La inmunoterapia puede atenuar “significativamente” efectos del cáncer de mama
Santiago de Chile — La inmunoterapia puede atenuar “significativamente” los efectos del cáncer de mama y de hecho hay mujeres que, con este tratamiento, lograron una supervivencia que superó los dos años y medio con buena calidad de vida, aseguraron a Efe expertos chilenos en el tratamiento de este mal.
“De hecho, existen casos cuya expectativa de vida era de cuatro a seis meses, y tras ser tratados por inmunoterapia de células dendríticas de tercera generación, lograron sobrevida que superó los dos años y medio con buena calidad de vida”, recalcó el médico patólogo y oncólogo molecular, Ramón Gutiérrez.
Explicó que para casi todos los tipos de cáncer, existen variados procedimientos, entre ellos los tradicionales como la cirugía, quimio y radioterapia.
Pero además, también se hace cada vez más frecuente atacar esta enfermedad con tratamientos complementarios como lo es la inmunoterapia que, en pacientes con cáncer avanzado puede incluso ser la única opción de tratamiento, llegando a aumentar su sobrevida en hasta un 325 %.
“En nuestro país, con el apoyo de la estatal Corporación de Fomento (CORFO) y la empresa chilena BioGénica junto a Clínica ReCell hemos desarrollado avanzada biotecnología aplicada en tratamiento de inmunoterapia personalizada para enfermedades oncológicas -única en Iberoamérica-”, dijo el profesional.
“Se estimulan las defensas naturales del organismo con el fin de combatir la enfermedad, utilizando células y moléculas producidas por el cuerpo, para instalar, mejorar o restaurar la función del sistema inmunológico”, explicó.
En Chile y el mundo, el cáncer de mama es la primera causa de muerte entre las mujeres. Y, mientras en el mundo muere una mujer cada un minuto a causa de este mal, en la nación austral fallecen tres al día.
El doctor Gutiérrez, director de Recell aseveró a Efe que la inmunoterapia con células dendríticas es una terapia biológica personalizada que se hace a partir de células sanguíneas y moléculas tumorales del propio paciente (desde una biopsia reciente o antigua del paciente) que se programan en laboratorio y posteriormente se reintegran al organismo de forma ambulatoria.
“Con este tipo de tratamientos se puede detener o retrasar el crecimiento de células cancerosas; impedir que estas se ramifiquen a otras partes del cuerpo, reduciendo complicaciones del cáncer y hasta permitiendo revaluar tratamientos quirúrgicos que se consideraban inicialmente no factibles”, enfatizó.
Según Gutiérrez, en los pacientes que logran respuesta, la inmunoterapia puede disminuir en hasta un 70 % la reaparición del cáncer y puede potenciar en hasta un 40 % los resultados de los tratamientos tradicionales.
El especialista señaló que han “desarrollado tratamientos para pacientes que solo estaban con manejo paliativo, por estar desahuciados, y se ha logrado que 50 días después de terminado el protocolo de la terapia, haya una reducción de hasta un 40 % de la actividad metabólica del tumor e incluso la desaparición de un 30 % de masa tumoral”.
“Sin embargo -advirtió el doctor Gutiérrez- cada caso es distinto”.
“Hemos logrado la inmunoterapia de células dendríticas de tercera generación, que resulta 10 a 20 veces más efectiva que otras versiones, incluso complementada con un innovador módulo de exosomas”, destacó el especialista.
Según el profesional, para el paciente, lo más importante es identificar un protocolo de inmunoterapia con respaldo y dé la mayor efectividad posible, lo cual requiere siempre de una muestra de tumor y sangre.
“Luego vendrá la fase de laboratorio de “tercera generación” que durante dos meses logra la programación molecular necesaria para la mayor efectividad terapéutica, evitando reacciones adversas”, concluyó.
Mundialmente octubre es el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama y específicamente el 19 de dicho mes se conmemora internacionalmente su día.
Las cifras de este tipo de cáncer muestran que en el mundo es el tumor más frecuente entre las mujeres, repitiéndose el mismo dato en América Latina, donde este tipo de cáncer representa más de un 25 % de las enfermedades sufridas por las mujeres.