificación fiscal”.

“Llamé varias veces y, en ocasiones, indicaban que el obstáculo era la SBA, o que estaban revisando mi solicitud”, explicó. “Realmente no sé quién [tiene] la culpa. Es más como: ¿Por qué me está pasando esto en un momento en el que realmente necesitamos los recursos?”.

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En octubre, un subcomité selecto del Congreso sobre la crisis del coronavirus emitió un informe muy crítico sobre la implementación del programa.

El Congreso había ordenado a la SBA y al Departamento del Tesoro que dieran prioridad a las comunidades desatendidas y las “personas económicamente desfavorecidas”, según el lenguaje de la Ley CARES. En cambio, varios bancos aceleraron el proceso del PPP para los clientes más ricos “a más del doble de la velocidad de los préstamos más reducidos para las pequeñas empresas más necesitadas”, según el informe.

El subcomité encontró que la Asociación de Banqueros Estadounidenses, citando una llamada con el Departamento del Tesoro, les dijo a sus miembros que dirigieran los préstamos del PPP a los clientes existentes.

Al menos un banco importante sabía que esto crearía “un mayor riesgo de impacto desigual en las empresas propiedad de minorías y mujeres”, según un memorando interno de Citibank citado en el informe. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York descubrió que la mayoría de los propietarios de negocios negros no tienen una relación bancaria existente.

Aunque el Departamento del Tesoro luego negó haber dado esta disposición, el informe encontró que varios bancos importantes avanzaron con la directiva. La agencia no respondió a las solicitudes de comentarios.

La SBA declinó una entrevista. En respuesta a una solicitud para delinear los pasos que tomó la institución para priorizar las comunidades desatendidas el año pasado, el portavoz Giles escribió: “La SBA continúa apoyando los esfuerzos para beneficiar a las empresas más pequeñas y las comunidades desatendidas y abordar las posibles barreras de acceso al capital. También ha pedido a sus socios prestamistas que redoblen sus esfuerzos para ayudar a los prestatarios elegibles en estas comunidades”.

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“Este fue un programa del gobierno”, señaló Van Tol, de la Coalición de Reinversión Comunitaria Nacional. “No hubiéramos dicho que solo puede obtener su cheque de estímulo si tiene una relación con un banco que va a ofrecer este apoyo. Pero así es como se desarrolló el programa PPP”.

En el área de Los Ángeles, Wells Fargo, el cuarto prestamista del PPP más grande del país, otorgó préstamos a negocios en vecindarios de mayoría blanca a más del doble de frecuencia que prestó a locales en zonas predominantemente negras y latinas.

El banco rechazó la solicitud de entrevista de Reveal, pero el portavoz Manuel Venegas dijo en un comunicado que el prestamista estaba al tanto de las disparidades.

En respuesta, Venegas indicó que el banco suministró capital a organizaciones de desarrollo comunitario y lanzó una campaña de correo electrónico en febrero, casi un año después del lanzamiento del PPP, dirigida a los clientes de Wells Fargo en comunidades de color “para eliminar esas brechas de conciencia y ayudar a que estos propietarios obtengan el apoyo que necesitan”.

Storefronts on an empty street include Mirror Barbershop and Gonzalez Outlet
Tiendas con poca afluencia peatonal en el sur de Los Ángeles.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

JPMorgan Chase, que prestó la mayor cantidad de dinero del PPP el año pasado con $29 mil millones, produjo disparidades similares.

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Anne Pace, portavoz del banco de inversión, dijo en un comunicado que más del 32% de sus préstamos del PPP el año pasado se destinaron a pequeñas empresas en comunidades de color. Pero ella no disputó las disparidades que afectan a las comunidades negras y latinas.

“Sabemos que hay más por hacer”, manifest´ó.

Ningún prestamista fue más dominante en la implementación del PPP que Bank of America, que facilitó la mayoría de los préstamos del programa en el país: 343.500. En el área de Los Ángeles, envió préstamos a comunidades blancas a casi el doble de lo que hizo a comunidades predominantemente latinas y negras.

