Brunson y Gülen, dos religiosos en el foco de las tensiones con TurquÃa
Washington — En el centro de las crecientes fricciones comerciales y diplomáticas del Gobierno de Donald Trump con TurquÃa están dos religiosos: el estadounidense Andrew Brunson, retenido en TurquÃa, y el turco Fethullah Gülen, exiliado en este paÃs.
Washington exige a TurquÃa la liberación de Brunson, detenido desde hace dos años bajo acusaciones de terrorismo, mientras que Ankara reclama la extradición de Gülen, quien reside en Saylorsburg, un pequeño pueblo de las montañas de Pensilvania.
Brunson, de 50 años, residÃa desde hace más de 20 años en la ciudad de Izmir, en la costa del Egeo, donde el pastor evangélico dirigÃa una pequeña congregación.
Su labor no generó gran interés hasta que, dos años atrás, fue acusado de estar relacionado con el golpe de Estado frustrado contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
El caso de Brunson ganó relevancia tras la insistencia de la American Center for Law and Justice (ACLJ), un grupo conservador cristiano con importantes lazos con la Casa Blanca, y que cuenta como su principal asesor legal con Jack Sekulow, uno de los abogados del presidente Donald Trump.
“El cristianismo está en juicio. La evangelización no es terrorismo. Es una absoluta crueldadâ€, subraya la ACLJ en su petición de liberación para el pastor.
La ACLJ es una importante representante de la base conservadora cristina que llevó a Trump a la Casa Blanca, encarnada entre sus principales baluartes en el vicepresidente, Mike Pence, quien se ha referido al pastor estadounidense en reiteradas ocasiones.
En abril de este año, Trump publicó un mensaje en Twitter por primera vez sobre el religioso: “El pastor Andrew Brunson, un buen caballero y lÃder cristiano en EEUU, está en juicio y siendo perseguido en TurquÃa sin motivoâ€.
“Lo califican de espÃa, pero yo soy más espÃa de lo que él es. Con fortuna, se le permitirá regresar con su hermosa familia con quien debe estarâ€, agregó el mandatario.
Brunson, que recientemente ha pasado a arresto domiciliario, ha rechazado las acusaciones y defendido su inocencia.
Frustrado ante los escasos progresos, la pasada semana Trump anunció que duplicarÃa los aranceles a las importaciones de acero y aluminio turco, a la vez que subrayaba: ¡Nuestras relaciones con TurquÃa no son buenas en este momento!â€.
Estas sanciones comerciales, sumadas a la frágil situación económica de TurquÃa, han contribuido a la caÃda de la lira turca, en medio de la pérdida de confianza de los inversores, complicando aún más las relaciones bilaterales.
Al otro lado del tablero de juego diplomático se encuentra otro religioso, el predicador Fethullah Gülen, exiliado desde la década de 1990 en Pensilvania.
Al contrario que Brunson, sin embargo, la figura de Gülen era bien conocida tanto en TurquÃa como en este paÃs.
El clérigo es fundador de una poderosa cofradÃa con amplia presencia en el mundo de los negocios y los medios de comunicación, conocida como “Hizmet†(“Servicioâ€), aunque en turco, sus miembros también se conocen como “fethullahciâ€.
Gülen, de 77 años, no suele aparecer en público, pero sus enseñanzas se transmiten por vÃdeo o mensajes difundidos entre sus seguidores.
El buque insignia del movimiento “gülenista†son academias privadas de apoyo a la enseñanza secundaria en toda TurquÃa, asà como colegios privados en numerosos paÃses, con especial presencia en Estados Unidos.
Aunque comenzó como un firme aliado de Erdogan, ambos se distanciaron desde 2013, y tras el fallido golpe de estado de julio de 2016, en el que Gülen niega toda implicación, el Gobierno turco pidió su extradición a Washington.
Las autoridades han señalado que los documentos recibidos no son suficientes para iniciar un proceso formal de extradición, que debe pasar por los tribunales e incluir pruebas de un delito cometido.
Según varios medios, Erdogan habrÃa ofrecido un intercambio de Brunson por Gülen, algo a lo que el gobierno de Trump se habrÃa opuesto, y quien considera que el paso a arresto domiciliario del pastor cristiano no es suficiente para rebajar las fricciones.