Lo bueno y lo malo del Galaxy S9, el teléfono celular con que Samsung quiere mantener su dominio del mercado
REDACCION/BBC MUNDO — Mejor cámara pero con cambios menores.
Ese es el resumen de los críticos a la hora de evaluar el nuevo teléfono móvil Galaxy S9 y su versión más grande S9+ que lanzó este domingo la compañía surcoreana Samsung.
Los teléfonos tienen en su cámara una función de slow-motion (cámara lenta) diseñada para facilitar que los momentos clave de la acción duren más tiempo.
También cuentan con un tipo de lente que mejora la fotografía cuando hay poca luz.
Sin embargo, los expertos opinan que más allá de la cámara, los teléfonos tienen actualizaciones menores y el diseño se asemeja mucho al de su predecesor, el S8.
Las ventas de Samsung aumentaron en 2017, pero no tan rápido como las de muchos rivales chinos.
Por eso, los críticos piensas que será todo un desafío para Samsung lograr un crecimiento en los negocios con las nuevas características que presenta el S9.
S9 vs S8
En términos de diseño, el nuevo teléfono de Samsung cuenta con extremos levemente más pequeños tanto en la parte superior e inferior y una nueva posición para el sensor de huellas digitales, en comparación con el S8.
Y el S9+ también registra pequeñas diferencias con respecto al S8+.
Una de ellas es que tiene dos lentes de cámara en la parte posterior, lo que proporciona diferentes campos de visión y permite que los fondos de las fotos se vean borrosos digitalmente.
“No estoy seguro de que las mejoras serán suficientes para hacer que la gente se apresure” y cambie el teléfono, comentó Francisco Jerónimo, analista de la firma de investigación de mercado IDC.
“La calidad de la cámara es un punto importante para muchos consumidores y la de Samsung parece ser mejor que la del (Google) Pixel 2.
“Pero esperaba ver más desarrollo en torno a su inteligencia, todavía depende de la nube, lo que significa que necesita estar conectado a la red para hacer traducciones en vivo, por ejemplo”.
Por el contrario, añadió que los últimos teléfonos de Huawei pueden traducir palabras mientras están sin conexión gracias al uso de una nueva tecnología de chips.
Samsung celebró el lanzamiento del Galaxy S9 un día antes de la inauguración del Congreso Mundial de Móviles en Barcelona, España.
El precio del teléfono celular es de 849 euros (US$1.047) y el S9+, 949 euros (US$1.170), 50 euros (US$61,5) más que sus predecesores.
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Luz, cámara y… movimiento
El mayor cambio de hardware para la cámara del S9 es que ahora presenta una apertura variable, con dos opciones de configuración.
En su configuración más amplia permite más luz, lo que puede ser útil en condiciones de poca iluminación, pero a un costo de tener un enfoque más superficial.
No es el primer fabricante de dispositivos móviles en hacer esto.
Nokia ofreció una tecnología similar en su teléfono N86 en 2009, pero la innovación no logró alcanzar el éxito.
Para mejorar aún más las fotos con poca luz, el S9 ahora toma 12 imágenes en una rápida sucesión para ayudar a detectar y eliminar las imperfecciones: el S8 solo toma tres.
Pero su característica sobresaliente es la capacidad de ralentizar el video mientras mantiene resoluciones de alta definición: 960 fotogramas por segundo (fps) en 720 píxeles y 480 fps en 1080 píxeles.
El teléfono Sony Xperia XZ Premium agregó una característica similar el año pasado, pero Samsung dice que su versión es “más útil”.
En ambos casos, los usuarios deben determinar en el punto de captura, los 0,2 segundos que se convierten en seis segundos de la escena. Y obtener un buen resultado puede convertirse en todo un desafío.
Mientras Sony confía en que los usuarios presionen el botón en el momento justo, el S9 de Samsung activa automáticamente la función cuando se detecta movimiento en una parte elegida de la pantalla.
Emojis de selfies
Otra de las innovaciones relacionada a la cámara son los AR Emojis.
Se trata de dibujos animados creados a partir de escaneos faciales de los usuarios que luego imitan sus expresiones.
Son similares en concepto al Animojis de Apple basado en animales, pero Samsung asegura que su versión es más “personalizada”.
También, la aplicación de reconocimiento de imágenes Bixby Vision ahora tiene la capacidad de identificar los alimentos apuntados por la cámara y estimar su contenido calórico.
Y el teléfono ahora combina datos de sus sistemas de iris y reconocimiento facial para mejorar su confiabilidad.
Samsung, sin embargo, se negó a proporcionar una tasa de errores para permitir una comparación con las estadísticas de Apple de su Face ID.
Ian Fogg, de la compañía de análisis tecnológicos IHS Technology, dijo que el riesgo para Samsung es que si los consumidores no valoran las nuevas características como un gran avance, podrían preferir esperar para ver qué ofrece el S10.
“Samsung mostró incentivos importantes para que el usuario cambie el teléfono con la cámara mejorada y la pantalla más grande”.
“Pero el problema es que los teléfonos de hace dos o tres años siguen siendo muy útiles para muchos”.
Análisis de Rory Cellan-Jones, corresponsal de Tecnología
¿Qué tan entusiasta eres para ver el mundo en un movimiento ultra lento o para tener un emoji animado que se parece a ti?
Samsung apuesta a que estos no sean solo intereses de nicho y que harán que los usuarios compren la última versión, especialmente aquellas personas cuyos móviles tienen un par de años.
El Galaxy S9 parece ser una mejora significativa en comparación con el S8 del año pasado: la pantalla ocupa un poco más de espacio aunque el tamaño es el mismo, el sistema de sonido alcanza mayor volumen, lo que significa más ruido antisocial en lugares públicos y el decepcionante asistente Bixby de Samsung se volvió un poco más inteligente al leer menús extranjeros.
Para ser justos, los teléfonos inteligentes como el Galaxy ya son computadoras brillantes que ofrecen un rendimiento extraordinario en cualquier momento, y hacer que los nuevos modelos se destaquen entre la multitud es una lucha para todos los fabricantes.
Es una buena apuesta que el S9 se venda muy bien y genere grandes ganancias para Samsung, pero no va a hacer que los ya cansados compradores de teléfonos digan “¡guau!”
