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El LAUSD quiere saber si los familiares de los estudiantes han estado en el ejército

Esta semana el sistema escolar de Los Ángeles está tomando las medidas necesarias para determinar si los estudiantes que tienen familiares que han estado en el ejército necesitan ayuda especial.


Estos estudiantes, podrían tener mayor riesgo de estrés, problemas de comportamiento y otros asuntos que podrían abordarse en la escuela.

Durante el verano, el LAUSD incluyó varias preguntas nuevas en los formularios de emergencia que se envían a todos los estudiantes, preguntándoles si algún miembro de su familia sirve en el ejército o son veteranos.

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Pero únicamente 400 de los 650,000 estudiantes respondieron que tenían familiares directos sirviendo actualmente en el ejército o que previamente habían prestado su servicio.

Debra Duardo, directora ejecutiva de Servicios de Salud, Humanos y Estudiantiles de LAUSD, tiene la sensación de que el número es demasiado pequeño y sospecha que la inexactitud sea el resultado de problemas técnicos del distrito o que por el vasto trabajo que tienen los directores no hayan notificado a los maestros y estudiantes de la adición de la casilla en el formulario y el cual requiere nueva información o tal vez porque la letra está muy pequeña y en el centro de la página.

Como resultado, el distrito está haciendo un nuevo esfuerzo para dar a conocer las nuevas preguntas, a tiempo con la semana del Día de los Veteranos. El pasado jueves el Superintendente Ramón Cortines y el Alcalde Eric Garcetti anunciaron el cambio en una conferencia de prensa.

El esfuerzo surgió como una colaboración a través de la Oficina de la ciudad de Asuntos de Veteranos, el LAUSD, el Proyecto de Fortalecimiento de la capacidad de USC y Los Angeles Veterans Collaborative. USC está donando 5,000 guías para ayudar a los estudiantes del distrito que tienen familiares en el sistema militar.

“Nadie sabe donde hay niños que tienen familiares veteranos porque nadie ha mantenido un seguimiento de ellos”, dijo Ron Avi Astor, profesor de la Escuela de Trabajo Social de USC que ayudó a desarrollar la nueva iniciativa.

Astor ha investigado los efectos de la guerra sobre los hijos de soldados y veteranos, y encontró que los estudiantes cuyos padres están o han estado activos en el ejército son propensos a un mayor riesgo en intentos de suicidio, victimización, uso de armas y drogas.

Como resultado, los estudiantes podrían ser agredidos o sufrir depresión. “A veces la solución a esas cosas se relaciona con ... la carga que estos niños han llevado junto a sus padres”, dijo Astor.

Los riesgos aumentan, dijo Astor, porque los niños cuyos padres están en el ejército cambian con frecuencia de escuela, lo que hace que resulte difícil obtener ayuda. Y cuando un padre se va a la guerra, un niño puede verse forzado a asumir la gestión financiera y logística de su casa.

Duardo ha visto estos problemas de primera mano.

“Los estudiantes venían en busca de servicios de apoyo porque eran hijos de militares y sufrían de ansiedad, estrés y miedo a la separación”, dijo Duardo. “Hemos detectado que algunos de los niños de más edad eran más rebeldes y tenían un mayor riesgo de involucrarse en conductas autodestructivas”.

Las escuelas de todo el LAUSD trataron de ayudar a cada uno de estos estudiantes, pero Duardo y su equipo pensaron que podría ser un problema más complejo. Así que se contactaron con USC y analizaron la investigación, determinaron que el distrito necesitaba encontrar una manera más efectiva de identificar a los estudiantes.

“Este pequeño cambio aumentará radicalmente nuestra capacidad para apoyar a los veteranos y a sus familias mientras se adaptan a la vida durante y después del servicio militar”, dijo Garcetti en un comunicado. Un comunicado de la oficina del alcalde llamó al LAUSD, “es el distrito escolar más grande en la nación”, en comenzar a hacer estas preguntas.

La identificación de estos estudiantes, dijo Duardo, permitirá a las escuelas entender a los estudiantes que tienen una relación directa con militares y saber que podrían tener problemas de conducta, baja asistencia, o fallar en las clases.

Lo ideal sería que, una vez identificado el estudiante, un sistema de alerta anticipada determinara quién necesita atención adicional. Si un estudiante es considerado en verdadero riesgo, dijo, la escuela podría programar una reunión con los padres para notificarles los servicios disponibles. En caso de ser necesario, el LAUSD podría referir al estudiante a uno de sus 14 centros de bienestar.

El LAUSD también podría ser elegible para recibir subsidios federales que proveen ayuda adicional a las escuelas con alto porcentaje de estudiantes provenientes de familias donde hay militares en sus miembros. Duardo dijo que el distrito podría usar esos fondos en trabajadores sociales.

“Como veterano, he visto personalmente los sacrificios hechos por nuestros hombres y mujeres en uniforme. Sus familias también pagan un precio”, dijo Cortines en un comunicado. “En el LAUSD queremos hacer lo posible para ayudar a estos estudiantes y sus familias, quienes merecen nuestro más sincero agradecimiento por su servicio”.

Usted puede encontrar a Joy Resmovits en Twitter @Joy_Resmovits

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