Adultos de la tercera edad reciben el regalo de obsequiar en Navidad

A sus 70 años de edad, Maximiano Amezquita tiene que escoger un regalo de una mesa llena de juguetes. Entre los obsequios hay pelotas, muñecas, juegos de mesa y carritos. De pronto, los ojos de Maximiano se iluminan y emocionado toma una caja con contiene un tráiler y varios carros de colores.

Maximiano tiene en sus manos un regalo que no es precisamente para él sino para sus nietos de ocho y siete años de edad.

“Me voy poner a jugar esta navidad con los niños”, dice entre risas el señor de la terca edad. “Dar obsequios a tus seres queridos es bonito. Dar a los nietos es mejor porque te devuelven sonrisas contagiosas”, agrega.

Este martes, Maximiano formó parte de un evento donde 200 ancianos de la comunidad de Watts, recibieron regalos gratis para poderle obsequiarle a sus nietos el 25 de diciembre.

“Con este regalo me ahorro el dinero del almuerzo de la semana, puedo comprar ropa o medicinas”, sostiene Maximiano.

A lado del señor, se encuentra Josefina Ochoa de 71 años de edad. La señora no recibe una pensión y no cuenta con el dinero para comprar regalos. No obstante, a la hora de escoger juguetes, su mirada se fue hacia una muñeca.

“Tengo una nieta de seis años que yo sé que se pondrá feliz de ver mi sorpresa”, dice Josefina.

“Como abuela de tantos nietos, es difícil darles a todos con el poco dinero que uno tiene y con los prioridades que uno tiene que cubrir al día. Pero esta Navidad ya no tengo que preocuparme por hacer feliz a una niña”, señala Josefina.

El regalo de dar y recibir es una acción de la que todo mundo disfrutamos, dice la sicóloga Mayra Ochoa, terapista en la región de Los Ángeles.

“Mas allá del regalo, nos gusta recibir porque entonces sabemos a quién le interesamos, quién pensó en nosotros y qué se tomó el tiempo para darnos algo que pensaron que nos gustaría o seria de nuestro provecho”, señala Ochoa.

Asimismo, “dar regalos es pensar en alguien, emplear el tiempo en esa persona especial e inclusive imaginarnos su sonrisa, su satisfacción y su felicidad; una reacción que nos hace felices “, sostiene la sicóloga.

La sicóloga recomienda que los adultos se tomen el tiempo para ayudarle a los ancianos a escoger regalos para los niños, envolverlos y dedicarlos, ya que la acción los ayuda a tener un sentido de propósito y les da felicidad a ver que han hecho a un niño feliz.

Para AltaMed, una organización de clínicas sin fines de lucro, está es la razón principal por la que decidieron llevar a cabo el evento de regalos en Watts en conjunto con Alice Harris, una activista comunitaria de la zona.

“En estas épocas hay organizaciones que dan juguetes a los padres de familia para que estos se los den a sus niños, pero no nos ponemos a pensar en que a los ancianos que viven con un salario fijo y limitado también les gustaría dar un regalo a los nietos ”, asevera Joel Lara, de la oficina de desarrollo de AltaMed.

Asimismo, la señora Harris, mejor conocida en el vecindario como “Sweet Alice”, señala que decidió trabajar en el proyecto porque de pequeña nunca obtuvo juguetes ya que en el hogar eran 11 hermanos y los adultos no tenían dinero para comprar esos lujos.

“De niña me propuse ayudar a los más necesitados y esta Navidad nuestros abuelos tendrán un regalo que dar”, dice Sweet Alice.