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Asesinato de político mexicano refleja el auge de la violencia en Guerrero

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El asesinato del dirigente político mexicano Demetrio Saldívar Gómez evidencia la cruda violencia que impacta el sureño estado de Guerrero, que en el primer trimestre del año volvió a encabezar la lista de entidades con más homicidios.

Saldívar, secretario general del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Guerrero, fue asesinado este miércoles en un barrio de Chilpancingo, capital del estado, según informó la fiscalía estatal.

De acuerdo con testigos oculares, Saldívar fue asesinado a balazos dentro de su automóvil y en plena calle. “Dos sujetos le cerraron el paso en un vehículo aparentemente tipo Tsuru, bajando del mismo y disparándole en diversas ocasiones”, para luego huir rumbo a la ciudad de Tixtla, detalló la institución.

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El gobernador estatal, Héctor Astudillo, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), solicitó “de urgencia” una investigación y anunció la cancelación de una gira de trabajo en Miami.

Tras la instrucción del gobernador, la fiscalía de Guerrero realizó la recolección de evidencias y tomó la declaración de un testigo y de otros vecinos que reportaron la presencia de personas ajenas a la localidad, informó su titular, Xavier Olea.

El Fiscal estatal confirmó que los agresores hicieron al menos nueve disparos con armas de calibre 9 mm en contra del dirigente del PRD, quien recibió un total de seis tiros, cuatro de ellos mortales.

Aseguró que la Fiscalía General del Estado y el vicefiscal de Investigaciones “dirigen personalmente las investigaciones de este artero homicidio”.

El presidente del PRD en Guerrero, Celestino Cesáreo Guzmán, condenó el asesinato y exigió a las autoridades del estado un pronto esclarecimiento del crimen.

La dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, pidió al Gobierno federal que tome el control de la seguridad en el estado de Guerrero, ante lo que calificó como falta de respuesta de las autoridades locales.

“Queremos que se tome el control de la seguridad”, señaló Barrales al considerar que Guerrero fue el estado del país con más homicidios dolosos registrados en los primeros meses de este año.

Barrales señaló como “evidente que las autoridades locales no solo no están respondiendo sino que hay señalamientos de que pudieran estar involucrados en este tipo de casos”.

El trágico suceso se suma a la muerte este mes de dos políticos más en este estado mexicano. El pasado 9 de abril fue asesinado el exalcalde del municipio de Acapetlahuaya Roger Arellano, también miembro del PRD.

Un día después perdió la vida en Modesto Carranza, suplente del diputado Saúl Beltrán, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI); mientras que el 12 de abril fue secuestrado el exdiputado federal del PRD Catalino Duarte.

Estos crímenes contra la clase política no son más que el reflejo de la ola de violencia que padece ese estado, uno de los más pobres del país y que acumula miles de asesinatos desde la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa a manos de policías corruptos y el crimen organizado en septiembre de 2014.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, Guerrero es el estado con mayor número de personas asesinadas el primer trimestre de 2017, con 550 casos.

El balneario de Acapulco, un motor económico y turístico de la entidad, se convirtió en 2016 en la segunda ciudad más violenta del mundo, de acuerdo con un estudio anual elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Esta localidad del Pacífico mexicano regresó así a la segunda posición, que ya alcanzó en 2014, a pesar de los reiterados esfuerzos del Gobierno federal y estatal de pacificar la zona para que vuelva a recuperar su atractivo turístico.

Este jueves, el puerto amaneció con dos cabezas en la colonia Garita, con un mensaje presuntamente del narcotráfico en un módulo de seguridad ciudadana.

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