Las pruebas del Coronavirus están bajo escrutinio después de retrasos y dudas sobre su eficacia
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El retraso de cuatro días en la realización de pruebas a un paciente del norte de California que parece ser el primero en los Estados Unidos en contraer el coronavirus por contacto con la comunidad pone de relieve las crecientes preguntas sobre las políticas y protocolos de pruebas del gobierno federal a medida que el virus continúa propagándose.
Un número creciente de expertos ha dicho que los problemas con el proceso de prueba —incluyendo kits de prueba ineficaces y reglas restrictivas sobre quién se hace la prueba— podría estar alimentando la propagación no detectada del virus.
“Cuando no se detectan los casos, no se les puede aislar, hacer pruebas a sus familias o controlarlos antes de que se sigan propagando”, dijo Jennifer Nuzzo, experta en epidemiología del Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins.
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Hasta el jueves, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades restringieron las pruebas de coronavirus a los pacientes con síntomas claros de infección que hayan viajado a China recientemente o que hayan estado en contacto con alguien que haya dado positivo en las pruebas del virus. Como el virus superó los esfuerzos de detección en todo el mundo, esa puerta de entrada a las pruebas resultó ser demasiado estrecha.
Ya la semana pasada, los médicos del Centro Médico de UC Davis sospecharon de un caso de coronavirus e inmediatamente solicitaron pruebas al CDC. Pero pasaron otros cuatro días antes de que se hiciera la prueba. Durante ese tiempo, otros en el área pudieron haber estado expuestos al virus.
El jueves, el CDC amplió los criterios de quiénes calificaban para las pruebas para incluir a los pacientes enfermos que habían viajado a Irán, Italia, Japón y Corea del Sur. También examinarán a los pacientes gravemente enfermos con enfermedad respiratoria inferior aguda que estén hospitalizados, incluso a aquellos que no tienen ningún vínculo conocido con el brote de coronavirus.
El CDC se enfrenta a una creciente reacción política.
La senadora de California Dianne Feinstein pidió a la Casa Blanca que comience a hacer pruebas rápidas de todos los casos sospechosos, diciendo que la identificación de los pacientes con coronavirus rápidamente es esencial para limitar la propagación.
El gobernador Gavin Newsom dijo que California necesita desesperadamente kits de pruebas. El estado cuenta con 200 kits tanto para el diagnóstico como para la vigilancia, pero los funcionarios federales dicen que llegarán más en los próximos días, dijo.
“Actualmente estamos en profunda asociación con los CDC en un protocolo primordial que impulsa nuestro enfoque principal en este momento, y es el de las pruebas”, dijo Newsom, llamando a las pruebas expandidas “nuestra principal prioridad, no solamente en el estado de California sino, me imagino, en todo Estados Unidos”.
Tal expansión incluye tanto la ampliación de los criterios que una persona debe cumplir para ser examinada para COVID-19, como el envío de más kits de pruebas de coronavirus a California, dijo.
Los kits han sido objeto de un creciente escrutinio.
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El CDC distribuyó los kits de prueba a laboratorios asociados en todo el país, pero muchos de esos campus tuvieron problemas con uno de los ingredientes, lo que llevó a resultados de pruebas no concluyentes. La mayoría de los funcionarios de salud pública necesitaban enviar las muestras a los laboratorios centrales del CDC en Atlanta para su análisis, un proceso que puede llevar hasta 48 horas, creando un cuello de botella.
“Hemos tenido muy pocos laboratorios que pueden hacer pruebas con él. El resto han estado en pausa”, dijo Scott Becker, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios de Salud Pública. “Cuando esperas 48 horas para obtener una respuesta del CDC, estás agotando al equipo que cuida a un paciente, esperando a ver los resultados”.
El problema creció tanto que los laboratorios estatales y locales comenzaron a pedir permiso a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para eludir las regulaciones estándar y diseñar y lanzar sus propias pruebas, en lugar de confiar en la federal.
El jueves por la mañana, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, dijo a los miembros del Congreso que el problema se había resuelto. La FDA aprobó un protocolo modificado que evita el problema.
Cuarenta laboratorios de salud pública locales y estatales, así como algunos laboratorios dirigidos por el Pentágono, ya están autorizados para comenzar a utilizar la prueba modificada, y más de otros 50 harán lo mismo la próxima semana, añadió.