Cuando se le preguntó sobre las disparidades, Dan Letendre, un vicepresidente de Bank of America enfocado en servir a las comunidades de bajos ingresos, señaló que las reglas del PPP fueron diseñadas inicialmente a favor de las empresas con empleados. Dado que las compañías unipersonales son más comunes en las comunidades de color, indicó, “vieron menos dinero”.

Los bancos, bajo la Ley de Reinversión Comunitaria, deben satisfacer afirmativamente las necesidades crediticias de las comunidades donde operan. Pero los bancos pueden cumplir con este mandato delegando el trabajo a instituciones financieras de desarrollo comunitario, o CDFI, que trabajan en estrecha colaboración con las comunidades desatendidas.

Letendre indicó que Bank of America, que ha aprobado más de $25.5 mil millones en préstamos del PPP, otorgó más de $850 millones en créditos a CDFI que se destinaron a aproximadamente 10.000 beneficios del programa.

La dependencia de los bancos de las CDFI y las llamadas instituciones de depósito minoritarias, según el informe del Congreso, “no logró abordar adecuadamente las necesidades de las pequeñas empresas propiedad de minorías y mujeres”.

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Frente a las críticas, la SBA y el Departamento del Tesoro reservaron $10 mil millones para CDFI durante la segunda ronda el año pasado.

Una tarde reciente, Mark McKenna se sentó en el escritorio de su dormitorio y miró fijamente tres monitores de computadora. Con los auriculares puestos, hizo llamadas a los dueños de negocios que solicitaban préstamos PPP, o aquellos que sospechaba que podrían calificar.

McKenna es oficial de desarrollo de negocios de Préstamos, una CDFI fundada por la organización sin fines de lucro “Chicanos Por La Causa”, con sede en Phoenix.

Con la mayoría de sus clientes en Arizona, Nevada y California, Préstamos aprobó más de 900 beneficios del PPP por un total de $26 millones el año pasado, superando a la mayoría de los otros prestamistas en las comunidades latinas. Al igual que otras CDFI, Préstamos recibió financiación de importantes organizaciones, como Bank of America y Wells Fargo.

McKenna dijo que el PPP excluyó a muchos propietarios de pequeñas empresas porque una gran cantidad de bancos no se comunicaban directamente con los propietarios únicos. Otros no tenían los documentos financieros necesarios ni el equipo para escanearlos.

“No puedo ni decirles cuántas personas ni siquiera se molestaron por presentar una solicitud porque no tenían esas capacidades”, comentó.

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Edward Flores, wearing a mask, holds tongs while cooking at a stovetop in his restaurant
Edward Flores, dueño de Juanita’s Cafe, hace taquitos, uno de los artículos más populares del restaurante de la calle Olvera.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)

Edward Flores es dueño de un café en Olvera Street, el área del centro histórico de Los Ángeles bordeada de restaurantes mexicanos y tiendas de artesanías. Se hizo cargo de Juanita’s Café, fundado por su abuela en 1944, hace tres décadas.

Con las ventas cayendo catastróficamente en su restaurante, Flores tuvo que reducir sus horas de operación y despedir a su personal el año pasado. Cuando la ciudad permitió que los restaurantes sirvieran comida para llevar, él fue a la cafetería a las 4 a.m. para cocinar pequeños lotes de comida, durante jornadas de 13 horas. Un día ganó solo $11.25 con sus ventas de comida.

Con esos ingresos, Flores dijo que no tenía motivos para creer que su banco quisiera ayudarlo. No solicitó un apoyo del PPP.

En el sector censal predominantemente latino que incluye Olvera Street, solo el 21% de las empresas obtuvieron préstamos del PPP el año pasado.

Small storefronts and booths with goods piled high line a brick walkway under colorful paper flags
La gente camina por la histórica calle Olvera.
(James Bernal for Reveal / Los Angeles Times)
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Aunque no recibió un préstamo que pudiera ser condonado bajo el PPP, Flores fue aprobado para un préstamo de $108.000, bajo el programa de Préstamos por Daños Económicos por Desastre de la SBA. Ese préstamo no puede ser condonado y ya ha llegado un estado de cuenta por correo.

