Argentinos defienden el tradicional ‘choripán’ en el entorno de los estadios
Buenos Aires — El Obelisco de Buenos Aires se llenó este jueves de humo cuando casi un centenar de asadores de ‘choripanes’ (bocadillos de chorizo) regalaron 1.000 de estos productos para pedir que no se prohÃba su venta ante los estadios de fútbol, medida que busca evitar la financiación de grupos de ultras.
El Gobierno de la capital argentina decidió, el 16 de enero, revocar los permisos otorgados y prohibir que se instalen puestos improvisados de venta de alimentos en las inmediaciones de los estadios durante los partidos.
El Ejecutivo alegó que no eran seguros y que eran una fuente de financiación para las barras bravas (grupos organizados de hinchas violentos).
Cientos de argentinos expresaron su malestar por esta decisión, principalmente a través de las redes sociales, porque comer un ‘chori’ (como popularmente se conoce a este producto) o una hamburguesa camino al estadio es una tradición local.
“El ‘chori’ es folclore, es cultura, de toda una vida. El fútbol era fútbol y ‘choripán’, ahora sin ‘choripán’ no puede haber fútbol. Claro y sencillo, para toda la gente de afuera, que entienda que el ‘choripán’ es una cultura argentina, es el dulce de leche, es Diego Armando Maradona. El ‘choripán’ es lo mismo, es todo esoâ€, dijo a Efe Maximiliano Romero, que tiene 33 años y desde hace 15 vende alimentos en las inmediaciones de los estadios.
Romero es uno de los casi 100 vendedores que instalaron alrededor de una docena de ‘parrillas’ (asadores) a metros del Obelisco para regalar 1.000 ‘choris’ y juntar firmas para pedir que se revierta la prohibición.
“Cuando vi el decreto me dolió muchÃsimo porque quedaron más de 250 familias en la calle. No tienen fuente de trabajo, la única fuente de trabajo es esta. Hoy cada uno vino con su puesto de trabajo que siempre trabaja en los estadios y compró ‘choris’ para regalárselos a la gente para concientizarâ€, añadió.
Romero, quien vendÃa en “todas†las canchas de Buenos Aires, aseguró que ni él ni sus compañeros tienen relación con los barras bravas.
“Ninguna, ninguna, ninguna. Absolutamente ninguna. Pueden ver, son todos trabajadores, no tienen ninguna causa penal, no tienen nada, son legÃtimos trabajadores y el Gobierno lo sabeâ€, afirmó.
Este reclamo en el Obelisco fue organizado, entre otros, por la Confederación de Trabajadores de la EconomÃa Popular (CTEP).
Pablo Dorigo, responsable de la rama de vendedores y artistas del espacio público de CTEP Capital, explicó a Efe que desde hace un año y medio le piden al Gobierno que los “regulariceâ€.
“Yo creo que el Gobierno va a entrar en razón y va a avanzar en la regularización de la actividad, porque no tiene sentido lo que se plantea. Es nada, la regularización corta con todo lo gris que puede haber en la actividadâ€, sostuvo.
Dorigo dijo estar “sorprendido†de que el Gobierno “haya tocado algo tan popular y folclóricoâ€.
Con ellos también coincide Walter, hincha de San Lorenzo, y uno de los tantos afortunados que casualmente pasaban por la zona y pudieron comer un ‘choripán’ gratis.
“Es algo nacional. Hasta el turista cuando viene quiere probar el ‘chori’, la carne, el asado. Es gente que quiere trabajar, que quiere llenar la olla a la noche y comer tranquila, en paz con la familia. Creo que tenemos todos derecho a esoâ€, dijo Walter a Efe.
“La falta de trabajo ya es un problema, la gente quiere trabajar, sea como sea. Mientras sea trabajo digno es estúpido lo que están haciendo, es algo necio lo que están haciendo, de ignorante. La gente quiere comer, tiene derecho. Yo soy vendedor ambulante y trabajo de lo que la gente me da. Es horrible lo que le está pasando a esta genteâ€, concluyó.