Purdue Pharma se aboca a la suspensión de pagos para afrontar crisis opioides
Nueva York — La familia propietaria de Purdue Pharma, fabricante de Oxycontin, acordó renunciar a “todo el valor” de la empresa para resolver las miles de reclamaciones que tiene en los juzgados por su papel central en la mortal epidemia de opioides de Estados Unidos, lo que le abocaría a la suspensión de pagos.
Así lo detalló un portavoz de la firma, quien avanzó la oferta de la familia Sackler, propietaria de la farmacéutica, en un correo electrónico enviado a la cadena de radio NPR.
Según este medio, los Sackler han ofrecido 3.000 millones de dólares como parte de la resolución global, escribió en dicho correo Josephine Martin, directora de asuntos corporativos y comunicaciones de Purdue Pharma.
De esta forma, la propiedad renunciará al valor de Purdue Pharma para resolver las reclamaciones por opioides, en lo que es la primera vez que Purdue Pharma o los Sackler han revelado cuál es su posición negociadora ante las miles de denuncias en su contra, aunque la compañía reconoció que las conversaciones estaban aún abiertas.
Según Martin, los Sackler también ofrecieron contribuir con otros 1.500 millones de dólares de la venta de Mundipharma, una compañía propiedad de miembros de la familia.
El correo electrónico se envió a NPR el pasado lunes, después de que la cadena de radio informara de que la familia había rechazado la demanda de los fiscales generales estatales para pagar aproximadamente 4.500 millones de su patrimonio personal por la crisis de los opioides.
“Necesitábamos más seguridad por parte de los Sackler de que el dinero que estaban prometiendo, de hecho pagarían”, dijo Josh Stein, fiscal general del estado de Carolina del Norte, hablando en Morning Edition.
“Y no teníamos ese compromiso y los Sacklers rechazaron esas propuestas”, dijo Stein.
Durante el pasado fin de semana, Stein y otros fiscales generales del estado declararon que las conversaciones con los ejecutivos de Sackler y Purdue Pharma habían llegado a un punto muerto.
The New York Times también había informado previamente de algunos de los detalles del acuerdo nacional propuesto entre Purdue Pharma y miles de demandantes. Esta es la primera vez, sin embargo, que la compañía ha comentado o confirmado las líneas generales del acuerdo.
En un correo electrónico separado a NPR, Purdue Pharma también dijo que la firma farmacéutica aún espera lograr un acuerdo, rechazando la afirmación de los fiscales generales estatales de que las conversaciones habían terminado.
“Purdue Pharma cree que un acuerdo que beneficia al público estadounidense ahora es un camino mucho mejor que años de litigios y apelaciones derrochadores”, dijo el comunicado. “Esas negociaciones continúan y seguimos dedicados a una resolución que realmente promueva el interés público”.
La firma farmacéutica reconoció en marzo pasado que la presentación del Capítulo 11 o suspensión de pagos es una de las estrategias que se contemplan si no se puede llegar a un acuerdo.
La propuesta ofrecida por los fiscales generales también habría obligado a Purdue Pharma a un proceso de bancarrota estructurado, al tiempo que disolvería el negocio de opioides en el extranjero de los Sackler.
Las muertes por sobredosis relacionadas con los opioides recetados han matado a más de 218.000 estadounidenses desde que comenzó la crisis de adicción a finales de la década de 1990, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los gobiernos estatales y locales han presentado más de 2.000 demandas alegando que Purdue Pharma desempeñó un papel central en la comercialización de medicamentos opioides, incluido Oxycontin, mientras minimizaba los riesgos.
Durante dos décadas, las ventas de opioides generaron miles de millones de dólares en ganancias para la compañía, convirtiendo a los Sackler en una de las familias más ricas de los EE.UU.