El estado Nueva York planeta eliminar los gases invernaderos en 2050
Nueva York — El estado de Nueva York, dominado por los demócratas, se propone aprobar un proyecto de ley que hace un llamado a eliminar los gases de invernadero para 2050, cuando la energÃa eléctrica provendrÃa de fuentes sin carbono, según una iniciativa legislativa del gobernador del estado, Andrew Cuomo.
La llamada futura Ley de Liderazgo Climático y Protección de la Comunidad, que de cumplirse colocarÃa a Nueva York como lÃder ambientalista en el mundo, requiere también que el estado reduzca su nivel de contaminación por calentamiento en un 85 % por debajo de los niveles de 1990 para 2050, avanza The New York Times.
El diario también señala que el remanente 15 % sea eliminado posiblemente a través de medidas para remover el dióxido de carbono de la atmósfera.
Agrega el Times que de lograr esa meta, que debe pasar por el Congreso estatal, se crearÃa la llamada “economÃa neta ceroâ€, el objetivo final de ambientalistas y otros expertos que buscan reducir el calentamiento global.
Hasta el momento el gobernador Cuomo, también demócrata, no ha informado de este acuerdo con los legisladores, que culminan esta semana su presente sesión, dejando sobre el tapete muchos proyectos como el de la marihuana con fines recreativos.
El Times destaca que muchos lÃderes demócratas en otros estados han aprobado proyectos para reducir los gases de invernadero en respuesta a los insistentes esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump de dejar de lado las regulaciones ambientales para las plantas generadoras de electricidad.
Sin embargo la meta de Nueva York serÃa la más ambiciosa de todo el mundo.
“Esto colocarÃa a Nueva York sin dudas en una posición de liderazgo globalâ€, aseguró Jesse Jenkins, un experto en energÃa de la Universidad de Harvard.
No obstante, también indica que es una meta no fácil de lograr porque Nueva York sólo ha reducido sus emisiones en un 8 % entre el 1990 y el 2015, según un reciente informe oficial, y agrega que hay numerosas interrogantes de si la energÃa, el sector de bienes raÃces y los negocios de las comunidades podrán adaptarse a esos cambios para el 2050.