‘Estaremos como en Nueva York’: los hospitales de L.A. se preparan para lo peor
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Existe una creciente sensación de temor en los hospitales de todo el condado de Los Ángeles y el resto de California de que las condiciones, ya de por sí sombrías, están a punto de empeorar y que las próximas festividades podrían traer otro aumento de personas con COVID-19.
Había 16.843 pacientes con COVID-19 en los hospitales de California el sábado, y 3.614 de ellos estaban en unidades de cuidados intensivos (UCI), según los datos publicados el domingo por el estado, un gran incremento con respecto a hace dos meses, cuando se registraban 2.291 pacientes y 657 en las UCI. El sábado, los sanatorios del condado de Los Ángeles estaban tratando a la mayor proporción de pacientes: 5.709; 1.175 de ellos en UCI.
La disponibilidad de camas de UCI en el sur de California y el Valle de San Joaquín se mantuvo en cero el domingo.
Un médico de un hospital público del condado de Los Ángeles afirmó que la cantidad de pacientes con COVID-19 está “aumentando exponencialmente, sin un final a la vista”.
Muchas partes de ese centro médico se están convirtiendo en salas especiales para COVID-19, y los equipos de la UCI están dotados con trabajadores de otros departamentos, que interrumpen de forma temporal sus servicios regulares. Según el doctor, quien no estaba autorizado a hablar con los medios y solicitó hacerlo de forma anónima, se estima que a principios de enero el hospital tendrá que comenzar a racionar la atención. “Vamos a estar como en Nueva York, con los cuerpos amontonados. No me sorprendería que L.A. reciba el año nuevo como la capital mundial del COVID”, expresó. “No sé cuántas formas más hay de explicarle a la gente que se aísle y se quede en casa, salvo llevar una cámara a la UCI y [al departamento de emergencias] para mostrarles el caos que estamos experimentando”.
El Dr. Timothy Brewer, epidemiólogo de UCLA, estuvo de acuerdo en que el condado de L.A. va por un camino peligroso. “Todavía tengo que ver señales claras de que las cosas se están desacelerando, y me preocupan mucho los próximos dos meses”, enfatizó.
El especialista teme que las precauciones que se están tomando ahora se relajen a fines de diciembre, cuando la gente se reúna para Navidad y Nochebuena, lo cual añadiría al alza actual.
UCLA Health ya programó turnos de varios médicos de enfermedades infecciosas para que estén disponibles en cualquier momento, debido a la cantidad sin precedentes de pacientes con COVID-19 que necesitan hospitalización, agregó. El mayor problema es que los sanatorios pueden quedarse rápidamente sin proveedores de atención en la UCI, y se verán obligados a reclutar doctores de otras especialidades. “No he trabajado en la UCI desde que era residente; nadie querría que yo ajuste su respirador artificial”, dijo Brewer. “Ese es el desafío, en realidad; no es tanto el espacio, sino el personal. Son los médicos, los enfermeros, los terapeutas respiratorios, todas las personas capacitadas para realizar ese trabajo tan específico, a quienes no se puede sacar de la nada”.
Se espera que aumente el volumen de pacientes, ya que las nuevas infecciones ocurren más rápidamente que en cualquier otro momento durante la pandemia y, a menudo, esas personas demoran de dos a tres semanas en ser hospitalizadas.
Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles anunciaron el sábado que el Condado había superado los 600.000 casos totales de coronavirus, un desarrollo especialmente preocupante dado que ocurrió solo ocho días después de que alcanzara los 500.000.
En comparación, después superar los 200.000 casos reportados, el 6 de agosto, tomó 80 días llegar a 300.000. A medida que la tasa de transmisión comenzó a subir, el Condado informó su caso número 400.000 36 días después, el 30 de noviembre. Solo 11 días más adelante, superó los 500.000.
El domingo, el Condado registró 12.763 nuevos episodios y 53 muertes, lo cual eleva su total a 623.670 casos y 8.875 decesos, según un recuento independiente de The Times. Los números de casos nuevos suelen ser más bajos los fines de semana, cuando algunos laboratorios no informan resultados.
La proporción de pruebas que dan positivo para el virus cada día también ha aumentado considerablemente, superando el 16% en los últimos siete días, detallaron las autoridades el domingo. La tasa de positividad, que ayuda a los analistas a determinar si se están identificando más casos nuevos debido a una mayor transmisión o porque se están efectuando pruebas a más personas, llegó al 10% durante el pico del último incremento, a mediados de julio, y luego cayó a alrededor del 3% en octubre.
Muchos hospitales se están preparando para la posibilidad de racionar la atención en las próximas semanas, a medida que el número de pacientes supera la capacidad de su personal para atenderlos. Un documento obtenido por The Times, que describe cómo asignar recursos en una situación de crisis, fue distribuido recientemente entre los médicos de los cuatro hospitales administrados por el condado de Los Ángeles.
Las directrices exigen un cambio de mentalidad que muchos proveedores médicos no conocían hasta ahora. En lugar de hacer todo para salvar a un paciente, el objetivo durante una crisis es salvar a tantos pacientes como sea posible, lo cual significa que aquellos con menos probabilidades de sobrevivir no recibirán el nivel de atención que tendrían de otra manera. Dicho de otro modo, los médicos ya no harán todo lo posible para salvar una vida, sino que, en cambio, elaborarán estrategias para evitar que mueran tantas personas como sea posible.
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