Los retrasos y los pasos en falso en las pruebas de coronavirus han causado grandes problemas en todo el país, donde los funcionarios de salud pública de primera línea están muy ocupados. La preparación para las epidemias ya es “una víctima de la montaña rusa de la financiación”, dijo Becker, y la escasez básica de equipo y personal se ha exacerbado.
Además de los deberes de preparación —desarrollar una guía local, rastrear los contactos de los pacientes, trabajar con escuelas e iglesias para la comunidad— los funcionarios tienen que hacer más por las personas en cuarentena en sus hogares. Los trabajadores de la salud están entregando comestibles para mantenerlos en casa, dijo Adriane Casalotti, la jefa de gobierno y asuntos públicos de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud de los Condados y Ciudades.
Por encima de todo, la carga de las familias individuales es más pesada.
“En la mayoría de los trabajos de este país, no se puede trabajar desde una laptop en el sofá. Cuando hay retrasos en los diagnósticos, estamos ahí fuera pidiendo a la gente real que elija entre la salud del público y su propio bienestar financiero: que mantengan sus trabajos. Para las familias individuales, esto es complicado y desordenado”, dijo Casalotti.
Los críticos dijeron que el lento proceso de pruebas podría significar que el coronavirus ya se está propagando en las comunidades de los Estados Unidos. Pero debido a que los síntomas del virus son frecuentemente leves, la gente podría estar propagándolo sin saberlo.
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Una pareja japonesa que visitó la playa de Waikiki en Hawai dio positivo para el virus después de regresar a Asia, pero Nuzzo y otros epidemiólogos dicen que el periodo de incubación del virus indica que podrían haberlo contraído en suelo estadounidense.
Las autoridades hawaianas estaban tan alarmadas por las limitadas capacidades de prueba en los Estados Unidos que solicitaron permiso a las autoridades de los CDC para utilizar una herramienta de Japón.
El jueves, la atención sobre el coronavirus en los Estados Unidos se centró en el condado de Solano.
Las autoridades de UC Davis dijeron que la paciente con coronavirus llegó a su centro médico desde otro hospital el 19 de febrero, pero no se le hicieron pruebas hasta el domingo. No hay evidencia de que la mujer haya viajado desde un punto de acceso de coronavirus o que haya estado en contacto con alguien que lo haya hecho.
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El hospital dijo que se habían tomado precauciones debido a la preocupación de los trabajadores de la salud por la condición de la paciente. Pidió a un “pequeño número” de empleados que se quedaran en casa y controlaran su temperatura.
La mujer estuvo “en su comunidad” durante varios días antes de acceder a la atención, dijo el jueves el Secretario de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California, el Dr. Mark Ghaly.
Los investigadores están trabajando ahora para encontrar y contactar a cualquier persona que pueda haber estado en contacto con la mujer. El CDC ha enviado 10 empleados para ayudar a rastrear sus contactos, dijo Newsom.
Los trabajadores de la salud, incluyendo algunos estudiantes de UC Davis y otras universidades, están bajo autocuarentena porque podrían haber estado expuestos al virus.
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El condado de Solano también es la sede de la Base Aérea de Travis, donde varios cientos de personas fueron puestas en cuarentena después de regresar en vuelos de repatriación desde Wuhan, China, y el crucero Diamond Princess en Japón. En una denuncia presentada el jueves, se alegó que los trabajadores sanitarios federales no recibieron la formación y el equipo de protección adecuados cuando trataban con personas en cuarentena en Travis y en una segunda base de California.
Un total de 33 personas han sido diagnosticadas con el coronavirus en California, y cinco han dejado el estado desde entonces, dijo Newsom. De los casos confirmados, 24 fueron evacuados del crucero Diamond Princess o regresaron en vuelos de repatriación desde Wuhan: el epicentro del brote de coronavirus.
Newsom dijo que más de 8,400 personas están siendo monitoreadas en 49 jurisdicciones locales.
COVID-19 ha infectado a más de 80 mil habitantes en unas tres docenas de países desde que fue descubierto a finales de diciembre. Más de 2700 han muerto, la mayoría de ellos en China continental.
Actualmente hay 60 casos confirmados en Estados Unidos.
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