México promociona en Fráncfort el realismo de autores que arriesgan su vida
Fráncfort (Alemania) — México se concentra este año en la Feria del Libro de Fráncfort en mostrar su producción editorial universitaria, pero también en promover la literatura realista sobre lo que sucede en el país, cuyos autores en ocasiones se juegan la vida por desvelar los entresijos del crimen organizado.
En una entrevista con Efe, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Carlos Anaya Rosique, destacó que actualmente en el país “hay una literatura muy realista, que está hablando de lo que sucede, de la violencia y de la esperanza que pudiera haber”.
“Esa es una literatura que insistimos con las grandes empresas editoriales que la difundan y que negocien sus derechos”, dijo Anaya y destacó a escritores como Diego Enrique Osorno o Élmer Mendoza que, “con la excusa de la novela negra, hablan de lo que sucede en el crimen organizado”.
“De la connivencia entre autoridades y narcotráfico, de la violencia que se ejerce sobre la sociedad en todos los sentidos. La verdad es que arriesgan la vida porque cuentan cosas que de otro modo no se dicen”, aseguró.
El directivo editorial mexicano, que coordina la presencia del país en la Feria de Fráncfort con 22 sellos, señaló que se trata de una literatura que “no es pasajera” sino “de vida, de lo que hoy está sucediendo” y que está teniendo buena demanda de compra de derechos para su traducción y publicación en otras lenguas y países.
Por ejemplo, Mendoza -premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares con “El amante de Janis Joplin”, catedrático de literatura medieval y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua- ya estuvo el año pasado en Fráncfort e impartió una conferencia en Berlín.
Anaya también destacó el caso del escritor, periodista y activista sindical hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II, que con su novela negra e histórica ha logrado ser traducido ya a cerca de 30 idiomas,
“La única seguridad que tienen es la que ellos se puedan procurar, no tienen ningún paracaídas, nada que los proteja”, recalcó.
En general, destacó que México cuenta en la actualidad con “una literatura muy vasta, muy amplia” que hay que promover, al margen de los grandes clásicos como Octavio Paz o Juan Rulfo, de quien ayer la feria alemana conmemoró el centenario de su nacimiento con un coloquio sobre su obra.
Entre otros muchos autores, además de los citados, resaltó nombres como los de Juan Villoro, Jorge Volpi, Elena Poniatowska o el poeta y académico Jaime Labastida.
El pasado año, explicó, se dio por ejemplo un “boom” de Canek Sánchez Guevara, nieto del Che Guevara, fallecido en 2015 a la misma edad que su abuelo (40 años) y de quien se vendieron derechos a ocho idiomas distintos.
Además de la promoción y la negociación de derechos de sus autores, México se concentra sobre todo este año en Fráncfort en la producción editorial de sus universidades por lo que ha acudido a la feria la asociación de universidades e institutos de educación superior de la región noroeste, que cubre a cinco estados del país.
Las universidades vienen a presentar su producción editorial y a establecer convenios con otros centros de estudios para el intercambio académico y estudiantil, explicó Anaya.
“Estamos poniendo el acento en las universidades porque en épocas de crisis, y estas lo son, el mundo del libro se refugia en las universidades que son su punto de origen”, dijo.
En este sentido, resaltó que las universidades “se nos vuelven el elemento importante para salir al mundo y decir: esta es nuestra cultura, que es lo que nos hace distintos a todos”.
“Todos los demás sectores industriales hacen productos que se pueden llevar a todo el mundo pero nuestra cultura solo la llevamos nosotros”, subrayó.
El directivo editorial explicó que México compra derechos especialmente de literatura infantil y juvenil y también de libros científicos y técnicos.
Respecto a las ventas, además de la ficción, la Universidad de Sinaloa logró, por ejemplo, el año pasado en Fráncfort vender derechos al alemán y al inglés de libros académicos, indicó.