La comida chatarra y la ciencia basura: el caso del aspartame y la Pepsi
PepsiCo, evidentemente comprobando la noción de que la ciencia basura podrÃa ser buena para la mercadotecnia, anunció la semana pasada que está retirando el endulzante artificial aspartame de la mayorÃa de sus sodas dietéticas en los Estados Unidos.
A su favor, la compañÃa no declaró que estaba retirando el aspartame debido a alguna indicación de que fuera inseguro. Lo está haciendo porque sus clientes piensan que es inseguro. No importa que no haya evidencia cientÃfica que diga que sea inseguro.
En la mercadotecnia, las impresiones de los consumidores lo son todo, asà que comenzando en unos pocos meses, Pepsi utilizará esta oportunidad para alimentar las percepciones erróneas del público y anotar puntos contra su rival Coca-Cola, al engalanar sus latas y botellas de Diet Pepsi con la frase “libre de aspartameâ€. El objetivo es distinguir su producto de la Diet Coke, que, al igual que la Diet Pepsi, se ha enfrentado a una caÃda en sus ventas, pero que aún no se encuentra dentro de la campaña contra el aspartame.
Pepsi admite abiertamente que las encuestas de los consumidores indicaron que una de las razones para la caÃda en las ventas es debido a la preocupación del público sobre el aspartame.
“Estamos escuchando a los consumidoresâ€, les dijo Seth Kaufman, uno de los vicepresidentes de Pepsi, a numerosas agencias de noticias después del anuncio. Es lo que quierenâ€.
El chiste es que Pepsi simplemente está cambiando su formulación a la sucralosa, que comúnmente se vende como Splenda, otro endulzante artificial. Splenda no ha estado en el mercado tanto tiempo como el aspartame, por lo tanto no ha tenido tiempo suficiente para acumular sospecha pública.
Los consumidores con una memoria histórica reconocerán la demonización del aspartame como parte de una continuidad. Hace décadas, cuando la sacarina era el endulzante sin calorÃas de elección, ese compuesto atrajo la preocupación pública debido a su seguridad. El mundo se cambió al uso del ciclamato de sodio, hasta que los estudios dieron a entender que podrÃa contribuir al cáncer de vejiga. Varios paÃses, incluyendo a Estados Unidos, prohibieron su uso en 1969, pero aunque se ha levantada la prohibición en Europa, su uso todavÃa está prohibido en los Estados Unidos.
Entonces, ¿cuál es el estado en el que se encuentra la ciencia de los endulzantes?
El aspartame llegó al mercado en 1981, pero las preocupaciones públicas acerca de su seguridad realmente sólo surgieron hasta 1996, con un artÃculo que pretendÃa vincularlo a un aumento de los tumores cerebrales. Al poco tiempo se mostró qué el incremento de los tumores comenzó en 1973, ocho años antes de la introducción del aspartame y que sobre todo afecta a las personas de 70 años de edad o mayores, los cuales no son un mercado principal para las sodas de dieta. En el 2006, en equipo del Instituto Nacional del Cáncer no encontró “ningún apoyo†para la hipótesis que decÃa que el quÃmico presentaba un riesgo para los seres humanos.
Los informes que dicen que el aspartame causa efectos psicológicos, enfermedades de la sangre y cánceres cerebrales, han sido probados y se ha encontrado que no tienen fundamentos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria terminó “una de las evaluaciones de riesgo más completas que se ha realizado sobre el aspartame†y lo consideró seguro.
Sin embargo, el aspartame sigue siendo un blanco popular para las personas que crean modas con la comida cuya credibilidad es discutible.
Entre estas personas se encuentra Joseph Mercola, un vendedor de remedios “orgánicos†que dice que el compuesto es “por mucho, la sustancia más peligrosa añadida a la mayorÃa de los alimentos hoy en dÃaâ€. Mercola también distribuye propaganda contra las vacunas en su sitio web y no sólo promueve la exposición al sol, como un beneficio para la salud, sino que también vende, de forma conveniente, camas y cabinas de bronceado por hasta $3,999 dólares por unidad.
Las afirmaciones de Mercola sobre el aspartame son repetidas por la notoria Vani Hari de “Food Babeâ€, quien ha dicho que “es considerado una de las sustancias más peligrosas permitidas en nuestro suministro de alimentosâ€. (SÃ, por su socio en información errónea Joe Mercola).
Su ritmo, apoyado por el ocasional estudio cientÃfico, a menudo mal interpretado, ha mantenido al aspartame en la mira. La semana pasada el Wall Street Journal atribuyó un aumento en el sentimiento público anti-aspartame a un estudio publicado el otoño pasado en la revista Nature.
Si es asÃ, es difÃcil ver por qué. El estudio evalúo la posibilidad de que la diabetes puede ser promovida por tres endulzantes artificiales, la sacarina, el aspartame y la sucralosa, y llegó a la conclusión de que podrÃa haber algún efecto en las ratas de laboratorio, pero si ese es el caso, el mayor responsable es la sacarina.
Los investigadores israelÃes que realizaron el estudio también realizaron pruebas con seres humanos, cinco hombres y dos mujeres a quienes les suministraron alimentos endulzados artificialmente por una semana. Eso no es suficiente como para llegar a una conclusión. En cualquier caso, el estudio señala que Pepsi no les está haciendo ningún favor a sus consumidores al sustituir un endulzante problemático (sucralosa) por otro (aspartame).
El efecto más desconcertante de las comidas endulzadas artificialmente es que no parecen contribuir de forma consistente a la pérdida de peso; para algunas personas estas comidas parecen estar asociadas con el aumento de peso. No está claro la causa de esta situación, si es asà – entre las conjeturas se dice que los endulzantes de alguna manera le mandan señales al cuerpo para que tenga más antojos de dulces o calorÃas, o que aquellas personas que basan sus estrategias de pérdida de peso en beber sodas de dieta se sienten libres de consentirse consumiendo alimentos altos en calorÃas en compensación.
Los expertos en nutrición tienden a estar de acuerdo en un punto: un gran problema con la dieta estadounidense es el azúcar. Para muchos de estos expertos, cualquier cosa que reduzca el consumo del azúcar es una ventaja, ya sea si es la fuerza de voluntad o un consumo razonable de comidas y bebidas endulzadas artificialmente. Asà como lo dijo el pediatra Aaron Carroll en uno de sus indispensables videos de Healthcare Triage: “Hay evidencia abundante que muestra que el consumo excesivo del azúcar está contribuyendo a los problemas de salud; hay una falta de evidencia que muestre que los endulzantes artificiales están haciendo lo mismoâ€.
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