Residentes de Barrio Obrero (San Juan) buscan salida tras perder sus casas
San Juan — Residentes del sector de Barrio Obrero Marina en San Juan buscan la manera de mudarse, después de que sus viviendas fueran una de las 200 que quedaron destrozadas por el huracán MarÃa e inundadas por la subida del nivel del agua del Caño MartÃn Peña.
“Esto fue horrible. Esto se llenó de agua hasta los gabinetes de la cocina. Esta casa resistió los pasados huracanes hasta que llegó MarÃaâ€, relató a Efe Lillian Sánchez, residente de la Calle 10 del mencionado sector hace 52 años, pero ahora busca un nuevo hogar tras perder la suya.
“Ahora estoy pensando irme, porque estoy sola, enferma y necesito un hogar seguroâ€, contó Sánchez, quien con su traslado a otra residencia dejará la casa en la que se crió, donde residió y murió su madre.
El problema de las alcantarillas y el residir aledaño al Caño MartÃn Peña han sido las principales causantes para que las residencias de esta zona terminen siempre inundadas, provocando que los propietarios de estas pierdan sus pertenencias.
“Me dicen que estas casas están en la lista para tumbarlas. No se pueden reconstruir y no me darÃan dinero para hacerloâ€, agregó Sánchez.
Dos calles antes a la de Sánchez se encontraba José Hernández tratando de entender cómo la fuerza de MarÃa le destruyó la residencia en la que vivió con su abuela, quien sufre del mal de Alzheimer.
“Mi casa se fue toda. El viento se llevó el techo. fue un desastre. Ahà vivÃa mi abuelita y la tuve que dársela a mi mamá para que la cuidaraâ€, detalló a Efe Hernández, obrero de un hospital de la capital.
“Aquello es un remolino que se lo llevó todo. Ante todo, estoy bregando con mi mente, dándome terapia de que todo está bien y que vamos a echar pa’lante (para adelante)â€, enfatizó el hombre frente a su residencia, la cual aseguró que será declarada pérdida total y que no recibirá alguna recompensa por las autoridades.
Hernández, no obstante, vio un rayito de Sol para su supervivencia cuando un grupo de voluntarios de la Corporación del Proyecto ENLACE del Caño MartÃn Peña entregaba almuerzos preparados por el empresario Rafael RodrÃguez y su proyecto “Plato Caliente†que creó tras el paso de MarÃa.
“Esto ha sido increÃble, una bofetada en la cara. Es la primera vez que me dan algo. No he visto a nadie que me ofrezca algo. Yo no me esperaba esto, asà que muchas graciasâ€, agradeció Hernández a RodrÃguez, conocido como “Rafi Rodâ€.
RodrÃguez, con 30 años de experiencia en la industria de restaurantes, explicó a Efe que su iniciativa “Plato Caliente†la arrancó varias horas después del paso de MarÃa sobre la isla.
Obviando los mandatos del Gobierno aconsejando a que la ciudadanÃa no saliera a las calles ante los escombros que estorbaban las carreteras, RodrÃguez salió de su residencia a verificar si sus familiares en Canóvanas y Fajardo, ambos al este, estaban bien.
“Vimos que habÃa mucha necesidad y la gente estaba pasando hambre. Al otro dÃa comencé a cocinar en la marquesina de mi casa. empecé haciendo diez platos, al otro dÃa treinta y después cien, 300 hasta llegar a 1.000â€, detalló RodrÃguez.
Para ser respaldado para la compra de materiales y continuar cocinando, RodrÃguez empezó a recibir donativos de amistades de Estados Unidos, levantarse a las cuatro de la mañana para arrancar a cocinar en restaurantes de amigos en Santurce y Condado “para llevar comida adonde se necesiteâ€.
Fue entonces cuando eligió algunos de los lugares de la capital con mayor necesidad, como en la Placita de RÃo Piedras y Barrio Obrero.
“Nunca habÃa hecho esto. Es el deber de cualquier puertorriqueño para servir a los que tienen menosâ€, contó.
“Este es el momento de salir a ayudar. Yo podrÃa estar en mi barra sirviendo cervezas frÃas, pero prefiero darle la mano a la genteâ€, recalcó.
Y a pesar del momento tan sacrificado, RodrÃguez afirmó que la experiencia es enriquecedora.
“Ha sido una lucha. Cada vez no es fácil, es estilo guerrilla. Al final del dÃa, uno dice ‘gracias, gracias, gracias’ porque le puede servir a la gente. No le estamos dando cositas que le están dando otros, sino comida caliente, y con el corazónâ€, subrayó el empresario.