California da marcha atrás a la reapertura económica en medio de una oleada sin precedentes de COVID-19
In his weekly televised coronavirus update, California Gov. Gavin Newsom made the dramatic announcement of a possible statewide curfew on business activity amid the steepest rise in coronavirus cases that California had seen.
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En su actualización semanal de coronavirus, el gobernador de California Gavin Newsom hizo el dramático anuncio de un posible toque de queda estatal en la actividad comercial en medio del mayor aumento de casos de coronavirus que se haya visto en California.
Enfrentados a un número sin precedente de nuevos casos de coronavirus, las autoridades de California colocaron el lunes lo que caracterizaron como un “freno” de emergencia, anunciando un dramático retroceso de la reapertura económica en gran parte del estado.
Una vez que las medidas entren en vigor el martes, el 94% de los californianos - aproximadamente 37 millones de personas - vivirán en condados que están en el nivel más estricto de la guía de reapertura del estado. Muchos negocios en esos condados tendrán que suspender o limitar severamente sus operaciones.
“Estamos viendo una propagación que se extiende ampliamente por todo el estado”, dijo el gobernador Gavin Newsom.
La semana pasada, solo 13 de los 58 condados de California estaban en el nivel más estricto, el morado, lo que indica una amplia transmisión de la enfermedad. Newsom anunció el lunes que el número de condados en el nivel más restrictivo se triplicaría con creces, hasta llegar a 41.
Entre los condados que han vuelto a caer en el nivel púrpura están Orange, Ventura, Santa Bárbara, Kern y San Luis Obispo. Los condados de Los Ángeles, San Bernardino, Riverside, San Diego e Imperial ya estaban en esa categoría.
Los condados más poblados de la zona de la bahía también fueron colocados en el nivel púrpura, incluyendo Santa Clara, Alameda, Contra Costa, Napa y Solano. Los ocho condados del Valle de San Joaquín están ahora también en el nivel púrpura.
La franja púrpura también cubre toda la Costa Central de California y gran parte de la zona del condado de Sacramento y sus alrededores.
El dramático anuncio del lunes llega en medio del mayor aumento de casos de COVID-19 que ha visto California. Durante el período de siete días que terminó el domingo, el estado tuvo un promedio de 7.985 casos por día, una tasa que casi se ha duplicado en las últimas dos semanas, según datos compilados por The Times.
“Este es simplemente el aumento más rápido que California ha visto desde el comienzo de esta pandemia”, dijo Newsom.
El condado de Los Ángeles reportó más de 3.000 nuevas infecciones tanto el sábado como el domingo; los 3.780 casos del sábado representaron el total más alto en un día desde mediados de julio.
Incluso el lunes, cuando los recuentos de casos son típicamente más bajos debido a los retrasos en los informes durante el fin de semana, las autoridades anunciaron 2.795 nuevos casos.
“Está claro que el condado de Los Ángeles está en un punto muy peligroso de la pandemia”, dijo la directora de salud pública del Condado, Bárbara Ferrer.
A medida que aumenta el número de casos, las autoridades de salud subrayan que es esencial que los residentes sigan los protocolos de prevención de infecciones: Usar mascarilla en público, lavarse las manos regularmente, quedarse en casa cuando estén enfermos y mantener una distancia física de por lo menos seis pies, y evitar reunirse con personas que no viven en su casa.
Ninguno de esos son conceptos novedosos en la batalla contra el coronavirus. Como dijo Ferrer, “Esto no es como si no supiéramos qué hacer. Se trata de volver a hacer lo que sabemos que funciona”.
“Como comunidad y como individuos, vamos a necesitar centrarnos en reducir la transmisión”, dijo durante una sesión informativa. “Decir que hay muchas vidas en juego no es una exageración”.
La amplia reasignación anunciada el lunes significa que solo 17 condados no estarán sujetos a las restricciones más estrictas para los negocios y otras instalaciones descritas en el plan de cuatro niveles y código de colores de California.
Una vez que los cambios entren en vigor, 11 condados estarán en la segunda categoría más severa, o roja: Del Norte, Modoc, Humboldt, Plumas, Colusa, Lake, Marin, San Francisco, San Mateo, Amador y Mono.
Cuatro están en la tercera, nivel naranja - Lassen, Sierra, Calaveras e Inyo - y solo dos, Alpine y Mariposa, permanecen en el nivel menos restrictivo, el nivel amarillo.
Y todavía podría haber una nueva reclasificación. Aunque California ha actualizado sus asignaciones de niveles los martes de cada semana, Newsom dijo que esas determinaciones se harán y anunciarán más cerca del tiempo real.
“Necesitamos ahora ser más agresivos”, manifestó, “más quirúrgicos, más enfocados”.
