Un hombre recibió amenazas tras ser acusado falsamente en redes sociales de disparar a los agentes

Menos de un día después de que dos agentes del Sheriff del condado de Los Ángeles fueran baleados y heridos mientras estaban sentados en su patrulla frente a una estación de tránsito en Compton, el teléfono celular de Darnell Hicks comenzó a iluminarse con mensajes de amigos: fue identificado como el presunto pistolero en una alerta que circuló en las redes sociales.

Hicks, de 33 años, padre de dos hijos y entrenador de fútbol juvenil de Compton que vive con su abuela de 93 años, vio capturas de pantalla de algo que parecía ser una alerta oficial que incluía la fotografía, el nombre y la dirección de su licencia de conducir y lo asociaba con una pandilla de Los Ángeles.

Una publicación de Twitter señaló a Hicks e informaba que era “buscado por intento de asesinato” en relación con el tiroteo del sábado por la noche. “El sospechoso ha prometido disparar a más agentes del orden”, agregó la alerta falsa.

Al principio, dijo Hicks, pensó que era una broma. Pero luego comenzaron a llegar amenazas a medida que la publicación se difundía en las redes sociales.

“Fue terrible”, comentó. “Temí por la seguridad de mi familia”.

Aseguró que paseó en su bicicleta todo terreno en Compton el sábado, pero eso no impidió que la gente lo interrogara.

“Me preocupé tanto que llamé a la estación del Sheriff”, dijo.

Hicks aseguró que no sabe quién estaba detrás de la acusación y no tiene ninguna conexión con el tiroteo.

La publicación fue retuiteada y compartida por bloggers. Un periodista independiente, conservador y con sede en Malasia, que tiene más de 250.000 seguidores, afirmó que se enteró por sus fuentes de que Hicks era el principal sospechoso.

La agente herida de 31 años y el oficial masculino de 24 estaban patrullando el sábado por la noche, sentados en su vehículo, cuando un hombre se acercó al auto, apuntó con un arma a la ventana del pasajero y disparó varias veces. Los agentes fueron impactados en la cara, cabeza y brazos. El sospechoso huyó a pie y sigue prófugo.

El abogado de Hicks, Brian Dunn, dijo que la falsa acusación no podría ser mucho peor.

“Es un signo de los tiempos. Nos hemos alejado bastante del pensamiento racional”, manifestó Dunn.

Agregó que la gente está dispuesta a hacer tales acusaciones sin pensar en las consecuencias y dijo que todavía está investigando los orígenes del informe falso. La publicación original se eliminó de Twitter. Pero otros también afirmaron haber escuchado la información.

El Departamento del Sheriff usó Twitter el domingo, calificando el informe como erróneo y diciendo que “no hay sospechosos nombrados o buscados en este momento”.

El sheriff Alex Villaneuva dijo que su departamento nunca emitió una alerta y que la de las redes sociales era una “noticia falsa”.

“Ayer circulaba información errónea sobre un sospechoso”, agregó en una sesión informativa el lunes. “Toda esa información es falsa”.

Dunn señaló que era imposible reparar el daño y que “nadie se ha responsabilizado por ello”.

Hicks dijo que quiere “enviar mis oraciones a los dos agentes”. Pero también le preocupaban otros jóvenes negros, con una descripción tan genérica del perpetrador fluyendo por ahí.

La activista comunitaria Jasmyne Cannick señaló que la descripción inicial del Departamento del sospechoso como de piel oscura y, luego, como un hombre negro, de 28 a 30 años, abre la puerta a la elaboración de perfiles.

Cannick, que trabaja como estratega política, se involucró después de recibir llamadas de un amigo de Hicks pidiendo su ayuda.

“¿Y si lo hubieran matado? ¿Y si alguien hubiera pensado que él era el sospechoso buscado?”, dijo ella. “Sus hijos, su abuela de 93 años podrían haber resultado lastimados”.

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