Opinión: Como médico de urgencias, vi con qué frecuencia matan las armas. No las ponga debajo de su árbol de Navidad
Agregar una pistola a la mezcla navideña no es ni festivo ni alegre. Es simplemente peligroso
Durante mi pasantÃa de medicina de emergencia en el Medio Oeste, uno de mis primeros pacientes fue un niño de 4 años con una herida de bala. La bala fue disparada por una magnum .357 de su padre, que el pequeño habÃa encontrado. Mientras jugaba con el arma, accidentalmente se disparó en la parte superior del muslo. La energÃa cinética de la bala era tan poderosa en su pequeño cuerpo, que a pesar de recibir un disparo en la pierna, muchos de los órganos abdominales internos del niño estaban traumatizados.
Murió mientras intentamos frenéticamente salvarle la vida.
Dos niños y un oficial de libertad condicional del condado de San Bernardino son encontrados muertos después de horas de enfrentamiento con la policÃa en una casa de Ontario.
Cuando el padre de ese niño compró su arma -sospecho que jamás- nunca imaginó la devastadora pérdida personal que resultarÃa de esa decisión. Según la información, él era un padre responsable. Responsable o no, su hijo está muerto.
En medio de la actual temporada de compras navideñas, a menudo escucho anuncios de radio que promocionan las armas como un regalo ideal. Hacen creer que tener una pistola suene tan benigno, tan estadounidense, tan patriótico.
He trabajado en salas de emergencias tanto del centro de la ciudad como en pequeñas localidades. He tratado a cientos de vÃctimas de disparos y he declarado tantos pacientes muertos por heridas de bala que prefiero no llevar la cuenta.
Las armas no significan nada positivo para mÃ. Representan sólo muerte y destrucción. Ciertamente, no son para ponerlas en una caja festiva con un moño debajo de un árbol de Navidad.
Cuando compra un arma, puede pensar que está adquiriéndola para proteger a su familia, su hogar o posesiones. Tal vez quiera tener un arma en caso de que la sociedad o el gobierno se quiebren y necesite defenderse en tiempos difÃciles. Es mejor que se preocupe por un apocalipsis zombie.
Cualquiera que sea su motivo, permÃtame desacreditarle la noción de que de alguna manera está más seguro con una pistola en su hogar. No lo está.
Aquà hay algunos datos que los anuncios de armas navideñas no le dirán.
Casi 40,000 estadounidenses murieron por heridas de bala en 2017, según las estadÃsticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Eso incluye alrededor de 14.500 asesinatos, casi 24.000 suicidios y 2.000 muertes accidentales.
Según mi análisis de los datos, esa arma que lleva a su casa tiene al menos 15 veces más probabilidades de matarle a usted o a un miembro de su familia que a un intruso.
Sé lo que está pensando: “No me conoce. Soy responsable. Mantendré mi arma guardada, separada de las balasâ€. Puede esconderla de sus hijos, hacer todo lo que esté a su alcance para nunca permitir que se use contra usted o su familia, pero los niños son inteligentes y pueden ser astutos. Sabrán dónde guarda su arma y descubrirán la forma de conseguirla.
El alcohol o las drogas pueden entorpecer sus sentidos y hacerle cometer un error fatal. La ira puede vencerle a usted o alguien a quien ama y de repente alguno está buscando el arma. La depresión profunda puede abrumar la razón. Y cuando suceden estas cosas, una pistola proporciona una rápida máquina para matar, eficiente y fácilmente accesible. Y matarán, lo harán.
He tenido que decir a familia tras familia que su ser querido murió por una herida de bala. He sentido la sangre tibia en mis manos cuando sale del cuerpo de la vÃctima de un disparo.
Sin lugar a dudas, la parte más difÃcil de mi trabajo como médico de emergencias fue presenciar la profunda tristeza y el dolor asociados con la muerte de un miembro de la familia a causa de un arma de fuego. Por el momento, la razón del tiroteo era irrelevante.
No cuestiono su derecho a mantener y portar armas, yo apoyo la Constitución. Pero sólo porque cuente con el derecho de hacer algo, no significa que deba hacerlo.
Las vacaciones están destinadas a ser un momento de alegrÃa y unión. Agregar una pistola a la mezcla no es festivo ni alegre. Es sólo peligroso.
Steven Sainsbury es médico de cuidados paliativos y geriátrico en San Luis Obispo. Fue médico de sala de emergencias a tiempo completo durante 25 años.
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquÃ
SuscrÃbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.