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El coronavirus alcanza un punto crítico en EE.UU; Obama y Trump instan a la población a permanecer en calma

Burroughs Middle School
La subgerente de planta Tracy Westfield limpia el picaporte de un salón de clases en Burroughs Middle School, en Los Ángeles, como medida precautoria contra el coronavirus.
(Francine Orr / Los Angeles Times)

La batalla contra el coronavirus estaba llegando a un momento crítico en Estados Unidos, con el número de muertes aumentando

La batalla contra el coronavirus está llegando a un momento crítico en Estados Unidos, y el número de muertes aumentó el cuando los líderes de salud pública señalaron que existe una ventana limitada para contener el virus.

Fue un día de hitos sombríos, con más muertes vinculadas a un hogar de ancianos en el estado de Washington, una nueva cuarentena en los suburbios de la ciudad de Nueva York y las advertencias de que muchos más casos están en camino. Los Ángeles reportó un nuevo episodio y el condado de Orange dos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) rechaza ‘consejos’ falsos que han circulado como supuestas maneras de prevenir el contagio de la enfermedad

“Quiero que las personas estén preparadas para la realidad de que habrá más casos en la comunidad”, expuso Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). “Pero también espero que sigan adelante con su vida diaria. Vuelvan a pensar en la oportunidad de prepararse y de prevenir a sus familias”.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el martes que la tasa de mortalidad global por coronavirus fue del 3.4%. El índice hasta ahora, que incluye más de 3.000 muertes, es muchas veces más alto que la tasa de mortalidad por la gripe estacional, que es del 0.1%.

El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró que eso se debe al menos en parte a que el COVID-19 es una enfermedad nueva y nadie ha desarrollado una inmunidad contra ella.

Una forma de evitar que los pasajeros cancelen sus planes de viaje es asegurarles que sus aviones y cruceros estén lo más libre de posible gérmenes

Aún así, él y otros funcionarios de salud remarcaron que aún hay tiempo para frenar la propagación del virus.

Las autoridades aseguran que el coronavirus es menos transmisible que la gripe, que a menudo se transmite por personas infectadas pero que no presentan síntomas. Ese no parece ser el caso del COVID-19, señaló. “Todavía no hay vacunas o terapias... por eso debemos hacer todo lo posible para contenerlo”, enfatizó Tedros.

Informes anteriores señalaron una tasa de mortalidad de alrededor del 2% para COVID-19. Los expertos sospechan que todos los análisis hasta ahora han sobreestimado la tasa de mortalidad de la enfermedad porque los casos más leves no se diagnostican, en gran medida. Según los expertos, en el 80% de las personas el virus sólo causa un cuadro leve.

El presidente Trump se reunió con un grupo de ejecutivos de aerolíneas en la Casa Blanca, el miércoles, y trató de tranquilizar al público de que es seguro volar “a la mayor parte del mundo”. Mientras los funcionarios de salud pública reiteraban las súplicas de lavarse las manos y evitar tocarse la cara, Trump bromeó sobre sus propias medidas: “No me he tocado el rostro en semanas. ¡En semanas! Lo extraño”.

El ex presidente Obama también instó a los estadounidenses a seguir la guía de los funcionarios de salud y mantener la calma.

“Cuídense y protejan a su comunidad del coronavirus con precauciones de sentido común: lávense las manos, quédense en casa si están enfermos y escuche a @CDCgov y a las autoridades sanitarias locales. Dejen las máscaras para los trabajadores de la salud. Mantengamos la calma, escuchemos a los expertos y sigamos lo que dicta la ciencia”.

Mike Ryan, quien dirige el programa de emergencias de la OMS, rechazó la idea de los funcionarios que querían “agitar la bandera blanca” y rendirse al control de la enfermedad. China tomó medidas drásticas para combatir el virus, señaló, y el número de casos ahora están disminuyendo allí.

Países como China y Corea del Sur “implementaron medidas muy, muy fuertes, que han afectado sus propias economías y sociedades”, indicó Ryan. “Es realmente un deber de los demás utilizar el tiempo que se ha ganado.

“Eso no es algo que se pueda lograr con la influenza. Aún si eso es un fracaso, habremos ralentizado el virus”, comentó.

Según Ryan, puede haber un gran beneficio en retrasar la llegada del virus a un país durante unos meses. Muchas naciones, incluido EE.UU, están en la mitad de la temporada de gripe, por lo cual un gran número de casos de coronavirus abrumarían el sistema de salud.

En Italia, los pacientes con COVID-19 y los enfermos de gripe ya están poniendo en aprietos a hospitales y centros de salud, comentó.

Tedros está preocupado por la escasez de máscaras, batas y otros equipos que necesitan los trabajadores de la salud para detener la propagación de enfermedades, “causada por el aumento de la demanda, el acaparamiento y el mal uso”. “No podemos detener el COVID-19 sin proteger a nuestros trabajadores médicos”, aseveró, señalando que los precios de las máscaras quirúrgicas han subido un 600 por ciento.

La información actual sugiere que la mayoría de los casos de COVID-19 son leves, agregó la Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Control y Prevención de Enfermedades, perteneciente al Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias.

Según un informe de China, los casos más graves ocurren en el 16% de los contagios, señaló, y tanto las personas mayores como aquellos con afecciones de salud subyacentes tienen el doble de probabilidades de desarrollar resultados graves.