“Estoy bastante seguro de que vamos a sobrevivir”, señaló. “Eso es probablemente lo que muchas empresas están tratando de hacer: simplemente sobrevivir”.

Diseñar un PPP para depender de los prestamistas comerciales nunca resultó en préstamos equitativos, señaló Paulina González-Brito, directora ejecutiva de la Coalición de Reinversión de California, que aboga por la banca justa en las comunidades de color. La discriminación racial a través de las líneas rojas y otras prácticas ha plagado durante mucho tiempo a la industria crediticia.

La Ley de Reinversión Comunitaria de 1977 fue diseñada para abordar algunos de los problemas, pero la ley carece de fuertes mecanismos de aplicación y no menciona explícitamente la raza. En 2018, Reveal descubrió que a los hogares negros y latinos todavía se les negaban hipotecas convencionales a tasas mucho más altas que a sus contrapartes blancas.

“Francamente, no es suficiente que los directores ejecutivos de los bancos digan que las vidas de los negros importan”, dijo González-Brito. “Tiene que haber cambios de políticas y de sistemas dentro de sus propias prácticas si realmente vamos a hacer una diferencia en la forma en que han estado funcionando durante generaciones”.

La administración Biden ha realizado algunos cambios en los PPP que ya están cosechando beneficios para los propietarios de empresas muy pequeñas. En febrero, estableció un período de solicitud de préstamo del PPP exclusivo de 14 días para negocios con menos de 20 empleados. Para el 5 de marzo, las aprobaciones de préstamos para empresas minoritarias habían aumentado un 20%, según la SBA.

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Los propietarios únicos pueden presentar una solicitud informando sus ingresos brutos en lugar de netos, lo que da como resultado montos de préstamos más grandes. Y los dueños de negocios con ITIN, en lugar de números de Seguro Social, ahora son elegibles. La ronda actual de solicitudes del PPP se cierra el 31 de mayo.

Para muchas empresas, estos cambios llegaron demasiado tarde.

Un estudio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York encontró que la propiedad de empresas negras disminuyó drásticamente (41%) en los primeros meses de la pandemia, 2½ más que las empresas blancas. La propiedad de compañías latinas y asiáticas también cayó con más frecuencia que en el sector blanco, con 32%, 26% y 17%, respectivamente.

Al igual que con las prácticas de marcado rojo de décadas pasadas, los patrones dispares de préstamos del PPP corren el riesgo de retener a las comunidades de color durante generaciones, indicó Kevin Stein, subdirector de la Coalición de Reinversión de California.

“¿Cuáles son las principales formas en que las personas acumulan riqueza? Es a través de la propiedad de la vivienda y luego es a través de una pequeña empresa”, señaló.

En Inglewood, Graham, la propietaria de Ms. Ann’s, comentó que está colgando de un hilo.

Ella recibió $15.000 del Programa de Subvenciones de Ayuda por el COVID-19 para Pequeñas Empresas de California, pero “mi alquiler lo consumió de inmediato”, comentó. También fue aprobada para un préstamo económico por desastre. Solicitó apoyo del PPP nuevamente, esta vez a través de otro CDFI que no le pidió documentos de nómina. Fue aprobada en marzo por casi $15.000.

“Construí mi negocio sobre la base de la fe y la fuerza”, señaló. “No en lo que alguien más pueda hacer. Así que es por eso que estoy tratando de aguantar”.

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David Rodríguez y Sarah Cohen, de Reveal del Center for Investigative Reporting, contribuyeron a este artículo.

Sobre este artículo

Este artículo fue publicado en colaboración con Reveal del Center for Investigative Reporting, una organización periodística sin fines de lucro con sede en Emeryville, California. Morel, Al Elew y Harris escriben para Reveal. Reyes-Velarde es redactora del Times.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

About this story

This article was reported in collaboration with Reveal from the Center for Investigative Reporting, a nonprofit journalism organization based in Emeryville, Calif. Morel, Al Elew and Harris write for Reveal. Reyes-Velarde is a Times staff writer.
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