Cómo la economía de EE.UU. convirtió seis buenos empleos en malos
Los cambios en el mercado laboral han modificado innumerables trabajos que solían pagar bien, reducido los salarios y dejado a millones de trabajadores estadounidenses con una sensación de engaño y frustración.
Para ilustrar esta dinámica, en este artículo aislamos seis industrias que brindaban un salario semanal superior a la media en la década de 1990, pero ahora pagan menos que el sueldo promedio. Mientras los legisladores intentan comprender por qué los salarios no crecen más rápido a pesar del desempleo casi sin precedentes, esta es una parte de la historia.
Estos trabajos degradados tienen algo en común: no requieren un título universitario. La proporción de trabajadores con solo educación secundaria va en alza en los seis empleos y ahora constituye la mayor parte en todos menos uno, según la firma de análisis laboral Burning Glass Technologies.
Las carreras solían proporcionar a los trabajadores con menos educación una vía hacia la clase media, pero ya no. Y los trabajos bien remunerados de hoy en día a menudo se encuentran en campos como la sanidad y las finanzas, que requieren de educación y capacitación adicionales.
“El almacenamiento y la distribución alguna vez fueron empleos mejor calificados, con buenos salarios, pero la paga ha bajado, a pesar de que el trabajo todavía requiere una gran cantidad de esfuerzo”, indicó Diane Swonk, economista jefa de la red de servicios profesionales Grant Thornton. “Las personas no ganan menos porque son perezosas”.
Aunque estas seis categorías de trabajo pagan significativamente menos que en la década de 1990, la mayoría ha ampliado la contratación. También han reducido la participación sindical. A continuación, una mirada más profunda a las fuerzas que las derribaron:
La industria de la música y el cine
La piratería en línea arrasó con la industria de la música. Podemos culparla por la “mayor parte” de los ingresos perdidos durante la era aquí examinada, según un documento de la revista Journal of Economic Perspectives de 2017, escrito por el economista de la Universidad de Minnesota Joel Waldfogel, también autor de “Digital Renaissance: What Data and Economics Tell Us about the Future of Popular Culture” (Renacimiento digital: qué nos dicen los datos y las condiciones económicas sobre el futuro de la cultura popular).
Pero hay otra razón menos apocalíptica por la que la revolución digital ha recortado los salarios de la música y el cine.
La digitalización hizo que la música y las películas fueran mucho más baratas de producir, distribuir y promocionar, escribió Waldfogel. Ello rompió el dominio de los estudios de cine y las discográficas, que antes eran las únicas instituciones que podían pagar el costo -de $1 millón- para lanzar un álbum al mercado en 2010, o los $106 millones que costaba producir una película importante en 2007.
Como resultado, expuso Waldfogel, “la cantidad de nuevos films y grabaciones se disparó en los últimos años”. La mayoría de esos nuevos productos provienen de sellos independientes y estudios más pequeños.
Al mismo tiempo, el empleo en la industria de la música y el cine se ha expandido. Los nuevos trabajos pagan menos que cuando las instituciones controlaban las áreas, pero Waldfogel descubrió que, en general, la industria está produciendo un número cada vez mayor de películas y álbumes con buenas críticas.
También escribió que las principales disqueras y estudios tuvieron éxito, y que como “los consumidores ahora están inundados de productos que consideran deseables”, parece que “la digitalización dio paso a una era dorada de música, películas, libros y programación de televisión”.
Trabajos de reparación
De todos los trabajadores de reparación, aquellos que arreglan, instalan y mantienen refrigeradores, motosierras, televisores y diversos artículos para el hogar han visto sus salarios caer más rápido.
Internet es probablemente uno de los culpables, pero la interrupción es diferente de cómo la tecnología transformó las industrias de la música y el almacenamiento.
The Wall Street Journal informó en 2015 que los trabajadores de reparación estaban siendo exprimidos por clientes frugales y el surgimiento de una moda de la reparación en YouTube del “hágalo usted mismo”. La tendencia parece continuar: las últimas ganancias de Home Depot alcanzaron un máximo histórico.
Un número diverso y cada vez mayor de clientes están tomando las reparaciones en sus propias manos, mirando videos de cómo hacerlo por cuenta propia y solicitando repuestos en línea. Cuando no pueden arreglarlo ellos mismos, es más probable que simplemente compren un nuevo electrodoméstico -relativamente baratos en general-, en lugar de llamar al taller de reparación. Los precios de los electrodomésticos cayeron un 21% desde 1992, incluso cuando los precios al consumidor se elevaron un 62.3% en general, según cifras del Departamento de Comercio.
