Anuncio

Prometen desaparecer dispensarios de marihuana en el condado de Los Ángeles

En enero, la ciudad de Los Ángeles introdujo una severa ley para desalentar el brote de los dispensarios ilegales que venden marihuana. Ahora esta semana, la Junta de Supervisores de Los Ángeles promete desaparecer los negocios en sus 88 comunidades no incorporadas.

Y aunque muchos padres de familia se muestran contentos por la acción, activistas a favor de la venta de la droga y negociantes argumentan que el ataque es una injusticia.

La junta aprobó este martes una moción de los supervisores Hilda Solís y Michael Antonovich para desarrollar un equipo especial que se enfoque en agilizar los esfuerzos para cerrar dichos dispensarios.

Anuncio

El equipo estaría compuesto de representantes del Departamento del Sheriff de Los Ángeles, funcionarios de la Procuraduría General, la oficina del Fiscal de Distrito y el recaudador de impuestos del Tesorero.

Aunque Antonovich no reveló el número de negocios de este tipo en el condado, el supervisor aseveró que el trabajo en conjunto de estos departamentos le traerá más seguridad a la comunidad.

“Estas operaciones ilegales [sobre la venta de marihuana] han estado atrayendo el elemento criminal que amenaza la seguridad de nuestra gente e interrumpe la paz de nuestros vecindarios”, dijo Antonovich.

Según datos del condado, desde el 2011 los funcionarios de la ciudad han estado intentando prohibir las operaciones de los dispensarios al usar zonas de restricción en ciertos vecindarios. No obstante, se necesitan refuerzos para evitar también el brote de otros negocios.

Para varios padres de familia, la moción de los supervisores es un paso que debió de haberse tomado hace mucho tiempo.

“Me alegra que nuestros funcionarios se pongan las pilas y traten de cerrar los negocios que se encuentran en la esquina de nuestros hogares, tentando a nuestros hijo y atrayendo a los pandilleros y delincuentes”, dijo Minerva Guzmán, activista comunitaria y miembro de la iglesia Santa Helena, en la comunidad de Florence-Firestone.

En el Este de Los Ángeles, el residente René Cuevas, dijo: “Aquí a unas cuantas calles de mi casa hay un dispensario y los vecinos no vemos que entren los enfermos, mayores de edad o discapacitados. A lo contrario, entra puro joven que luego anda cometiendo fechorías en el vecindario”.

Esta moción no es el primer paso que los supervisor toman para desalentar a los vendedores, el mes pasado los supervisores le pidieron a su abogado crear una ordenanza que prohibiera todo cultivo, manufactura y prueba de laboratorio de marihuana y toda operación de distribución en las áreas no incorporadas.

Para Garyn Angel, experto en la hierba, ningún cierre ayuda a la comunidad.

“No es cierto que los dispensarios atraen el crimen. Lo que es un hecho es que la marihuana es una hierba medicinal que se utiliza por mucha gente que no es delincuente, para dolor u otras afecciones”, dijo Angel.

El cierre “solo provoca que estas personas entonces buscan la marihuana en otros lugares peligrosos arriesgando su vida”, agregó Angel.

En febrero, la Asociación Médica de California (CMA), que representa a más de 41 mil médicos en todo el estado, anunció su respaldo formal a una medida electoral que permite la legalización de la venta de la hierba.

Steven Larson, doctor y presidente de la asociación, sostiene que la medida es integral y cuidadosamente construida, “lo que permitiría a los expertos de la salud en el estado proteger la salud pública al aclarar el papel de los médicos y el control y la regulación del uso de la marihuana por adultos responsables, al mismo tiempo que la hierba se mantiene fuera de las manos de los menores de edad”.

Anuncio