Fiesta de posada invoca la paz
El obispo católico del condado de San Diego y el arzobispo de Tijuana estuvieron entre los cientos de personas que oraron en la frontera México-Estados Unidos el sábado 10 por el alivio de las guerras en todo el mundo y la seguridad de millones de personas que huyen de la persecución.
El obispo Robert McElroy, recientemente instalado y el arzobispo Francisco Moreno Barrón, y los participantes de otras religiones y miembros de grupos de derechos humanos se reunieron para instar a la paz y la amistad. Cantaron y oraron pidiendo ayuda para los refugiados y los inmigrantes, ya sea que esten presentes legal o ilegalmente.
Esta llamada está enraizada en los orÃgenes del cristianismo, dijo McElroy poco antes del comienzo de la vigésima tercera Posada Sin Fronteras. En México, la posada es una reconstrucción tradicional de la búsqueda de refugio que hicieran José y MarÃa antes de que MarÃa diera a luz a Jesucristo.
“El Evangelio nos dice que poco después de su nacimiento, Jesús, MarÃa y José tuvieron que huir a Egiptoâ€, dijo McElroy. “AsÃ, se convirtieron en refugiados de inmediato. Y se convirtieron en inmigrantes ilegales; era ilegal que abandonaran su tierra, porque estaban siendo perseguidos. Todos estamos llamados a la solidaridad con los indocumentados, los inmigrantes, los refugiadosâ€.
McElroy dijo que el evento “tiene un carácter especial en la frontera y un pánico especial este añoâ€, con la elección del republicano Donald Trump como el próximo presidente de los Estados Unidos.
Durante su campaña, Trump prometió deportar a todos los inmigrantes no autorizados y aumentar la seguridad fronteriza. Con frecuencia mencionó el asesinato de Kathryn Steinle en San Francisco por un inmigrante no autorizado como un ejemplo de los peligros que representa la inmigración ilegal.
Más recientemente, Trump ha dicho que su prioridad será deportar primero a inmigrantes no autorizados con antecedentes penales.
McElroy dijo que espera que Trump cumpla con revisar su polÃtica y se abstenga de deportar a jóvenes inmigrantes no autorizados que han sido autorizados a permanecer en los Estados Unidos bajo el programa Acción Diferida por Llegar en la Niñez (DACA), asà como sus familias.
A escala global, las tensiones son aún peores, dijo McElroy.
“Este es un horrendo tiempo en el mundo para los refugiados debido a las tremendas dislocaciones en nuestro mundo debido a los conflictos regionalesâ€, dijo el obispo. “Millones de personas han sido desposeÃdas de sus hogares en todo el mundo y están huyendo, y no tienen a dónde ir.
“El papa Francisco ha dicho que no estamos en medio de una guerra mundial, pero en cierto sentido estamos en medio de una guerra mundial fragmentada porque hay tantos conflictos simultáneosâ€.
Melissa Tucker, organizadora del evento del sábado, dijo que la reunión anual se ha hecho vuelto significativa de manera personal para ella.
Tucker, ministra asociada de la Primera Iglesia del Nazareno de San Diego, ha estado viniendo a la posada por cerca de 20 años, desde que estaba en la universidad. Hace un par de años, Tucker pidió ayudar a coordinar el evento.
“En mi anterior cargo como ministra de campus en (Universidad Point Loma Nazarene), hice trabajo con México en relaciones fronterizasâ€, dijo Tucker. “Tijuana realmente se ha convertido en un segundo hogar para mà y aumentó mi conciencia de que esta es una verdadera región bicultural y bilingüe. Asà que este evento simboliza las amistades binacionales que son parte de mi vidaâ€.