Cronograma: ¿Cuánto falta para que la vacuna contra el COVID-19 llegue al público en general?
- Share via
Ahora que el gobierno federal otorgó una autorización de emergencia para la primera vacuna contra el COVID-19, ¿cuánto tiempo tardará ésta en llegar al público en general?
Aún se están elaborando muchos detalles, y la forma en que se distribuirá en California dependerá de las pautas estatales y federales.
Pero los expertos sostienen que probablemente será primavera —y quizá hasta verano o incluso otoño— antes de que la vacuna esté disponible para las personas sanas que no son trabajadores esenciales ni pertenecen a otros grupos de alto riesgo. El primer lote de dosis se destinará a los trabajadores sanitarios de primera línea con exposición directa al virus y a los residentes de centros de cuidados a largo plazo, seguidos de otros sectores específicos de riesgo.
Esta es la información sobre los tiempos de vacunación en California:
Primera ronda, en los próximos días
Se espera que las primeras dosis se administren a los trabajadores de la salud que están en riesgo directo de exposición al coronavirus. Los residentes y el personal de los centros de enfermería especializada y otros entornos de atención a largo plazo también estarán al frente de la fila.
California tiene aproximadamente 2.4 millones de trabajadores de la salud. El primer envío estatal de vacunas de Pfizer contendrá unas 327.000 dosis.
“Quien haga el cálculo verá que no vamos a ir más allá de ese grupo de alto riesgo, incluso con las asignaciones iniciales que se supone que debemos recibir”, comentó un epidemiólogo de UCLA, el Dr. Timothy Brewer.
El Dr. Robert Schechter, funcionario médico del Departamento de Salud Pública de California, remarcó el miércoles a un panel asesor de vacunas que es probable que las 327.000 dosis iniciales “terminen en gran parte en entornos hospitalarios”. Si la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) otorga una autorización de emergencia para la inmunización de Moderna pronto, California podría recibir dos millones o más de dosis de las dos vacunas “para fin de mes, y luego más”, detalló Schechter.
El condado de Los Ángeles espera recibir alrededor de 84.000 dosis de vacunas a principios de la próxima semana, afirmó el Dr. Paul Simon, director científico del Departamento de Salud Pública del Condado. Las dosis se enviarán desde Pfizer a nueve centros médicos con congeladores ultrafríos que pueden mantener las vacunas a la temperatura requerida, de menos -70 grados Celsius.
A partir de ahí, las dosis se distribuirán a 83 hospitales de cuidados intensivos, agregó Simon. No todos los empleados de esos centros médicos serán vacunados con el primer envío, advirtió la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, a los funcionarios del Condado a principios de esta semana. “Se espera que el suministro sea limitado, mientras que la necesidad será alta”, expuso.
Más dosis en las próximas semanas
Si la autorización de uso de emergencia para la vacuna Moderna llega este mes, el condado de Los Ángeles recibirá alrededor de 240.000 a 250.000 dosis de ésta y de la vacuna Pfizer, la semana del 21 de diciembre. Unas 150.000 dosis adicionales llegarán a fin de mes, agregó Simon.
Esas dosis se usarán para inmunizar a más trabajadores hospitalarios de cuidados intensivos, así como a algunos miembros del personal y residentes en centros de enfermería especializada, añadió Ferrer.
El condado de Los Ángeles tiene aproximadamente 240.000 empleados en hospitales de cuidados intensivos, así como 30.000 trabajadores médicos de emergencia, 70.000 como personal de atención médica a largo plazo, 34.000 residentes en hogares de ancianos y 64.000 residentes en otras instalaciones de atención a largo plazo, según el Departamento de Salud Pública del Condado.
Eso es un total de aproximadamente 438.000 personas que necesitarían dos inyecciones cada una, o alrededor de 876.000 dosis.
Las dosis de la vacuna Pfizer deben administrarse con al menos tres semanas de diferencia; las de Moderna, con cuatro. Quien recibe una primera dosis de la vacuna de Moderna no puede completar la inmunización con una segunda inyección de Pfizer, o viceversa.
Eso es un total de aproximadamente 438.000 personas que necesitarían dos inyecciones cada una, o alrededor de 876.000 dosis.
