Demandan un juez especial para supervisar cambios en la Policía de Chicago
Chicago (IL) — Activistas y abogados defensores de los derechos civiles exigieron hoy el nombramiento de un juez federal especial para supervisar cambios en el Departamento de Policía de Chicago, al que acusan de uso excesivo de la fuerza contra las minorías.
En una demanda federal, que firman 15 abogados de Chicago y Nueva York, se señala que la intervención de la corte es esencial para poner fin a un patrón histórico de uso excesivo de la fuerza y abusos, “que afecta de manera desproporcionada e intencional a individuos afroamericanos y latinos”.
Se afirma que el departamento practica una “discriminación sistémica” contra las minorías, y que sus oficiales tienen arraigado un código de silencio, y “una mentalidad guerrera”, que los desconecta totalmente de las políticas que deberían regirlos.
El documento de 130 páginas sostiene que la Policía golpea de manera rutinaria y dispara sus armas eléctricas y de fuego contra afroamericanos y latinos, con muy poco riesgo de castigo disciplinario.
El Departamento de Policía de Chicago fue investigado por el Departamento de Justicia federal tras la divulgación en noviembre de 2015 de un vídeo donde un agente blanco mató de 16 disparos a un adolescente negro de 17 años, en un episodio ocurrido un año atrás y que levantó sospechas de un posible encubrimiento.
El informe final conocido hace cinco meses recomendó cambios profundos en los procedimientos policiales de Chicago, aunque sin supervisión federal.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, anunció recientemente que encargaría ese control a un monitor independiente, lo que provocó la reacción contraria de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) de Illinois, y de la procuradora de justicia de Illinois, Lisa Madigan, entre otros.
En la demanda se afirma que la ciudad de Chicago ha probado ser incapaz, una y otra vez, “de poner fin a su régimen de terror, brutalidad y discriminación”, y se exige el nombramiento de un juez especial que se encargue de la supervisión.
El Departamento de Policía anunció a mediados de mayo la limitación del uso de la fuerza letal en sus procedimientos, en particular cuando se ve obligado a disparar contra los sospechosos.
El superintendente, Eddie Johnson, dijo entonces en conferencia de prensa que se pondría énfasis “en la santidad de la vida”, inclusive con el uso de las pistolas Taser, que disparan cargas eléctricas.
Al ser consultado hoy sobre la demanda declaró que “todos estamos de acuerdo en que una reforma es necesaria”, y opinó que “la transparencia será clave” para recuperar la confianza de la población.