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Columna de Adictos y adicciones: Adicción al sexo

ARCHIVO.- EFE

En repetidas ocasiones, hemos dicho, que una adicción se caracteriza por una conducta compulsiva, y tal parece que todo aquello que nos causa placer puede convertirse en una adicción, por ello no podría quedar fuera la adicción al sexo.

Los especialistas prefieren llamarle trastorno de hipersexualidad, en vez de adicción, ya que la conducta compulsiva hacia el sexo es considerada como una enfermedad mental; sin embargo, quienes la padecen, la describen como una adicción, en cuanto a que sienten un impulso sexual que no pueden controlar, viven angustiados y con sentimientos de culpa; también se ven afectadas de manera negativa las relaciones interpersonales, la familia, el trabajo, la autoestima y en general, la salud física y mental.

A Marina el sexo le provoca placer y culpa, nació y vivió en una familia muy tradicional: “No se hablaba de sexo, crecí creyendo que el sexo era pecado. A los 12 años descubrí la masturbación, me asusté, me sentí sucia y culpable, era mi secreto, nadie debía saberlo”.

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Marina desarrolló dos tipos de personalidades, en una representaba todos los valores familiares, era una joven agradable y bien educada, mientras su otra personalidad estaba llena de fantasías eróticas. “Me sentía culpable, pero al mismo tiempo era una emoción indescriptible. Ahora sé que era mi válvula de escape, a través de la masturbación liberaba tensión, en la soledad del baño o en la oscuridad de mi recámara me fugaba a mi mundo”.

“De la privacidad de mi casa las cosas pasaron a mayores, en la escuela y más tarde en el trabajo, fui considerada una puta. Me volví cínica y rebelde, empecé a perder el control. Tuve múltiples parejas de ambos sexos, empecé a consumir pornografía y drogas, hasta que contraje una enfermedad de transmisión sexual que cambió mi vida para siempre”.

Estimado lector, querida lectora, como tal vez usted sepa, toda adicción está considerada como un trastorno de la personalidad, la adicción a las drogas, por ejemplo, desarrolla en la mayoría de los casos, una dependencia física a la sustancia, además de un trastorno conocido como: trastorno obsesivo compulsivo.

Igual que muchos adictos a una sustancia, Marina hizo múltiples intentos por controlar su conducta. Se prometía a sí misma no repetir esas experiencias, no quería volver a despertar sin saber qué había pasado, ni con quiénes había tenido sexo. Cada vez que fracasaba en su intento, caía en un pozo más hondo.

El caso de Marina, tiene además de las implicaciones de su conducta sexual, todo el estigma que pesa sobre las mujeres, al contrario de los hombres, quienes encuentran en el contexto social y laboral mucha más benevolencia hacia una conducta sexual compulsiva.

Sin importar el género, una conducta sexual compulsiva, destruye personalidades, carreras, amistades y familias, es un tema muy serio.

Por tratarse de un tema tan íntimo como la sexualidad, hay muchos casos que no se reportan, por lo tanto, no es posible saber a cuántas personas afecta este trastorno de la personalidad, sin embargo, organizaciones de salud pública estiman que en Estados Unidos un cinco por ciento de la población padece adicción al sexo o hipersexualidad y afecta más a hombres que a mujeres.

Columna de Adictos y Adicciones

Ciertamente hay personas que son más activas sexualmente que otras, además, no existen normas establecidas sobre la frecuencia “normal”, a algunos les vendrá muy bien una vez por semana y para otros todos los días, como he dicho, no existen normas establecidas.

Si usted no puede controlar sus impulsos sexuales o sus conductas sexuales le provocan ansiedad, es tiempo de consultar un médico. Si su conducta sexual está afectando sus relaciones interpersonales y de trabajo o trata de ocultar su conducta sexual, es tiempo de consultar un médico.

Buscar ayuda no es fácil, la sexualidad es un tema personal y muy íntimo, la vergüenza y la culpa pueden ser grandes impedimentos. Antes de acudir a un profesional, asegúrese de que esté capacitado en el tema; no todos los profesionales de salud mental están capacitados para tratar la conducta sexual compulsiva.

Si usted desea orientación sobre dónde acudir, escríbame y con gusto le enviaré información que le ayudará a tomar una decisión.

Escríbame, su testimonio puede ayudar a otros. Todos los nombres han sido cambiados.

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