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Hacerse una prueba de coronavirus es cada vez más difícil, frustrando a los manifestantes ansiosos

Manifestantes de Black Future Project ocupan una intersección de Boyle Heights, el 23 de junio pasado.
(Gabriella Angotti-Jones / Los Angeles Times)

Mientras decenas de miles de personas salieron a las calles para protestar contra la brutalidad policial, a principios de este mes, los funcionarios de salud insistían en un solo mensaje: hacerse la prueba del coronavirus. Las manifestaciones masivas podrían convertirse en focos de transmisión, advirtieron los funcionarios.

Los exámenes generalizados permitirían la detección de esos casos antes de que se extiendan más. Pero en las semanas posteriores a las protestas, los residentes del condado de Los Ángeles tienen problemas para confirmar sus citas de prueba, incluso cuando los funcionarios informan sobre un aumento preocupante de infectados con COVID-19.

“El hecho de tener grandes congregaciones públicas y no poder hacernos la prueba es inquietante”, afirmó Tannaz Sassooni, de 42 años. “No sé si es una falla, o si [el sitio web] realmente no acepta a nadie en este momento, pero es algo bastante malo”.

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Sassooni, que vive en Atwater Village, ha intentado sin éxito pedir una cita para la prueba de COVID-19 varias veces después de asistir a una manifestación contra la brutalidad policial, la semana pasada. Ella y otros afirman que temen que el acceso para saber si contrajeron COVID en una protesta se encuentre reduciéndose rápidamente.

El martes, los funcionarios del condado de Los Ángeles confirmaron que no había citas disponibles en los más de 40 sitios administrados por la ciudad, el condado y el estado. Algunos de ellos fueron cerrados temporalmente y la cantidad de cupos abiertos en los sitios disponibles se redujo, aunque al final de la tarde agregaron algunos para acomodar la fuerte demanda, afirmaron.

El anuncio sobre las deficiencias en las pruebas fue ampliamente criticado, en parte debido al momento. Durante el fin de semana, el presidente Trump declaró en un acto que había ordenado la ralentización de los exámenes a nivel nacional para que se detectaran menos casos.

Los problemas de las pruebas tienen lugar mientras el condado de Los Ángeles y California ven un gran salto en la cantidad de personas enfermas con el virus. El estado rompió un récord diario de nuevos casos de coronavirus, con más de 6.000 infecciones reportadas este lunes; el mayor recuento de un solo día en el estado desde que la pandemia llegó a EE.UU.

“Las pruebas son la única forma de saber realmente dónde está la infección y hacia dónde va”, afirmó el epidemiólogo de UCLA, Dr. Tim Brewer. “Entonces, si finalmente quieres poder contenerla y controlarla, los exámenes deben ser un componente importante de esa estrategia”.

A Los Ángeles le costó analizar a suficientes personas al principio de la pandemia, pero luego fue elogiada por ampliar enormemente su capacidad y convertirse en la primera urbe importante en proporcionar pruebas a personas asintomáticas.

Pero los funcionarios enfrentaron críticas por el cierre de muchos sitios de pruebas durante las protestas, lo cual resultó en una caída del 20% en el número de individuos evaluados en la primera semana de junio. Fue entonces cuando los angelinos comenzaron a tener problemas para programar citas en el sitio web.

Cuando un periodista le preguntó a los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles, el 17 de junio pasado, por qué no había citas disponibles, los funcionarios respondieron que los problemas se debían al ajuste de los criterios de quién podría hacerse la prueba y dónde, y que se solucionaría pronto. No fue así.

El lunes por la mañana, Sandra Medina decidió que necesitaba una prueba de COVID. Había tenido dolor de garganta durante unos días y quería asegurarse de que no estaba infectada con el virus.

Hizo clic en un enlace para el sitio web de prueba y recibió un mensaje que decía que no había citas disponibles. Lo intentó una y otra vez; siempre aparecía el mismo mensaje.

“Luego probé por cuarta vez y el mensaje apareció de inmediato, así que no pude hacer la cita”, comentó Medina, de 25 años.

