Olivia de Havilland llega a los 101 como Dama del Imperio Británico
Los Ãngeles — Olivia de Havilland, una de las últimas estrellas del cine clásico, cumple mañana 101 años, y llega a esa edad feliz por un nuevo reconocimiento, el de Dama del Imperio Británico, un regalo que le llegó hace apenas dos semanas.
“Estoy extremadamente orgullosa de que la reina (Isabel II) me haya nombrado Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico. Recibir este honor cuando se acerca mi 101 cumpleaños, es el más gratificante de los regalosâ€, afirmó la actriz en una breve declaración.
Su servicio a la interpretación es la razón por la que se le ha concedido este nombramiento, que hace de ella la mujer de más edad en recibir este honor y que ha servido además para tener un testimonio de una actriz que se apartó de los focos de la fama en 1956, cuando se instaló en ParÃs.
Desde entonces vive cerca del Bois de Boulogne parisino y, más allá de sus espaciados trabajos en cine y televisión -lo último fue el telefilme “The Woman He Lovedâ€, en 1988- sus apariciones públicas han sido pocas y muy elegidas y han servido para demostrar la agilidad mental que conserva pese a su edad.
En 2003 se encargó de presentar un homenaje a los pasados ganadores de los Óscar con motivo del 75º aniversario de estos premios. El auditorio al completo del Teatro Kodak de Hollywood la recibió en pie y con una larga ovación mientras sonaban los compases de “Gone with the Windâ€.
“Es una noche memorable para mà como lo fue una de hace 53 años -cuando ganó su segundo Óscar por “The Heiressâ€-. Mucho ha cambiado en nuestro mundo desde entonces pero lo que no ha cambiado es nuestro amor por las pelÃculas y la habilidad que tienen para inspirarnos y ayudarnos en las épocas difÃcilesâ€, dijo una emocionada De Havilland (Tokio, 1916).
Fue su última aparición pública. Posteriormente solo ha concedido algunas entrevistas, la última el año pasado cuando llegó a los 100 años, aunque vÃa email por sus problemas de audición y de visión, publicada en medios británicos.
Habló de la enemistad con su hermana Joan Fontaine (1917-2013), a la que llamaba “Lady Dragónâ€. TenÃa, aseguró, “algunos problemas de percepción†que le hacÃan reaccionar de forma “injusta y dañinaâ€.
DecÃa que el secreto de su longevidad está en “el amor, las risas y el aprendizaje†y sobre su interpretación más recordada, como la dulce Melanie de “Gone With The Wind†(1939), aseguraba que siempre fue ese el papel que le interesó y no el de Scarlett O’Hara que anhelaban la mayorÃa de las actrices de aquella época.
MantenÃa una buena memoria y un gran sentido del humor, el mismo que años antes le habÃa llevado a afirmar: “Cualquiera que oiga mi nombre tiene la clara impresión de que estoy bajo tierra desde hace añosâ€.
Pero su figura sigue viva en la memoria de los cinéfilos, como ganadora de dos Óscar y como figura crucial del cine de los años 40 y 50, no solo por sus actuaciones, sino también por ser una de las primeras intérpretes en desafiar el todopoderoso sistema de los grandes estudios.
Hija de un diplomático y abogado británico, Olivia de Havilland nació accidentalmente en Tokio y tras el divorcio de sus padres se mudó a California con su madre y su hermana Joan, que elegirÃa el apellido de su madre para su nombre artÃstico.
De Havilland comenzó en el teatro para iniciar pronto un fructÃfero tándem con el galán Errol Flynn, con quien rodó pelÃculas tan populares como “The Adventures of Robin Hood†(1938) o “They Died with Their Boots On†(1941).
De expresión dulce y amable, se convirtió en una actriz ideal para representar los papeles de chica buena que no ha roto un plato, encantadora en el trato y de gestos delicados.
Con esas coordenadas aterrizó en el rodaje de “Gone with the Windâ€, la que es su pelÃcula más famosa, aunque los dos Óscar los consiguió por “To Each His Own†(1946) y “The Heiress†(1949).
A partir de los años 50 comenzó a alejarse, progresivamente, del mundo del cine y se mudó a ParÃs, donde continúa viviendo.