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El condado de Los Ángeles reporta que los pobres tienen tres veces más probabilidades de morir

L.A. County Department of Public Health Director Barbara Ferrer
La directora del Departamento de Salud Pública del Condado de L.A., Bárbara Ferrer, habla en una conferencia de prensa el mes pasado en los escalones del Salón de Administración Kenneth Hahn.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles informaron el domingo de 18 muertes adicionales por COVID-19 y 440 nuevos casos de coronavirus. Long Beach, que tiene su propio departamento de salud, reportó dos nuevos decesos y 10 casos adicionales, llevando el total del condado a 915 muertes y 19.538 casos.

“La parte más difícil de la pandemia de COVID-19 es perder gente por el virus”, dijo Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del Condado, en un comunicado. “A todos los que han perdido a sus seres queridos, les queremos decir que lo sentimos mucho”.

De los que fallecieron más recientemente, 13 eran mayores de 65 años, cuatro tenían entre 41 y 65 años, y uno tenía entre 18 y 40 años, informaron los funcionarios. Quince padecían condiciones de salud subyacentes.

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En general, los negros siguen viendo el índice de muerte más alto de COVID-19 en el condado de Los Ángeles, con 13 decesos por cada 100.000 personas, en comparación con 9.5 para los latinos, 7.5 para los asiáticos y 5.5 para los blancos, señalaron las autoridades de salud pública en un comunicado de prensa.

Los funcionarios también revelaron que los que viven en comunidades de bajos ingresos en el condado de Los Ángeles tienen tres veces más probabilidades de morir por COVID-19 que los que residen en comunidades más ricas. Los vecindarios en los que entre el 30% y el 100% de los residentes viven en la pobreza han visto cerca de 16.5 decesos por cada 100.000 personas, en comparación con las 5.3 muertes por cada 100.000 personas en comunidades en las que menos del 10% de los residentes viven en la pobreza, expusieron.

“A medida que contamos con más información sobre quiénes están muriendo, se nos recuerda el trabajo que tenemos por delante, como la falta de equidad, que resulta en tasas de mortalidad más altas entre los afroamericanos, latinos y asiáticos, así como los residentes que viven en la pobreza”, dijo Ferrer. “Es esencial asegurar el acceso a las pruebas, el tratamiento, la atención temprana, y el apoyo económico entre las comunidades que corren un mayor riesgo”.

Hasta el domingo, más de 117.000 personas se habían hecho la prueba y recibieron sus resultados, con un 14% de resultados positivos, señaló.

Las autoridades han dicho que el número de nuevos casos reportados en los fines de semana tiende a ser menor debido a que los resultados de las pruebas son más limitados.

Después de parecer estabilizarse por un tiempo, la cantidad de nuevos casos de coronavirus registrados por el condado de L.A. ha aumentado en la última semana, y las muertes se han duplicado.

Los funcionarios de salud siguen especialmente preocupados por los residentes de las instituciones, que suelen tener problemas de salud subyacentes y viven en entornos en los que el virus puede propagarse más fácilmente.

Un total de 365 personas que vivían en instituciones habían fallecido a causa del COVID-19 hasta el viernes, la mayoría de ellos residentes de asilos, dijo Ferrer. Ellos representan el 43% de las muertes en el condado de Los Ángeles.

En un intento de frenar la propagación del virus entre las poblaciones vulnerables, el oficial de salud del Condado, el Dr. Muntu Davis, emitió el viernes una orden que requiere que todos los centros de salud con licencia, limiten la entrada a los trabajadores y residentes y suspendan los comedores y actividades comunales. Tanto los residentes como el personal de las instalaciones tendrán que llevar cubiertas sus caras.

Las instituciones ahora están obligadas a realizar pruebas para todos los residentes y el personal, ya sea sintomático o no, un proceso que comenzará el lunes, manifestó Ferrer.

También se han enviado equipos médicos de la Guardia Nacional de California a cinco centros de enfermería especializada del condado de Los Ángeles para ayudar con la escasez de personal debido a los brotes de coronavirus, y los funcionarios están en conversaciones para desplegar cuatro equipos más.

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