Ejército mexicano pide que se regule su participación en tareas de seguridad
México — Las Fuerzas Armadas de México consideraron hoy “urgente” que el Legislativo regule “adecuadamente” su participación en las tareas de seguridad pública.
“Es importante que haya certeza jurídica” para las tropas involucradas hace ya una década en la lucha contra el crimen organizado, dijo a Radio Fórmula el general de brigada Alejandro Ramos.
Aunque urge la regulación en materia de seguridad interior, dijo que las Fuerzas Armadas serán “respetuosas de los tiempos” de los legisladores, que ya anunciaron que aplazarán para enero próximo el debate de las iniciativas al respecto que han sido presentadas por dos partidos políticos.
“Sí es urgente, pero es más importante que sea una regulación correcta, que cumpla con la función de regular adecuadamente la participación de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad interior”, matizó.
Es importante que “tanto la sociedad como las Fuerzas Armadas sepamos qué es lo que podemos hacer en cada situación precisamente para evitar que por una mala interpretación, que por una mala decisión, al final del día quienes queden en una situación jurídica incierta sean los propios elementos”, apuntó.
Ramos aseguró que “más que malestar” dentro del Ejército, hay “preocupación por la situación que se está viviendo” debido a “la falta de definiciones en esta materia”, pero insistió en que habrá “pleno respeto” a los tiempos de los legisladores.
En tanto, reiteró el compromiso de las Fuerzas Armadas con “la sociedad mexicana de seguir trabajando para buscar su bienestar y su seguridad”.
El ministro de Defensa, Salvador Cienfuegos, se pronunció la semana pasada a favor del retorno de los militares a los cuarteles tras una década combatiendo en las calles el crimen organizado, y señaló que la violencia no puede solucionarse “a balazos”.
Habló de la difícil tesitura en la que trabajan los soldados, quienes enfrentan los grupos delictivos entre el temor de terminar en la cárcel por violar derechos humanos y el miedo de ser procesados por desobediencia.
En el marco de la llamada guerra contra el narcotráfico lanzada en diciembre de 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón, marinos y soldados salieron a las calles para combatir el crimen organizado, en una decisión muy cuestionada por el elevado número de fallecidos que arrastra el país.
Durante su campaña electoral, el presidente Enrique Peña Nieto prometió el retorno “gradual” de los militares a los cuarteles en la medida en que se registrara una disminución de la violencia del crimen organizado, pero transcurridos cuatro años de su mandato eso no ha ocurrido.