A propósito del Día del Trabajo… ¿Quién reconstruirá Houston?
REYNALDO MENA/ESPECIAL — La devastación del huracán Harvey se ha dado en medio de la polémica de lo que hará el gobierno del presidente Donald Trump sobre el tema migratorio.
Entre el visceral discurso “trumpista” en contra de la inmigración documentada e indocumentada se sitúa el discurso realista de los que alegan que la necesidad de la mano de obra de los inmigrantes es una necesidad y una realidad para los Estados Unidos.
La semana pasada, en una atinada columna en el periódico Milenio, el periodista Carlos Puig se preguntaba… ‘Senor Trump, ¿y ahora quién reconstruirá Houston? Y eso no puede ser de lo más acertado. Los daños son incalculables y se calcula que se tardarán varios años en volver a la normalidad.
Puis escribe que “Donald Trump quiere poner un muro y deportar a todos los indocumentados. El Gobernador de Texas, Greg Abbott, quiere terminar con las ciudades santuario en Texas, como Houston. […]. En todo Estados Unidos, las empresas de construcción se quejan de que no pueden encontrar suficiente mano de obra para hacer su trabajo. La Asociación Nacional de Constructores de Viviendas informa que 77 por ciento de los constructores se enfrenta a una escasez de equipos de instalación de estructuras metálicas, mientras que 61 por ciento está lidiando con la escasez de trabajadores de instalación de paneles de yeso […] y 45 por ciento informa de una escasez de trabajadores expertos en impermeabilización.
En Dallas, la compañía The King of Texas Roofing Co. dice que ha rechazado 20 millones de dólares en proyectos los últimos dos años porque no tiene suficientes trabajadores. Según la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas, 40 por ciento de los trabajadores de construcción de Texas son nacidos en el extranjero, y muchos de los puestos más demandados, como los carpinteros, están ocupados por inmigrantes. […].”
Hace unos años El Proyecto de Derechos Civiles Paso del Norte (PCRP, por sus siglas en inglés) y el Comité de Justicia Laboral (CJL) difundieron un reporte, donde se indica que Texas alberga alrededor de un 15 por ciento de los inmigrantes indocumentados del país, los cuales representan el 7 por ciento de la población del estado. Y que el 50 por ciento de los trabajadores en la industria de la construcción en Texas son indocumentados.
Los activistas y expertos que presentaron el documento afirmaron que el número de obreros de este ramo sin papeles migratorios en El Paso podría superar incluso el porcentaje estatal, debido a diversos factores, entre los que mencionaron la cercanía a México y el intenso flujo de inmigrantes que se tiene en esta localidad.
Según cifras del mismo Puig, a nivel nacional, los inmigrantes representan 59 por ciento de los especialistas en tabla roca y estuco; aproximadamente la mitad de todos los instaladores de techos y más de 40 por ciento de todos los instaladores de alfombras, suelos, azulejos, pintores e instaladores de papel tapiz. […].
En 2007, The Washington Post informó sobre un estudio de Tulane y la Universidad de California, en Berkeley, que encontró que unos 100 mil trabajadores hispanos se habían trasladado a la región de la Costa del Golfo a raíz de Katrina, muchos de ellos indocumentados.
La agencia Bloomberg ilustra este problema en el inmigrante José Zamudio, que realiza trabajos diarios en un suburbio de Dallas por hasta US$15 la hora, está considerando mudarse para ayudar a Houston en la reconstrucción después del huracán Harvey. Pero hay un problema.
“Si veo que la policía está deteniendo a mucha gente o hay muchas redadas de inmigrantes, me iría a otro estado”, dijo Zamudio, de 35 años, inmigrante indocumentado que dejó atrás a su esposa y tres hijos en la ciudad mexicana de Celaya hace aproximadamente 15 meses.
Así, entre la disyuntiva de crear una fuerza laboral que pueda reconstruir alrededor de 100 mil viviendas que se han perdido y las leyes migratorias que amenazan a trabajadores altamente calificados, pero indocumentados, que temerán ser deportados por la Administración Trump.
Y siguiendo el reporte de Bloomberg en donde cita a Ken Simonson, economista jefe del grupo Contratistas Generales Asociados de EE.UU. “Muchos proyectos se retrasarán en otros lugares, es una enorme distracción tener que averiguar cómo lidiar con esto”.
Bill Beardall, director ejecutivo del Centro de Justicia Equitativa en Austin, Texas, que representará a trabajadores pobres e indocumentados en la reconstrucción, dijo que espera un “Oeste salvaje de mercados laborales no regulados”.
Y ahí queda la pregunta a Trump… ¿Quién reconstruirá Houston?