Así son los anuncios publicitarios con los que las FARC buscan ampliar su público en Colombia
REDACCION/BBC MUNDO — Los avisos de propaganda de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están cambiando.
Dos videos recientemente publicados en su página de YouTube son claros ejemplos.
Uno narra el tenso recorrido de un equipo de una ambulancia en una ciudad buscando sin suerte un centro hospitalario que no rechace al paciente que llevan en el vehículo, en una directa referencia a las deficiencias del sistema de salud.
El otro apela al recurso del humor: una pareja termina de comer en un restaurante y al revisar la cuenta advierten que era más abultada de lo que esperaban, pero lo que les facturaron de más venía de casos de corrupción reconocidos en Colombia, que les terminan cobrando a ellos.
En ninguno de los videos el escenario es el campo, no se ve un solo uniforme camuflado, no hay nadie hablando a cámara dando un testimonio personal o político, rompiendo así con muchos estereotipos de la comunicación guerrillera.
Definitivamente no hay llamados revolucionarios ni a la insurgencia.
Ambos terminan con mensajes en la voz de un locutor de voz grave y profunda: “La salud es un derecho de todos, incluso de los más pobres”, el primero. “No es justo que sigamos pagando la cuenta de la corrupción en nuestro país, esto debe cambiar”, el segundo.
Y cierran con el eslogan: “Paz con justicia social”.
Opiniones
“Los vi”, le dijo a BBC Mundo la senadora Paloma Valencia, del partido de derecha Centro Democrático, muy crítico del proceso y del acuerdo de paz alcanzado entre las FARC y el gobierno colombiano en noviembre pasado.
“Es muy grave”, siguió, “no han terminado de entregar las armas y ya están haciendo política, y lo que es muchísimo más grave es cómo se trastorna el discurso”.
“Ahora posan de que están muy preocupados con la corrupción, cuando han extorsionado, han secuestrado y han asesinado”.
En la vereda opuesta, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierda Polo Democrático y hombre muy cercano al proceso de paz, le dijo a BBC Mundo acerca de estos avisos: “Es la mejor demostración de que las FARC están haciendo tránsito a la legalidad y a la vida política, yo creo que eso es perfectamente legítimo”.
Pero para Paloma Valencia es pronto para toda esta actividad política: “Debería ser cuando hayan entregado las armas y se hayan sometido a la justicia”.
Todavía no se ha completado el proceso de dejación de armas pactado en los acuerdos. Tampoco comenzaron a funcionar los tribunales de la Jurisdicción Especial para la Paz, que tratará los crímenes más graves cometidos durante el conflicto armado.
“Nosotros hemos estado haciendo política desde el mismo momento en que surgimos”, argumenta por su parte Carlos Antonio Lozada, miembro del secretariado de las FARC, en conversación con BBC Mundo.
“En esos videos estamos de alguna manera señalando los problemas complejos que tiene la sociedad colombiana”.
“Tesis de abril”
Esta nueva estrategia del grupo guerrillero puede encontrarse en el documento “Tesis de abril”, en el que esa organización se plantea elementos de cara a la constitución de su partido político, prevista para agosto.
“La implementación de los acuerdos ha abierto una oportunidad de ampliación de nuestro espectro de influencia”, dice el texto. “Si la sabemos comprender podremos llegar a sectores de la población a los que hasta el momento no hemos podido acceder”.
Y para eso, agrega: “Nuestros mayores esfuerzos se deben orientar al posicionamiento en los centros urbanos y particularmente entre los jóvenes y las mujeres, y de la clase trabajadora en general”.
Para Alex Fattal, profesor de Ciencias de la Comunicación (Media Studies) en la universidad Penn State de Estados Unidos, quien se ha especializado en el estudio del discurso político y la propaganda de las FARC, se trata más de una evolución en la comunicación guerrillera que algo completamente nuevo. Una transformación que se dio en paralelo a las negociaciones de paz con el gobierno en La Habana.
“Al principio el noticiero (de las FARC) de La Habana se llamaba ‘Informativo insurgente’, de ahí cambiaron de marca a algo más ‘blando’, NC Noticias (Nueva Colombia Noticias)”, le dijo Fattal a BBC Mundo.
También dio el ejemplo del rap que las FARC grabaron en 2014 junto al grupo cubano Cuentas Claras, de título “Pueblo colombiano pa’la mesa”, que se difundió con un videoclip con una estética algo más contemporánea.
Otro intento de modernización lo tiene un video de octubre de 2016 en el que un guerrillero y un soldado llegan a un campo de fútbol, se ponen ropa deportiva y juegan el partido, acompañado por el eslogan: “Dejemos atrás el pasado”.
Pero en estos dos casos todavía aparecen guerrilleros y referencias a temas tradicionales de las FARC, entre ellos el conflicto armado.
Posiblemente el primer aviso que se ancla en una situación urbana, en el que no se apela ni a consignas ni eslóganes históricos de los insurgentes, es uno de diciembre de 2016.
En él, un hombre llega a su casa y le cuenta a su pareja que consiguió trabajo, ambos se ponen muy felices, pero rápidamente él le explica lo pésimas que son las condiciones laborales.
Al final, la propaganda propone un pacto nacional para crear mejores condiciones de trabajo en el país.
“Claramente están profesionalizándose”, dijo Fattal.
La propia Paloma Valencia admitió, respecto a la calidad de los videos: “Súper elegante, como cualquier publicidad política pagada”.
Disensos
Las “Tesis de abril” plantean llevar los discursos políticos más allá de la agenda de implementación de los acuerdos de paz, para enfocarse en “temas de interés político nacional, particularmente de aquellos que nos permitan establecer la distancia debida y crítica frente al gobierno de (el presidente de Colombia, Juan Manuel) Santos”.
Temas como la corrupción, el acceso a la salud, los derechos laborales.
Los videos también han generado mucha polémica y discusión en YouTube.
Esto muestra, de nuevo, a una Colombia dividida respecto a la posibilidad de tener a las FARC como un actor político legal más, algo que quedó claro en el plebiscito sobre el acuerdo de paz de octubre de 2016, en el que venció el No por un estrecho margen y llevó a la modificación de lo pactado y la refrendación ya no a través del voto sino del Congreso.