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La jirafa Benito finalmente llega a su nuevo hogar pero ahora viene lo difícil: adaptarse

Un camión que transporta una jirafa llamada Benito llega al santuario Africam Safari
Un camión que transporta una jirafa llamada Benito llega al santuario Africam Safari en las afueras de Puebla, México, el martes 23 de enero de 2024.
(Fernando Llano / Associated Press)
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Benito, la jirafa de cuatro años, llegó el martes a su nuevo hogar en un gran parque de animales del centro de México. Pero ahora comienza la etapa más difícil: adaptarse a una manada de siete en su nuevo vecindario.

Benito vivirá inicialmente en un área de tres hectáreas del Parque de Conservación de Vida Silvestre Africam Safari, en el estado central de Puebla, junto a siete jirafas, tres machos y cuatro hembras, una de ellas una cría de un mes.

La popular jirafa macho, que fue trasladada tras la presión de los defensores de animales, vivió sola desde mayo en un polvoriento parque urbano de Ciudad Juárez, una localidad fronteriza del norte del país. Al entrar en la edad adulta, como ocurre con muchas especies, es posible que tenga que desarrollar rápidamente algunas habilidades sociales.

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Tras un viaje de unos 2.000 kilómetros que realizó dentro de una caja de madera y metal de cuatro metros de largo por cinco metros de alto que fue instalada en la plataforma de un tráiler, Benito ya se encuentra a salvo en una gran caballeriza del parque donde será sometida por un par de días a evaluaciones médicas y se le tratará una parasitosis antes de reunirla con su nueva familia.

“Ha estado solo, aislado por un buen tiempo y nos va a llevar unos días consorciarlo con el resto de la manada, pero aún creemos que esta manada es muy estable y lo van a aceptar perfectamente bien”, dijo Frank Carlos Camacho, director general de Africam Safari, y añadió que “todo va a depender de Benito, cómo se comporte él con el grupo de la manada”.

Benito apareció el martes en un video de la cuenta de Instagram de Africam Safari olfateando su nuevo hogar y aceptando una zanahoria de un miembro del personal del parque.

Su nuevo entorno supone un cambio radical.

En Ciudad Juárez Benito tenía poco que hacer en un área de 5.000 metros cuadrados. Comía mucha alfalfa, un forraje que se suele dar a las vacas. En el caluroso verano de la zona fronteriza la solitaria jirafa tenía poca sombra. Algunas imágenes difundidas en las redes sociales la mostraban agachándose para colocarse bajo un pequeño toldo circular. En invierno a veces se formaba hielo en el estanque de su recinto y había pocos árboles para comer.

En el parque Africam Safari Benito empezará a comer hojas de acacia, uno de los alimentos favoritos de las jirafas en su hábitat nativo en África.

“Benito va a venir a conocer esos nuevos alimentos que sus primos en África están consumiendo”, explicó Camacho. “Aunque Benito no esté familiarizado con ellas, le van a gustar”.

Las jirafas alcanzan la madurez sexual en torno a los cuatro años —cuando muchos machos se separan de la manada y van en busca de pareja— y pueden vivir hasta los 25 años aproximadamente.

“Me da mucho gusto de decir que Benito va a ser el próximo semental de las jirafas de acá”, afirmó Camacho.

El viaje hacia Puebla, que comenzó a última hora del domingo, duró unas 30 horas, menos de lo previsto inicialmente. El tráiler en el que se transportó a Benito iba acompañado de una caravana de vehículos de Africam Safari, la policía, la Guardia Nacional y la prensa.

Su traslado se logró tras una campaña de defensores de los derechos de los animales en Ciudad Juárez donde el domingo se alcanzaron temperaturas de hasta 4 grados centígrados. Los activistas reclamaron que el frío del invierno y el sol del verano, el pequeño recinto, la dieta y la soledad no eran los indicados para Benito.

“Vamos a seguir celebrando varios días esta victoria que solamente es y fue para Benito”, afirmó emocionada la activista Ana Félix, de 58 años, al expresar su satisfacción de que el animal por el que luchó nueve meses finalmente llegara a su nuevo hogar.

Félix, integrante del movimiento “Salvemos a Benito” que se creó en Ciudad Juárez, dijo a The Associated Press que ahora su colectivo se centrará en luchar por el rescate del parque de la localidad fronteriza para que “se prohíba la tala de árboles” y apoyará a los activistas de la Ciudad de México para lograr el traslado de la elefanta Ely, que se encuentra desde hace varios años en un zoológico.

Benito se había ganado el corazón de mucha gente en Ciudad Juárez.

“Nos da un poquito de tristeza que se vaya, pero también nos da mucho gusto. Las condiciones climáticas no son aptas para él”, dijo Flor Ortega, una joven de 23 años que relató que había pasado toda su vida visitando a Modesto, otra jirafa macho que estuvo en el parque durante 21 años antes de morir en 2022 y era un ícono de la ciudad.

Benito procedía originalmente de un zoológico de clima mucho más templado de Sinaloa, un estado de la costa norte del Pacífico mexicano. Pero no podía quedarse con las otras dos jirafas porque eran pareja y los cuidadores temían que el macho se volviera territorial y atacara a la más joven. Así que fue donado a Ciudad Juárez.

En el parque Africam Safari las jirafas viven en un espacio mucho mayor que se asemeja más a su hábitat natural. Los visitantes recorren el parque de unas 500 hectáreas en vehículos todoterreno para observar a los animales como si estuvieran en un safari.

En su nuevo hogar será casi como si la vida empezara de nuevo para él, dijo Camacho. “Pronto se reproducirá y contribuirá a la conservación de esta maravillosa especie”.

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