Industria automotriz
La industria automotriz, que durante mucho tiempo fue un cimiento de empleos para la clase media en Estados Unidos, se vio golpeada por dos fuerzas distintas: la competencia extranjera e internet, que arrastraron los salarios de toda la industria hacia abajo.
Las empresas como Advance Auto Parts han tenido problemas para mantenerse al día con los precios bajos y la comodidad de los minoristas en línea, como Amazon.com.
Las acciones de Advance alcanzaron su punto máximo en 2015 y no han superado esa cifra desde entonces, mientras que a los inversionistas les preocupa que las tiendas físicas estén en declive a largo plazo. Los precios de los repuestos automotrices cayeron desde finales de 2014, según datos del gobierno.
“He trabajado en AutoZone durante ocho años, y sigo ganando solo $30,000 al año”, afirmó Jason Clawson, un hombre de 34 años, de Ohio, que recientemente completó clases durante los fines de semana para convertirse en conductor de camión, un trabajo que -según cree- duplicará su paga.
Los precios de los autos usados están en su punto más alto en 13 años, expone Edmunds.com, y las ventas siguen siendo fuertes, pero los compradores que solían ir a un concesionario ahora compran más en línea o en una subasta, perjudicando así las comisiones que las tiendas de autos usados antes disfrutaban.
Empleos en depósitos
El empleo en almacenes se ha disparado, pasando de 515,000 en 2000 a 1,032,000 en la actualidad. Los almacenes se convirtieron en enlaces críticos en el comercio minorista en línea y las cadenas de suministro mundiales, que envían repuestos de todo el mundo a oficinas y hogares. Sin embargo, el salario anual para los trabajadores del sector (excluyendo a los gerentes) cayeron desde un pico cercano a los $42,500 en 2000, a alrededor de $38,000 ahora, ajustado por la inflación.
Swonk, la economista de Grant Thornton, señala que ello es resultado de un sector industrial altamente remunerado que se está transformando en un negocio dominado por firmas minoristas, que pagan menos. La gran disminución en los empleos sindicales y el incremento de los trabajadores temporales también redujo los salarios. Las empresas ven a los trabajadores como fáciles de reemplazar, considera ella, por lo cual hay pocas razones para aumentar los sueldos en pos de mantenerlos cerca.
Tracy, quien se negó a dar su apellido por temor a represalias, tomó un empleo en un centro de despacho de J. Crew cuando se mudó al sur de Virginia, en 2017. La compañía estaba contratando antes de las fiestas, y pensó que sería un empleo interino hasta encontrar otra cosa.
“No era algo que hubiera planeado hacer o que deseaba hacer a largo plazo. Tengo 54 años ahora, y requiere de esfuerzo físico; permaneces de pie todo el tiempo”, relató Tracy. Aunque tenía la esperanza de encontrar algo más, la mujer sigue allí meses después, sin conseguir otra opción. Gana $11 por hora en pedidos de embalaje y en el manejo de devoluciones.
Fabricación de alimentos
La fabricación de alimentos es una industria diferente de lo que era hace 20 años. Hay mucha más carne involucrada, y debido a que los mataderos tienden a pagar menos que otros empleos en el sector, el salario general ha disminuido.
Los empleos en las fábricas de quesos y de conservas de frutas y hortalizas, o en las empacadoras, todavía pagan relativamente bien. Pero hay menos de ellos. Los trabajos peor remunerados en los mataderos, las plantas empacadoras de carne y, en menor medida, las panaderías han ocupado su lugar.
La autora Lynn Waltz escribió en el boletín informativo PostEverything, este 2018, que los salarios de los mataderos disminuyeron porque los principales fabricantes trasladaron los empleos desde los bastiones urbanos de los gremios a las zonas rurales, más baratas y en estados menos favorables a los sindicatos. La explotación ilegal de trabajadores en EE.UU. también redujo los salarios, indicó Waltz.
Trabajos relacionados con la madera
El auge y la caída de los aserradores y otros trabajadores de fábricas vinculadas con la madera sigue de cerca la burbuja de la vivienda en el país, y la posterior crisis hipotecaria.
Los aserraderos liquidaron empleos y redujeron drásticamente los salarios a medida que el mercado inmobiliario se derrumbaba. Los sueldos están empezando a recuperarse, pero hay muchos menos trabajadores de la madera para ganarlos.
Las industrias estadounidenses relacionadas con el sector han sido golpeadas por las importaciones chinas baratas, que inundaron Estados Unidos desde 1990 hasta 2007. Los productos y muebles de madera estuvieron en el epicentro del cambio, y la industria sufrió casi más que cualquier otra, según el economista del MIT David Autor y sus colaboradores.
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