México agranda fiesta de la Fórmula 1 con su Gran Premio y su euforia sin par - Los Angeles Times
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México agranda fiesta de la Fórmula 1 con su Gran Premio y su euforia sin par

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México agrandó este domingo la fiesta de la Fórmula 1 con su Gran Premio aderezado con la euforia sin par que caracteriza a los mexicanos que se volcaron al autódromo Hermanos Rodríguez de esta capital para disfrutar de la carrera, que convocó a unos 120.000 aficionados.

Desde las 9 de la mañana ya se sentía el ambiente en los alrededores del circuito de 4,3 kilómetros, en transporte particular, privado o público, los colores de los equipos eran portados orgullosamente por los seguidores.

Camisas, camisetas, chaquetas, gorras y banderas de todos los equipos, lideradas por las rojas y amarillas de Ferrari y las negras y plateadas de Mercedes, los dos mejores equipo del campeonato, predominaban entre los asistentes que no dejaron de alentar a su piloto Sergio Pérez (Force India) y a los españoles Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Renault).

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Con un clima caluroso, la carrera comenzó el clásico desfile de los pilotos en autos descapotables en los que portaron sombreros de charro con los colores de sus equipos.

Luego vino una presentación del Gran Premio con un acto alusivo al tradicional Día de Muertos que se celebra en México el 2 de noviembre con calaveras desfilando al ritmo de la música.

Posteriormente la banda de música militar y un coro de niños y jóvenes de Oaxaca, entonó el himno de México y previo al inicio de la carrera, aviones de la Fuerza Aérea Mexicana sobrevolaron el autódromo dejando un estela de humo con los colores verde, blanco y rojo al tiempo que un helicóptero paseaba una enorme bandera en todo lo alto.

Luego vino el dramático arranque en el que los principales contendientes al título, el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), líder y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), segundo, protagonizaron un contacto que los relegó a las últimas posiciones.

En la vuelta 19 los organizadores convocaron a los asistentes a levantar el puño en alto para recordar a las víctimas, damnificados y rescatistas que dejó el terremoto del 19 de septiembre y que golpeó violentamente el centro del país.

La señal, que se volvió un símbolo de los mexicanos, se convirtió en una postal ya que a ella se unieron prácticamente todos los asistentes y hasta los extranjeros que asistieron a la carrera.

El Gran Premio de México celebró su tercera edición en su época moderna, y le faltan dos (2018 y 2019) ya que el contrato por cinco años comenzó en 2015.

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