2018, el último año en el que Emanuel Ginóbili tocó "el cielo con las manos" - Los Angeles Times
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2018, el último año en el que Emanuel Ginóbili tocó “el cielo con las manos”

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EFE

2018 fue el año elegido por Emanuel Ginóbili para poner fin a su carrera, para tocar, por última vez como jugador profesional de baloncesto, “el cielo con las manos”. Su brillante trayectoria quedó inmortalizada por Daniel Frescó en la recientemente actualizada biografía del argentino.

En una entrevista con Efe, el autor de “Manu Ginóbili. El cielo con las manos” (Aguilar, 2005) contó que decidió actualizar su libro para narrar en un epílogo la historia completa de quien fuera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

“Hace dos años, cuando yo suponía que Manu ya estaba por retirarse, pensé que era importante hacer una actualización. Habían pasado en ese momento once años de la publicación del libro y habían pasado muchas cosas. Así que empecé a trabajar en recopilar esos últimos años más rápidamente de lo que había hecho en el libro y abocarme al legado”, dijo el periodista y escritor.

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Ginóbili, nacido en Bahía Blanca hace 41 años, publicó el pasado 27 de agosto una fotografía saliendo de la cancha en su último partido con los Spurs de San Antonio y un mensaje en el que agradecía el apoyo recibido en sus 23 años en las pistas.

Un mes después de su retiro, los Spurs anunciaron que colgarían su camiseta el próximo 28 de marzo, un homenaje al que acudirá Frescó.

Para adentrarse en la historia del que para el periodista es el único argentino sin “grietas”, Frescó realizó decenas de viajes a Bahía Blanca, considerada la capital nacional del baloncesto.

“Si bien hay una tradición basquetbolista, el básquet nunca había tenido un impacto tan importante como el que llega a tener con Manu, por lo cual había algo que provocó semejante fenómeno y me pareció un buen plan el de tratar de investigarlo a fondo”, explicó.

Para el autor, el 80 % del libro cuenta lo que la gente no conoce de Manu, cómo terminó por forjarse una personalidad como la suya en un país donde el baloncesto no es el deporte más popular.

Tras cientos de entrevistas y horas de investigación, Frescó se se metió de lleno en la tradición baloncestística de la ciudad y accedió a los archivos históricos de Bahiense Norte -el club que le vio nacer y que actualmente preside su hermano Leandro- hasta llegar a las estadísticas de los primeros partidos de Manu en la categoría regional.

“Hablar con quien fue su pediatra hasta los 16 años es algo que ya no se podrá repetir, me dijeron que ya falleció. Era increíble cómo la obsesión de Manu le llevaba a que cuando llegaba a la consulta lo primero que le pidiera era que le midiera para ver si había crecido”, trasladó Frescó.

Lo más destacable, expresó, es que Ginóbili puede leer su historia contada a través de muchos de los personajes más importantes de su vida, desde su madre Raquel Macari hasta la maestra de su escuela primaria.

“Nadie creía que Manu iba a ser lo que llegó a ser. Viviendo en ese mundo rodeado de básquet, a él era al que mandaban a catecismo”, bromeó.

Para el nuevo epílogo, que tituló “Manu, el embajador del futuro”, retomó la biografía donde la dejó y se enfocó en su legado.

“La idea era completarlo porque fue la primera biografía que se escribió, además, digamos que la más completa porque es el único libro que abarca prácticamente toda la vida”, aseveró Frescó.

“Viajé a Estados Unidos y entrevisté a los principales jugadores de hoy de la NBA , a leyendas y a gente de acá de Argentina del deporte y de fuera del deporte, ya que la figura de Manu trasciende el deporte”, continuó.

Para muchos, sin duda es el mejor jugador extranjero que pasó por la liga estadounidense, pero “si no es el mejor, está en el podio”, defendió.

Frescó consideró que ‘Manu’ “permitió que la globalización de la NBA sea aún mayor” en “un momento en el que los extranjeros todavía no estaban en el podio de los mejores jugadores”.

“El retiro de Ginóbili tendría que ser un retiro modélico, es casi como su carrera, porque lo fue haciendo como de a poco. Se retiró primero de la selección, y pudo haberse retirado cuando ganó el último anillo con los Spurs en 2014 y haberse ido con la gloria, pero siguió jugando tres años más, haciendo un proceso”, sentenció.

El deporte argentino recordará el 2018 por ser el año en que Boca Juniors y River Plate disputaron la final de la Copa Libertadores, el del Mundial de Rusia, el de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, pero también por ser el año en que anunció su retiro el mejor jugador de baloncesto de la historia del país.

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