El nepotismo persiste todavía en la política mexicana
México — Decenas de candidatos que concurrirán en los comicios presidenciales, parlamentarios y locales de México de este 1 de julio mantienen algún tipo de relación familiar con políticos u ocupantes de cargos públicos en activo, lo que abre el debate sobre el nepotismo en la política mexicana.
Uno de los casos más destacados es el del candidato a gobernador de Veracruz por el derechista Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Yunes Márquez, quien aspira a sustituir a su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, como actual gobernador de este estado occidental mexicano.
“Lo que más debe preocupar a los veracruzanos es el nepotismo, es una vergüenza para Veracruz, nunca en la historia de México había sucedido”, aseveró el candidato izquierdista a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la candidatura de Yunes Márquez, favorito en los sondeos.
Por acusaciones como esta, Yunes Márquez ha dedicado buena parte de su campaña a defender que su candidatura es fruto de su propio trabajo político y su gestión como alcalde del municipio veracruzano de Boca del Río.
Pero el de Yunes no es el único caso polémico por el parentesco de un candidato a gobernador, puesto que en Morelos concurre por el progresista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Rodrigo Gayosso, hijastro del actual mandatario de Morelos, Graco Ramírez.
Además, la diputada federal Melissa Torres, que es esposa de Gayosso y nuera de Ramírez, encabeza la lista del partido Social Demócrata (PSD) al Congreso local de Morelos.
También la candidata del PAN a gobernadora de Puebla y favorita en los sondeos, Martha Erika Alonso, está casada con Rafael Moreno, quien fuera gobernador del mismo estado hasta 2017.
Precisamente en Puebla, el portal Animal Político identificó 24 familiares de políticos, de todos los partidos, que buscan un cargo como diputado, alcalde o gobernador el próximo 1 de julio.
La legislación federal prohíbe que un servidor público pueda promover en sus áreas de influencia a familiares de hasta cuarto grado, pero no restringe que familiares de políticos puedan ser candidatos en unas elecciones.
“Es un asunto no resuelto en el sistema político mexicano porque hay una larga tradición de familiares de políticos que participan en las elecciones”, comentó a Efe el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente.
De acuerdo con el experto, desde los años 90, los familiares de políticos comenzaron a ejercer cargos honoríficos que proyectaban su imagen ante la ciudadanía, facilitando que concurrieran en elecciones posteriores.
El caso más evidente es el de las primeras damas, que suelen dirigir instituciones de asistencia a la familia y a la infancia.
“Esta relación cercana puede generar un conflicto de interés porque nadie va a investigar las acusaciones del Gobierno saliente. Suena difícil que un hijo haga esta investigación”, sostuvo Puente.
Además, el experto avisó de que “los gobernadores suelen tener un gran poder de autonomía para elegir su sucesor como candidato e impulsar a su esposa o a su hijo”.
Cada caso de parentesco político es diferente y no todos pueden calificarse de nepotismo, como el de Margarita Zavala, primera dama durante la Presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), que tuvo una larga carrera política desvinculada a la de su esposo.
También hay casos de familiares que compiten entre ellos, como los cinco hijos del excandidato presidencial Manuel de Jesús Clouthier, que militan en partidos diferentes, o los dos hermanos Romero Hicks, que se han enfrentado desde el PAN y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Por ello, Puente indicó que si el sistema de elección de los candidatos de los partidos es competitivo, no se dan casos de nepotismo, mientras que si su elección es discrecional, eso favorece que familiares opten a candidaturas políticas.
Este domingo, 89 millones de mexicanos están llamados a las urnas para elegir al presidente de México, congresistas, senadores, ocho gobernadores, el jefe de Gobierno de Ciudad de México y más de 3.400 cargos locales.
Eduard Ribas i Admetlla