Las dosis de la vacuna Pfizer deben administrarse con al menos tres semanas de diferencia; las dosis de Moderna, con cuatro semanas de diferencia. Alguien que recibe una primera dosis de la vacuna Moderna no puede completar el ciclo de inmunizaciones con una segunda inyección proporcionada por Pfizer, o viceversa.
Las dosis que lleguen en diciembre serán todas las primeras, explicó Simon. Funcionarios federales aseguraron al Condado que, en enero, habrá suficientes vacunas para cumplir con los requisitos de la segunda dosis.
A medida que lleguen más dosis, el Condado continuará ampliando las inmunizaciones para incluir entornos de atención médica como hospitales psiquiátricos, clínicas de salud comunitaria y de diálisis, así como a empleados de la salud que enfrentan un mayor riesgo de COVID-19, incluidos los técnicos médicos de emergencia y trabajadores comunitarios.
Las vacunas para los residentes y el personal en los centros de atención a largo plazo se entregarán a través de una asociación federal con CVS y Walgreens, explicó Simon. Si tal acuerdo no se finaliza a tiempo, el Condado utilizará “equipos de ataque” que iniciarán el proceso de inmunización, adelantó Ferrer.
Próximas rondas, a principios de 2021
Una vez que los profesionales médicos estén vacunados, los funcionarios deberán determinar qué trabajadores esenciales siguen en la fila.
Todavía no se ha determinado el orden de inmunización para otras industrias esenciales. Los grupos comerciales y los sindicatos están presionando activamente para que sus miembros —que trabajan en agencias del orden, en agricultura, empacadoras de carne, odontología, cuidado infantil, educación y muchos otros sectores— sigan a continuación. “Hay mucha confusión sobre cómo se define a un trabajador esencial”, consideró Simon. “Es un grupo muy amplio”.
También ha habido un impulso para vacunar antes a personas con problemas de salud, una condición que las vuelve especialmente vulnerables.
Algunos líderes del Condado abogaron por dar prioridad a las personas en la cárcel, donde el virus puede propagarse rápidamente en condiciones de hacinamiento. También expresaron su preocupación por garantizar que las comunidades de color tengan un acceso equitativo a las dosis. Al principio de la pandemia, cuando el Condado estableció por primera vez sus sitios de prueba de COVID-19, esas comunidades no tuvieron acceso adecuado a las pruebas —en algunos casos ninguno—, incluso cuando sus residentes eran los más afectados por el virus.
La supervisora del Condado, Hilda Solís, sugirió el uso de bibliotecas, clínicas y otros sitios comunitarios para la vacunación. La supervisora Janice Hahn le pidió al Condado que considere las escuelas como sitios de vacunación, una idea que Austin Beutner, el superintendente escolar, apoya.
Pero Ferrer destacó en un informe reciente que, al menos al principio, el uso de las escuelas como lugares de vacunación podría no ser factible.
Público en general en primavera, verano u otoño
Para Brewer, el epidemiólogo de UCLA, la autorización de emergencia de la FDA de una vacuna contra el COVID-19 es un “paso adelante importante”, pero advirtió que no debe considerársele como una señal de que la vida normal está a la vuelta de la esquina.
Es poco probable que el público en general tenga acceso a las dosis hasta la primavera o el verano, señaló. Incluso con la vacuna, probablemente habrá que practicar el distanciamiento físico y usar mascarillas.
El Departamento de Salud de San Francisco afirmó el miércoles que la población en general no tendrá acceso a la inmunización “hasta que el suministro de vacunas ya no sea limitado”, lo cual probablemente ocurrirá en el verano u otoño. “Si estuviera planeando una boda para el próximo verano, lo haría de tal manera que todo sea cancelable”, advirtió Brewer.
Puede ser mejor para actividades como viajes no esenciales, incluidas las vacaciones en el extranjero, esperar hasta después del verano, o planificarse con boletos totalmente reembolsables, según la información que surja de los estudios en curso del virus y las vacunas.
Los viajes internacionales aún podrían presentar riesgos, señaló Brewer, ya que otros países necesitarán tiempo para desarrollar sus propios programas de vacunación, cadenas de suministro e infraestructura, particularmente respecto al almacenamiento en frío. Sin embargo, Estados Unidos podría alcanzar la inmunidad colectiva con alrededor del 60% al 70% de la población vacunada a mediados o finales de 2021, comentó. “Soy optimista de que tendremos un mejor Día de Acción de Gracias y una mejor Navidad el próximo año”.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.