Las autoridades afirmaron el martes que el déficit de pruebas se debe en parte a la reducción de los sitios y cupos, una medida que discutieron durante semanas debido a la gran cantidad de citas no cubiertas.

En la segunda semana de junio, la semana más reciente para la cual hay datos disponibles, 90.863 personas fueron evaluadas para detectar COVID-19 en sitios administrados por el gobierno, mientras que 38.417 cupos quedaron vacíos o la gente no se presentó para ellos.

El martes por la mañana, el sitio web de pruebas sólo ofrecía citas hasta el viernes, todas las cuales se habían llenado. Entonces, por la tarde, los funcionarios agregaron nuevos turnos de sábado a lunes, para que los interesados pudieran inscribirse, expusieron. El condado también abrirá una docena de sitios de prueba adicionales el próximo lunes, adelantaron.

Cualquier caída en las pruebas probablemente complicaría los esfuerzos para combatir el reciente aumento en los casos de COVID-19 en California y el condado de Los Ángeles, los cuales tuvieron un número récord reportado la semana pasada.

La directora del departamento de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, destacó el lunes que es “altamente probable” que el incremento local esté vinculado en parte a las protestas, pero también posiblemente a reuniones sociales y otros eventos. Funcionarios de otros condados, incluidos San Diego y Contra Costa, expresaron a The Times que, si bien algunas personas que asistieron a las protestas han sido diagnosticadas con COVID-19, no parecen ser un grupo importante que esté causando brotes.

La transmisión limitada del coronavirus que se ha documentado como resultado de las protestas sugiere que estar al aire libre y usar máscaras puede reducir en gran medida la propagación del coronavirus. El mismo número de personas en el interior, sin máscaras, podría haber sido fácilmente un desastre, advirtió el epidemiólogo de UCSF Dr. George Rutherford.

Pero saber definitivamente qué ha causado el reciente aumento en los casos requeriría de un análisis cuidadoso, y puede que nunca sea posible desenredar si fueron las protestas, la reapertura de la economía o algo completamente diferente, comentó Brewer, de UCLA.

Añadió que, independientemente, el virus sigue siendo una amenaza y que las personas deben permanecer atentas. California se convirtió en un estado donde el número de casos continúa con un aumento preocupante, consideró. “Claramente, no nos encontramos donde debíamos estar en este momento”, remarcó.

Las infecciones por coronavirus entre los agentes de policía de Los Ángeles se dispararon en las últimas semanas, y las autoridades intentan determinar si la protesta podría ser una fuente de infecciones.

Funcionarios policiales afirmaron que los agentes estuvieron expuestos en líneas de escaramuza mientras intentaban dispersar a la multitud. Los manifestantes señalan por su parte que los oficiales arrestaron imprudentemente a las personas en masa sin usar máscaras, exponiéndose no sólo ellos mismos, sino a otros.

En la última semana, los casos positivos dentro de la fuerza laboral de LAPD saltaron de 170 a 206, informó el jefe Michel Moore a la Comisión de Policía Civil, el martes.

“En muchas ocasiones los oficiales intentaron usar cubiertas faciales, pero les resultaba un desafío comunicarse efectivamente entre ellos o por radio dadas las condiciones”, comentó Moore.

Los manifestantes y sus partidarios, mientras tanto, han criticado a la policía de Los Ángeles y a los agentes individuales durante semanas por no usar mascarillas durante las protestas, algo que, según ellos, los puso en riesgo. Múltiples demandas por la respuesta de LAPD a las protestas citan la falta de máscaras de los oficiales y la aglomeración de los manifestantes que eran arrestados, en autobuses repletos, durante una pandemia.

Durante los comentarios públicos de la reunión en línea de la Comisión de Policía, el martes, varias personas criticaron a Moore por el tema, diciendo que no debería sorprenderse de que los agentes hubieran contraído el virus, dado que muchos de ellos hicieron caso omiso a las preocupaciones de seguridad pública y se negaron a usar cubierta facial en medio de la represión de las protestas.

Kevin Rector y Colleen Shalby, redactores del personal de The Times, contribuyeron con este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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