El sistema de niveles categoriza los condados según su número promedio diario de nuevos casos de coronavirus por cada 100.000 residentes y el porcentaje de pruebas realizadas que detectan el virus.
Los condados solían retroceder solo si sus mediciones caían en el rango de un nivel más restrictivo durante dos semanas consecutivas. Ahora, esas decisiones pueden ser tomadas en base a los datos de una semana.
Algunos condados vieron empeorar sus mediciones esta semana hasta el punto de que retrocedieron en múltiples categorías. Entre ellos está San Francisco, que durante mucho tiempo fue aclamado como una historia de éxito en la lucha contra el coronavirus, pero que ahora “está viendo una explosión de nuevos casos en toda la ciudad”, dijo el director de Salud Pública Grant Colfax durante una conferencia de prensa en línea.
Aunque parte del incremento del número de casos en California es probablemente el subproducto de la intensificación de las pruebas, la tasa a la que esas pruebas dan positivo también está aumentando. Hace un mes, la tasa de positividad de siete días se situaba en el 2.58%. Ahora, es del 5%.
El número de infectados con el coronavirus que están tan enfermos que requieren hospitalización también ha aumentado en las últimas semanas. En el último recuento, hubo 3.852 hospitalizaciones por COVID-19 en todo el estado, un 48% más que hace dos semanas. Hay 1.031 pacientes con COVID-19 en cuidados intensivos.
“Como les digo a mis pacientes, ‘cuando esté preocupado, te lo diré, para que te preocupes por mí’. Y ya estamos ahí”, dijo el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California.
Eventualmente, “alrededor del 12% de esos casos terminan en el hospital”, dijo durante una sesión informativa el viernes, “y cuando uno mira un alto número de casos día tras día, y se mantiene, eso es exactamente lo que nos preocupa en términos de que va a terminar por abrumar nuestro sistema hospitalario”.
Más de un millón de californianos han sido diagnosticados con COVID-19 en algún momento de la pandemia. Aunque la mayoría se ha recuperado, más de 18.200 han muerto.
La avalancha de nuevos casos llega cuando California - y el resto de la nación - se dirige a lo que las autoridades ya predicen que será un momento particularmente peligroso de la pandemia, cuando las temperaturas más bajas empujan a la gente a quedarse dentro de casa y las vacaciones tientan a los residentes a reunirse con personas en otros hogares.
La semana pasada, Newsom emitió un aviso en el que recomendaba a los residentes que evitaran los viajes innecesarios -incluso para el Día de Acción de Gracias- e instaba a los que salieran del estado a que se pusieran en autocuarentena durante 14 días cuando regresaran.
Como la última oleada no muestra signos de desaceleración, algunos funcionarios del condado de L.A. han discutido la posibilidad de limitar el horario de los negocios o instituir algún tipo de toque de queda en un intento de frenar la expansión del virus en la comunidad.
Newsom dijo que el estado también estaba evaluando la posibilidad de un toque de queda, aunque la idea aún se está estudiando.
Aunque Ghaly y otros funcionarios de la salud han predicado regularmente que la responsabilidad personal es clave para evitar lo peor que puede traer la pandemia, queda por ver qué medidas adicionales podría contemplar California si ese mensaje cae en saco roto. Esa es una posibilidad especialmente preocupante ya que algunos residentes y negocios están cada vez más cansados o resentidos por los sacrificios que se les ha pedido que hagan durante meses.
Entre los que han tropezado está Newsom, que ha sido atacado después de asistir a una fiesta de cumpleaños en un restaurante de lujo del Valle de Napa.
“Quiero disculparme con ustedes, porque necesito predicar y practicar con el ejemplo, y he hecho todo lo posible para hacerlo”, dijo el lunes. “Todos somos humanos”.
No salir o no festejar el Día de Acción de Gracias podría ser particularmente difícil de vender para los californianos cansados de la pandemia. En general, el estado ha prohibido las grandes reuniones, aunque pueden celebrarse breves y pequeñas de no más de tres hogares, siempre que tengan lugar al aire libre y los asistentes se distancien físicamente y se cubran la cara.
Queda por ver si un gran número de familias renunciará voluntariamente a la convivencia y a la comida alrededor de la mesa del Día de Acción de Gracias. Los funcionarios y expertos dicen que lo más seguro es conectarse con los amigos y la familia extendida a través de videollamadas o por teléfono, mientras que se limitan las celebraciones en persona a aquellos con los que se vive.
“Sé que todos quieren saber qué hacer para el Día de Acción de Gracias, y la respuesta básica – aunque parezca el Grinch que se robó el Día de Acción de Gracias - es no hacerlo”, dijo el Dr. George Rutherford, un epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, en una reciente reunión del ayuntamiento del campus.
Los escritores del Times, Maura Dolan, Taryn Luna, Alex Wigglesworth, David Zahniser e Iris Lee contribuyeron a este informe.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
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