Durante una conferencia de prensa, el martes, Messonnier afirmó que casos similares a los reportados en el extranjero ahora están apareciendo en Estados Unidos.

Los CDC dependen de los médicos de salud locales para determinar las necesidades de las pruebas. Además de los kits de prueba de los CDC, los fabricantes comerciales supervisados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) están proporcionando pruebas directamente a los estados. Estas son típicamente las que están en primera línea en Estados Unidos, consideró Messonnier.

Hasta el lunes por la noche se habían diagnosticado 60 casos de coronavirus en EE.UU, más otras 45 personas que eran pasajeros a bordo del crucero Diamond Princess en Japón y fueron repatriados. Eso coloca el total en alrededor de 105 casos, según los CDC.

A pesar del aumento de la tasa de mortalidad mundial al 3.4%, la Organización Mundial de la Salud cree que la contención de COVID-19 es todavía posible.

La costa oeste sigue siendo la zona más afectada en el país, con foco en el norte de California y el estado de Washington.

Funcionarios de salud pública confirmaron que un paciente de un hogar de ancianos en el estado de Washington fue admitido en el Centro Médico Harborview, en Seattle, el 24 de febrero, y murió dos días después.

La víctima, un hombre de 54 años que tenía afecciones médicas subyacentes, fue transportado desde el Life Care Center of Kirkland y falleció días antes de que otros contagiados en el hogar de ancianos estuvieran vinculados al coronavirus, señaló la portavoz del hospital, Susan Gregg.

El Departamento de Salud Pública de Seattle y el condado de King informó el martes dos muertes adicionales por COVID-19, lo cual eleva el total del condado de King a ocho. La otra persona fallecida residía en el condado de Snohomish, detallaron los funcionarios de salud.

El nuevo coronavirus que se propaga rápidamente por todo el mundo puede ser mortal porque se dirige a una parte muy vulnerable y esencial del cuerpo: los pulmones.

Un habitante de Carolina del Norte que visitó las instalaciones de Kirkland dio positivo por el virus y se convirtió en el primer caso de COVID-19 en ese estado, anunció el martes el gobernador Roy Cooper. Los funcionarios del departamento de salud en Carolina del Norte trabajan para identificar a cualquier otra persona que pueda haber estado en contacto con el individuo.

“Sé que la gente está preocupada por este virus y quiero asegurarles a los habitantes de Carolina del Norte que nuestro estado está preparado”, resaltó Cooper en un comunicado, señalando que la víctima representa un caso aislado.

Más de 50 personas en California tienen el virus; nuevos casos se reportaron en el condado de Santa Clara, Berkeley y hay dos presuntos episodios en el condado de Orange.

Existe cierto debate sobre cómo se desarrollará el brote de coronavirus y cuál será su lugar en la historia. Se estima que la gripe española de 1918, la peor pandemia del siglo XX, mató al menos a 50 millones de individuos en todo el mundo en el transcurso de tres años. Eso incluye a 675.000 en EE.UU. Entre los infectados, la tasa de mortalidad se estimó en más del 2.5%.

Para algunas personas, ninguna reunión familiar se siente completamente a salvo del espectro del coronavirus, ya sea una boda o un funeral

La gripe pandémica más reciente -causada por el virus H1N1, que surgió de los cerdos en 2009- causó entre 152,000 y 575,000 decesos en todo el mundo. Se estima que 12.500 de esas muertes ocurrieron en Estados Unidos durante el primer año del brote; unos 60.8 millones de personas en todo el país resultaron infectadas.

El nuevo coronavirus podría terminar en algún punto intermedio, consideró el Dr. Otto Yang, un experto en enfermedades infecciosas de UCLA. Según lo que se sabe en este momento, su mejor conjetura es que podría parecerse a la gripe pandémica de 1968, que mató a aproximadamente un millón de personas en todo el mundo, incluidas 100.000 en EE.UU.

Desde 2010, el número de decesos en una sola temporada de gripe ha oscilado entre 12.000 y 61.000 en EE.UU, según los CDC. La actual temporada de gripe, que comenzó en octubre, lleva unas 18.000 muertes hasta ahora.

Aunque la avalancha de resultados positivos en los últimos días indica que el virus está circulando dentro de EE.UU, los expertos aconsejaron al público que evite sacar demasiadas conclusiones ante esas cifras.

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Hasta fines de la semana pasada, los funcionarios federales no permitían la realización de pruebas generalizadas para el virus, por lo cual muchas personas que ya estaban enfermas están siendo diagnosticadas hasta ahora, indicó Marc Lipsitch, profesor de epidemiología de Harvard.

“Algunas cifras cambiaron porque están sucediendo cosas nuevas, pero buena parte de los números se modifican porque comenzamos a descubrir casos que ya existían”, explicó Lipsitch en un foro organizado el lunes por la escuela de salud pública de Harvard.

“Es realmente importante distinguir entre ‘Dios mio, hay un nuevo grupo [de contagios]’ de ‘Dios mio, acabamos de descubrir que hay un grupo que ya estaba contagiado con anterioridad’”.

Los reporteros de planta de The Times Noam N. Levey, en Washington; Andrew J, Campa, Hannah Fry y Anh Do, en Los Ángeles, y Phil Willon, desde Sacramento, contribuyeron con este artículo. Read reportó desde Seattle.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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