El Real Madrid se reencuentra con las penurias ligueras
Madrid — Una maniobra maestra en el descanso de Eusebio Sacristán ofreció al Girona una victoria histórica en el Santiago Bernabéu (1-2) y una derrota dolorosa para el Real Madrid, que ve frenada en seco su reacción y se reencuentra con sus penurias ligueras.
La salida al campo de Aleix García y el hondureño Anthony Lozano cambió el decorado de un partido que parecía plácido para el conjunto de Santiago Solari, que se había adelantado en el marcador con un magnífico remate de cabeza del brasileño Casemiro.
El cuadro gerundense, que no ganaba un partido desde noviembre, creyó en sí mismo. Su mejoría ante el desconcierto madridista encontró la recompensa en los goles del uruguayo Cristhian Stuani, de penalti por manos de Sergio Ramos, y de Cristian Portugués ‘Portu’.
Tras los exigentes y exitosos exámenes del Camp Nou, del Wanda Metropolitano y del Johan Cruyff Arena, Solari había dado descanso a varios de los titulares de la buena racha y no había podido contar por sanción con el croata Luka Modric. Su ausencia, como la de Vinicius, fue determinante. El Real Madrid volvió a ser demasiado plano y además volvió a fallar ante el gol, tanto que no mató el partido y lo pagó.
El técnico argentino trató de dar más vigor y fuerza a la parcela ofensiva con la entrada sucesiva de Vinicius, Gareth Bale y Mariano Díaz, pero nada funcionó ante un muy buen Girona que alcanzaba un triunfo tan necesario como buscado desde hace tanto tiempo.
El Real Madrid, que está protagonizando su peor Liga en diez años, no tuvo argumentos futbolísticos para evitar una nueva derrota en casa que le aleja de nuevo de su pretensión de luchar por el título. Su racha de ocho partidos sin perder -siete victorias- quedó cortada de forma abrupta cuando menos se esperaba.
El Barcelona, que ganó sin brillo el sábado al Valladolid (1-0), está de nuevo muy alejado -a nueve puntos- y el Atlético, que venció también con apuros al Rayo en Vallecas (1-2), le ha vuelto a arrebatar el segundo puesto.
El Sevilla prosiguió con su dinámica negativa de las últimas jornadas al caer en La Cerámica ante el Villarreal (3-0) y puso en peligro su cuarto puesto, que hubiera perdido de haber ganado el Alavés en el Benito Villamarín ante el Betis, pero el 1-1 le permitió mantenerlo.
Lleva cuatro salidas el conjunto de Pablo Machín en las que pierde y lo hace sin marcar. Ante el Villarreal volvió a fallar en ambas áreas y el equipo de Javi Calleja, que como el Girona no ganaba desde noviembre, lo aprovechó para aliviar su delicada situación.
Álvaro González, de cabeza a la salida de un córner, empezó a decantar la balanza; el camerunés Karl Toko Ekambi, en el añadido del primer tiempo, aprovechó un perfecto taconazo del colombiano Carlos Bacca, exdelantero del Sevilla, para incrementar la ventaja de los locales; que completaron la cuenta con un potente disparo de Alfonso Pedraza a poco del final (m.86).
La victoria coloca al Villarreal a un punto de la salvación que marca el Celta y el Sevilla sigue cuarto, pero ya le pisan los talones, a un punto, el Getafe y el Alavés, mientras que el Betis se queda octavo a tres puntos de estos.
El argentino Giovani Lo Celso adelantó al Betis al cuarto de hora, pero poco después el chileno Guillermo Maripán, que acababa de sacar un balón a Jesé Rodríguez en la misma línea de gol, aprovechó un balón en el área local para sellar unas tablas ya inamovibles pese a los momentos de peligro que hubo en ambas porterías.
El Valencia volvió a caer en el maleficio del empate. Ya son catorce los que acumula la presente liga. El cuadro de Marcelino García Toral se atascó ante el Espanyol (0-0) y ello le impidió acercarse más a la cuarta plaza que anhela y aspira.
Como tantas veces esta campaña el conjunto valencianista fue superior, tuvo buenos momentos pero le penalizó su falta de contundencia ante la portería rival.
José Antonio Pascual