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Padre que causó incendio que mató a sus dos hijos es sentenciado a casi 13 años de prisión

Henry López
Henry López, con el abogado defensor Paul Neuharth Jr. a la derecha, le dijo al juez en la sentencia que no se hizo justicia en su condena.
(Pauline Repard/The San Diego Union-Tribune)

Discutió con su ex esposa y llamó mentiroso al fiscal

El padre de dos niños de Rancho Bernardo, que murieron en un incendio provocado por el cigarrillo que se le cayó cuando se desmayó borracho, fue sentenciado a 12 años y 8 meses en prisión estatal.

Durante las casi tres horas que duró la audiencia de sentencia, interrumpida por ánimos caldeados y lágrimas, el acusado Henry López, de 39 años, llamó al fiscal mentiroso, intercambió palabras acaloradas con su exesposa y dijo que lo intentó todo para salvar a sus hijos del incendio que les arrebató la vida en 2017.

“Si no me hubiera intoxicado, no sé si el resultado hubiera sido diferente”, dijo López.

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El juez de la Corte Superior de San Diego, Steven Stone, intervino mientras López y su ex esposa, Nikia López, se gritaban el uno al otro cuando ella lo acusó de “destruirla” cuando él abusó físicamente de ella, se volvió alcohólico e infiel y finalmente causó la muerte de sus hijos, de 8 y 10 años de edad.

“Escuché (a López) decir que no se hizo justicia y que, de hecho, el fiscal es un mentiroso”, dijo Stone después de que Henry López y familiares de ambos lados hablaran. “Estoy completamente en desacuerdo con estas declaraciones. Pero para mí, lo más importante, es que demuestra que el acusado ha fallado completa y totalmente en aceptar la responsabilidad de sus acciones”.

Luego el juez impuso lo que dijo era el máximo de prisión permitido por la ley.

López fue encontrado culpable en septiembre de dos cargos cada uno de homicidio involuntario y por poner en peligro a niños y un cargo de causar imprudentemente un incendio en una casa habitada, con alegaciones de que más de una persona sufrió muerte o grandes lesiones corporales.

El mortal incendio ocurrió en el condominio Bernardo Terrace de López alrededor de las 3:15 a.m. el 28 de octubre de 2017. Mientras las llamas se extendían desde su dormitorio hasta un pasillo y los dormitorios de los niños, Isabella, de 8 años, y Cristos, de 10 años, fueron superados por el humo y el fuego. No sobrevivieron.

El abogado de López argumentó en el juicio que López inicialmente huyó de su dormitorio y rompió una ventana de la planta baja, pero luego volvió a subir corriendo para tratar de salvar a sus hijos.

Los bomberos lo encontraron inconsciente en las escaleras, con quemaduras en más del 13 por ciento de su cuerpo. López fue mantenido en un coma inducido médicamente por tres semanas en un hospital.

Isabella fue encontrada acurrucada en la habitación de su hermano, en la litera de abajo. Murió por envenenamiento de monóxido de carbono por el humo, según reveló la autopsia. Cristos fue encontrado en el piso del dormitorio de su padre con quemaduras fatales.

El fiscal del distrito Kyle Sutterley argumentó a los jurados que el primer pensamiento de López fue salvarse a sí mismo, no a los niños. Dijo que López tuvo una discusión por mensajes de texto con su novia, bebió una gran cantidad de whisky y se desmayó en su cama.

Los investigadores de los bomberos determinaron que, dados los hábitos de fumar de López, la causa probable del incendio fue un cigarrillo encendido que cayó sobre su cama. Una botella de whisky canadiense derretida fue encontrada en el piso cercano. Su contenido de alcohol en la sangre fue de 0.22 por ciento pocas horas después del incendio, aproximadamente tres veces el límite en el que se presume que los conductores de California están bajo la influencia.

El abogado defensor Paul Neuharth Jr. dijo en el juicio que un cargador de teléfono celular que López tenía debajo de una almohada pudo detonar el incendio. No se encontró ningún rastro del cargador en las ruinas carbonizadas, pero tampoco se encontraron colillas de cigarrillos en la habitación. Neuharth dijo que López nunca fumaba dentro de la casa.

En la corte, la madre de los niños presentó un video de Cristos e Isabella y habló durante una hora. En ocasiones se dirigió a su exmarido, regañándolo por lo que ella llamó sus acciones “irresponsables” al beber y causar el incendio fatal.

Nikia López, que tiene dos hijas adultas de una relación anterior, dijo que sufrió seis abortos antes de quedar embarazada de Cristos, y luego de Isabella. Dijo que también se sometió a una doble mastectomía en lugar de arriesgarse a morir de un cáncer de mama diagnosticado.

“Sacrifiqué mi cuerpo por mis hijos. No pudiste manejarlo”, le dijo.

Henry López estalló con un grito de ira: “¡Estás mintiendo! ¿Cómo te atreves a mentir?”

Nikia López continuó con su declaración, diciendo que su exmarido empezó a emborracharse todas las noches y a ver a otras mujeres.

De nuevo interrumpió, exclamando: “Nikia, ya estábamos separados para entonces”.

Añadió que ella amenazaba con quitarles los hijos. Describió el abuso físico que él le infligió, y sus arrebatos de ira dirigidos a su hija mayor, así como a Cristos.

Le dijo que no espera poder unirse a Cristos y a Bella en el cielo “porque nunca te perdonaré lo que le hiciste a tus hijos”.

Más tarde, cuando Henry López dio su propia declaración, recordó que era un héroe para su hijo, un “Superpoppa”, “porque podía patear el trasero de todos”.

Cuando añadió cómo intentó salvar a los niños del incendio, uno de los jurados que ayudó a condenarlo se puso de pie en la sala y, con blasfemias, le gritó a López: “¡Sucedió bajo tu cuidado!”.

La hermana de López, Sandra Damián, leyó declaraciones de apoyo a su hermano escritas por ella misma y por sus padres, Enríquez y Juanita López.

Los comentarios de Enríquez López terminaron con comentarios a su hijo para recordar que “Dios siempre está contigo. Y Nikia, tú estás en una situación muy mala, pero Dios está contigo”. Luego se acercó a Nikia, que se levantó de su asiento y se abrazaron, con lágrimas en los ojos.

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